Ficha Limpia: más de 406.000 firmas para que los corruptos no puedan ser candidatos

La Justicia o, mejor dicho, la ausencia de ella, es parte esencial de un sistema corrupto. La Ley de Ficha Limpia intenta ayudar a combatir la impunidad.
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La corrupción trepa posiciones en la agenda pública y se multiplica la cantidad de gente que quiere a los corruptos afuera de la listas. La petición por una Ley de Ficha Limpia reunió en pocos meses más de 406.000 firmas y se entregó en el Congreso el 3 de abril de 2019. Su objetivo es sanear las listas de delincuentes y es una iniciativa que tiene un mérito enorme: nació sin más apoyo que el repudio que genera la corrupción en el seno de nuestra sociedad. Luego, 5 de agosto de 2019, días antes de las PASO, las firmas fueron presentadas a los legisladores, oficializando el pedido de una ley que apueste a un futuro distinto.

Qué es Ficha Limpia

En tiempos de impunidad y de una Justicia cuyos plazos son eternos, es clave entender qué es la Ley de Ficha Limpia y por qué apoyar una medida que ya existe en Brasil y que puede, junto a otros instrumentos, empezar a cambiar la historia.

La propuesta de “Ficha limpia” es clara y concreta. Postula que quien tenga una condena de tribunal colegiado por delitos graves no pueda ser candidato a cargos electivos

Aclaremos que esa prohibición comprende a todo condenado por tales delitos aunque la condena no esté firme, pero siempre y cuando haya sido dictada por un Tribunal integrado por varios jueces.

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Causas judiciales eternizadas e injusticia

La Ficha Limpia apunta a impedir que la extraordinaria y absurda demora de las causas judiciales, sumada a la interminable serie de recursos al alcance de los poderosos que pueden pagar abogados capaces de articularlos, permita que personas a quienes ya varios jueces encontraron culpables de graves crímenes, puedan seguir ocupando posiciones de poder político.

Una de las bases de la corrupción sistémica es la impunidad. Si ser corrupto no tiene consecuencias significativas, el aliciente para serlo -o seguirlo siendo- es muy evidente.

La Justicia o, dicho con más precisión, la ausencia de ella, es parte esencial de un sistema corrupto

Cuando las investigaciones judiciales se eternizan, cuando sólo se activan en situaciones de extremo escándalo y aún así duran catorce años promedio, cuando lo robado no se recupera ni se intenta seriamente recuperarlo, la sensación de impunidad se convierte en una certeza.

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Claves de la Ficha Limpia

La “ficha limpia” es Ley hace varios años en Brasil, donde luego del enorme repudio que provocaron los escándalos de corrupción en la sociedad anteriores al Lava Jato, se impuso por iniciativa popular gestada por millones de firmas y pese a que casi todos los partidos políticos con representación parlamentaria intentaron impedirlo.

La Ley fue sancionada por el entonces Presidente Lula Da Silva en 2010 y su constitucionalidad fue convalidada por el Supremo Tribunal Federal en 2012.

 

Como es sabido, fue esa norma la que impidió al mismo Lula ser candidato por estar condenado a prisión por actos de corrupción, condena dictada por el Juez Sergio Moro y confirmada por la Cámara de Apelaciones respectiva.

En la Argentina hubo proyectos en ese sentido, incluso uno de ellos, de la Diputada Silvia Lospennato, tuvo dictamen favorable de Comisión a fines de 2017 pero no llegó a tratarse en el recinto.

La petición, impulsada por el profesor de la UBA Gastón Marra a través del sitio Change.org, superó las 406.000 firmas. La misma impulsa que la prohibición rija de pleno derecho a partir de la confirmación de la condena y no pueda ser suspendida ni dejada sin efecto por otro tribunal, por recurso alguno ni por ninguna presentación judicial que se realice. También establece que la prohibición se deberá mantener vigente hasta la revocación de la condena o el paso de ocho años a partir de la conclusión de la sentencia condenatoria; es decir, una vez cumplida la condena penal, se extiende la suspensión del derecho político a ser votado.

La petición se presentó en el Congreso y serán los legisladores los responsables de avanzar hacia una Ley que ponga límites a los corruptos y promueva la búsqueda de transparencia y el fortalecimiento del sistema democrático

El caso de Carlos Menen

Un caso emblemático en nuestro país es el del ex presidente Menem, habilitado para ser candidato a senador por tercera vez a pesar de tener dos condenas por delitos gravísimos, ambos cometidos mientras era presidente.

Menem no hubiera podido ser candidato si la “ficha limpia” fuera ley en la Argentina

Destaquemos que, en su caso, no sólo logró extender las causas por más de dos décadas y seguir ocupando destacados cargos públicos sino que llegó a ser absuelto por prescripción en la causa por contrabando de armas a Croacia y Ecuador -vale repetirlo, delito perpetrado desde la presidencia- alegando los jueces que… el proceso había durado demasiado tiempo.

La corrupción, lo hemos dicho reiteradamente desde esta columna, no tiene signo político. No es “de izquierda” ni “de derecha”. Ante ella no debe haber “grieta” ni dudas. Es un problema que nos daña a todos y nos debe involucrar a todos por igual.

Ahora, es el  Congreso Nacional el que debe debatir y sancionar una ley de Ficha Limpia, que impida expresamente ser candidatos a cargos electivos a condenados por delitos. El primer paso llega en unos días, cuando se debata en Comisión en Disputados. En tanto, es clave seguir sumando voluntades en contra de la corrupción y a favor de un cambio que, valga la redundancia, cambie la historia. Sumate.

Podés firmar la petición aquí

  • Alejandro Drucaroff Aguiar es abogado, especialista en ética pública. Escribe columnas en Derecho & Revés, en Buena Vibra y en otro medios.

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