6 mandamientos de J.K. Rowling contra los insultos machistas en Internet

“La feminidad no es un defecto de fabricación”, subrayó la autora de la saga ‘Harry Potter’.

Es un gran avance y hay que subrayarlo: la solidaridad femenina está por encima de las discrepancias políticas. Lo demostró la escritora escocesa J.K. Rowling, acérrima enemiga de los conservadores británicos y del Brexit, al salir en defensa de la primera ministra británica Theresa May.

Después del resultado de las últimas elecciones en Reino Unido, Rowling fue testigo de los insultos misóginos proferidos a May, una gran parte de ellos escritos por hombres de índole progresista.

La autora de la saga Harry Potter repudió la hipocresía de aquellos que recurren a los ataques machistas para intimidar a la mujer, tanto en la esfera real como digital. “No me importa si estamos hablando de Theresa May, Nicola Sturgeon, Kate Hooey, Yvette Cooper o Hillary Clinton: la feminidad no es un defecto de fabricación”, afirmó.

A través de 13 tuits retuiteados por cientos de miles de usuarios, la escritora dejó claro que no existe motivo político que justifique el acoso machista en ningún caso. Compartimos los seis principales:

1. “Acabo de dejar de seguir a un hombre que creía inteligente y divertido porque llamó puta a Theresa May. Si no puedes discrepar de una mujer sin usar esos sucios y viejos insultos, que te den a ti y a tus políticas”.

2. “Estoy harta de hombres ‘progresistas’ a los que se les cae la careta cada vez que una mujer les desagrada, usando de manera inmediata palabras toscas y humillantes asociadas con la feminidad, actuando como misóginos de la vieja escuela y orgullosos por creerse valientes”.

3. “Cuando actúas así, Sr. Progre Guay, te alías, queriéndolo o no, con los hombres que envían imágenes pornográficas violentas y amenazas de violación, aquellos que intentan por todos los medios intimidar a las mujeres más allá de la política y los espacios públicos, tanto en el mundo real como digital”.

4. “’Puta’, ‘zorra’, y naturalmente, ‘violación’. Somos muy feas para que nos violen, o necesitamos que nos violen, o necesitamos que nos violen y nos maten”.

5. “Todas las mujeres que conozco y que se han atrevido a expresar públicamente su opinión han soportado este tipo de abusos al menos una vez, enraizado aparentemente en la determinación de humillarlas o intimidarlas por el hecho de ser mujer”.

6. “No me importa si estamos hablando de Theresa May, Nicola Sturgeon, Kate Hooey, Yvette Cooper o Hillary Clinton: la feminidad no es un defecto de fabricación. Si la respuesta inmediata a una mujer que te desagrada es llamarla un sinónimo de su vulva o compararla con una prostituta, asúmelo: no eres progresista. Estás a pocos pasos de los que se esconden detrás de una rana de dibujos (en referencia a Pepe, el símbolo de la extrema derecha)”.