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Es fundamental prestar atención al proceso de transformación y renovación profunda que venimos haciendo en los últimos 18 meses.
La Luna llena de la temporada Escorpio siempre se forma en Tauro, y este año se ubica en conjunción al nodo norte formando un eclipse lunar.
La astrología es una forma de pensar, una filosofía de vida y cosmovisión de la interrelación entre el universo, la psique y la experiencia humana aquí en la Tierra.
Cuando analizamos los tránsitos planetarios, las lunaciones y todo el clima astrológico, buscamos sincronizarnos con el tiempo cósmico, alineando nuestra conciencia a los ritmos del universo del cual somos parte. Todo ello nos permite comprendernos como seres en unión al cosmos y eso abre la conciencia en nuevos niveles.
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Los eclipses, además de ser el fenómeno cósmico más intenso que vivimos los seres de la Tierra, son catalizadores del cambio y, por eso, fuerzan a la psique a renovarse.
Cada eclipse tiene un significado karmático, porque la lunación (Luna nueva o Luna llena) se forma junto a los nodos de la Luna
Psicológicamente, los nodos de la Luna representan la energía de la reencarnación y es por eso que en astrología psicológica, terapéutica y evolutiva cobran fundamental importancia. Porque nos revelan la dimensión espiritual de la psique, poniéndonos en contacto con el nivel más profundo del alma, para a partir de ello crear cambio, trascendencia y evolución.
Los nodos de la Luna mueven nuestro karma y dharma y, según la energía particular de cada eclipse, podremos trabajar desde la conciencia para liberar energía karmática e impulsar nuestra energía del dharma.
Este eclipse lunar se forma junto a la Luna llena en Tauro del 19 de noviembre. Así comienza la última temporada de eclipses del año, con el Sol en Escorpio oponiéndose a la Luna llena en Tauro, y ambas luminarias en conjunción con los nodos de la Luna. Luego de este eclipse de Luna vendrá el eclipse solar total el 4 de diciembre 2021.
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El Sol y la Luna se ubican en esta lunación a los últimos grados del eje Escorpio – Tauro, precisamente en el grado 27º. Y si bien los nodos de la Luna aún están en Géminis – Sagitario, en el grado 1º de estos signos, igualmente se ubican en conjunción a las luminarias, formando el eclipse parcial de Luna.
Esta temporada de eclipses es especialmente importante porque son los últimos con los nodos en el eje Géminis – Sagitario. Los nodos entrarán en el eje Tauro – Escorpio en enero 2022 y allí se quedarán hasta julio 2023
Además, esta Luna llena se forma en trígono a Plutón en Capricornio (y este planeta rige Escorpio), por lo cual se amplifica la oportunidad de darnos cuenta sobre los cambios profundos que necesitamos crear para trascender patrones viejos, situaciones y experiencias que necesitan transformarse para que podamos encarnar en una nueva versión de nosotros mismos.
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Es fundamental prestar atención al proceso de transformación y renovación profunda que venimos haciendo en los últimos 18 meses.
Más aún, en esta Luna llena del mes de Escorpio que se amplifica por el eclipse. Porque es Escorpio el signo del zodíaco que activa la conciencia del fin, la transformación y el renacimiento.
Es decir, la necesidad del cambio se amplifica y este eclipse lunar en Tauro abre portales para alinear nuestra conciencia en pos del desarrollo y evolución del alma, invitándonos a prestar atención al sentido o propósito de nuestra vida, la misión para la cual estamos existiendo aquí y ahora.
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El tiempo de Luna Llena es el de mayor intensidad del mes, y nos trae el potencial para iluminar plenamente (Sol) el inconsciente (Luna).
Al formarse esta Luna llena en Tauro 2021 junto a un eclipse y en trígono a Plutón, este plenilunio recrea un campo especial para conectar con la transformación que necesitamos como individuos para acompasar la transformación del mundo presente.
La transformación es un proceso de conciencia. Y éste es el espíritu de nuestra época, un tiempo que nos fuerza, empuja y obliga a dar un salto cuántico en nuestras pequeñas vidas individuales y colectivas⠀
Se ilumina así con poderosa fuerza la posibilidad de crear una alquimia psíquica que permita conectar el pensamiento con las emociones, hacer consciente lo inconsciente que pide salir a la luz. Tiempo de crear conciencia respecto al proceso de desestructuración psíquica que es necesario generar para renacer.
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Se trata de encarnar el concepto de metanoia, o al menos esa es la gran oportunidad para que podamos percibir que el derrumbe presente del mundo al que estamos asistiendo tiene un sentido mayor.
Metanoia (del griego, μετά, cambiar de opinión, más allá y nous, de la mente, percepción) es un término utilizado para expresar una transformación radical en la personalidad humana.
Carl Gustav Jung utilizó este concepto como un proceso interno y espontáneo de desestructuración psíquica que pueden atravesar las personas en el camino hacia su sanación.
Así, este concepto de esencia escorpiana hace referencia a un cambio de conciencia, es decir, una transformación del actuar – sentir – pensar, que nos permite acceder a una nueva conducta y, consecuentemente, a una nueva y mejor forma de vida, para lo cual es fundamental incorporar una visión más amplia de lo que significa la existencia.
Es decir, el profundo significado de la palabra metanoia es difícil de comprender si se deja de lado la mirada espiritual. La capacidad de transformarnos y observarnos como creadores requiere del contacto con nuestra espiritualidad, la dimensión más profunda y sutil de nuestro ser.
Metanoia es un momento, es una decisión, es un instante en el cual toda nuestra concepción se transforma para siempre
Por esto mismo es que ahora, con el Sol en Escorpio y la Luna llena en Tauro en trígono a Plutón y junto al eclipse parcial de Luna, podemos ver plenamente aquella sombra que nos somete y que, por ende, necesitamos iluminar para trascender si es que nos animamos al maravilloso viaje de la transformación, dando un salto cuántico en nuestras vidas.
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La transformación del mundo que claramente vemos suceder en este tiempo, aunque duela es necesaria para avanzar hacia el nuevo amanecer que desde siempre se atribuye a la era de Acuario.
Por eso esta Luna llena en Tauro nos trae una luz especial para conectar conscientemente con el fin, con la muerte, adentro y afuera, la transformación y el gran poder de la trascendencia
Necesitamos desestructurarnos para promover el cambio que queremos ver en el mundo. Necesitamos iluminar la propia sombra, depurarnos y trascendernos a nosotros mismos para participar del cambio de conciencia que la nueva era representa.
Tiempo de visualizar el nuevo mundo que está llegando, la transformación de la conciencia necesaria a nivel individual y colectivo, para así promover un gran cambio adentro que impacte beneficiosamente en el afuera.
Recordá: la virtud únicamente brota de la conciencia.
¡Feliz eclipse de Luna llena para todos!
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