Cómo pronunciar la palabra “pizza”: resuelto por la RAE

“Piza”, “pixa”, “pítsa”, “picsa” y hasta “pisa”. La Real Academia Española explica la forma correcta para llamar a la deliciosa comida italiana.
Como pronunciar la palabra pizza

A pesar de que la pizza es una comida de Italia que se puede encontrar y probar en todo en el mundo, no todos saben cómo realmente se pronuncia esta palabra. La Real Academia Española respondió al interrogante. Además, explicó en su cuenta de Twitter por qué “pizza” debería escribirse en cursiva.

La palabra pizza es un italianismo crudo o no adaptado que debe de anotarse en cursiva debido a que la secuencia “zz” es ajena a la ortografía del español, o como se conoce habitualmente como extranjerismo. Pero, una vez que llegó esta respuesta, surgió la verdadera polémica en torno a la comida de origen italiano: ¿cómo se pronuncia al hablar?

Cómo se debe pronunciar “pizza”

Hay quienes la llaman “pítsa”. Otros, en tanto, eligen decirle “pícsa” o “pixa”. Y no faltan quienes la mencionan apenas como “piza” o “pisa”.

La RAE tomó la posta entonces para resolver la gran duda de aquellos que dudaban si la palabra pizza debería ser pronunciada en italiano o en castellano, y la respuesta fue contundente.

Para una institución cultural con sede en Madrid debe ser pronunciada como en su lengua originaria, por lo que la manera correcta de pronunciar es “pítsa”.

Origen de la pizza

La pizza fue creada por el italiano Raffaele Esposito en 1889, en la ciudad de Nápoles, Italia. Si bien es cierto que desde hacía tiempo ya existían pizzerías, este maestro la elaboró como hoy llega a nuestra mesa.

origen de la pizza

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Y fue en la Pizzería di Pietro e Basta Cossi la primera para honrar la visita de los reyes Humberto l y la reina Margherita de Saboya. Contaba con los colores de la bandera italiana: el rojo del tomate, el verde de la albahaca y el blanco de la mozzarella.

De todos modos, el comienzo verdadero data de mucho antes, y cubría la necesidad de un alimento barato y fácil de comer para los pobres que se apuraban por las demandas. La preparación la ofrecían vendedores ambulantes que las cortaban en pedazos para ajustarse al presupuesto y apetito de cada cliente.

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