Llegan las vacaciones y el mundo cotidiano se empieza a complicar porque muchas veces los padres deben seguir trabajando o, también, porque disponen de muy pocos días. Los niños tienen tres meses de vacaciones y no hay muchos adultos en el mundo que puedan tener tres meses enteros de vacaciones pagas, por lo que estos meses de descanso de los niños puede ser todo un quebradero de cabeza para la familia.
Enviar a los más pequeños de viaje con los abuelos puede ser una solución para toda la familia
Se debe recordar siempre que cuidarlos o llevarlos de vacaciones no es obligación de los abuelos. Pueden hacer un favor cuando falla la niñera, o cuando surge un problema, un día o varios. o también pueden, si es un placer para ellos, programar unas vacaciones, Pero si se les crea la obligación a los abuelos de tener que cuidar a los nietos porque los padres trabajan, se estará intoxicando la relación abuelos-nietos.
La relación abuelos-nietos debe estar llena de amor y respeto, pero no de obligación
Teniendo en cuenta esto y descontando que la vacación será un placer para abuelos y nietos, habrá que tener en cuenta que para que la experiencia sea todo un éxito, se deberán tomar ciertas precauciones, incluyendo los aspectos legales.
Con esta nueva realidad de padres con tantas obligaciones, ha surgido un segmento nuevo en el sector turístico: “Cada vez más operadores diseñan ofertas especiales para abuelos con nietos”.
Lo primero que hay que tener en cuenta es la edad de los niños. Para irse solos con los abuelos, deberían tener por lo menos tres o cuatro años, aconseja el experto en educación Andreas Engel.
“En los niños más pequeños, el vínculo con los padres sigue siendo demasiado fuerte y básico como para interrumpirlos durante varios días“
Más fácil es hacerlo con niños de jardín de infantes, pero sólo si los abuelos son para ellos personas importantes y cercanas. Un modo inteligente y divertido de profundizar ese vínculo es que los abuelos visiten a los nietos en su casa durante las vacaciones: así los más pequeños se habitúan a su compañía en un entorno bien conocido.
Cuando los abuelos tienen una relación cotidiana con los nietos y ya en el día a día los cuidan de vez en cuando, no hay problema en que los niños de jardín de infantes viajen solos con ellos.
Lo mejor es comenzar con un fin de semana en las cercanías. Eso da seguridad a los niños
Otro aspecto que conviene prever de antemano es la educación. Si se trata de abuelos muy activos que disfrutan haciendo muchos planes, conviene poner límites antes del viaje.
Hay que aclarar qué le gusta hacer al niño y si necesita algo en particular, o tiene alguna rutina, respetarla. Sin embargo, tampoco hay que regularlo todo, según Engel:
“Los estudios demuestran que los niños aprenden de la diversidad. No pasa nada si el abuelo y la abuela son un poco diferentes de los padres”
Un viaje con los abuelos puede ser una gran aventura para los niños. Para que sea así, los padres deben comenzar con anticipación a preparar el viaje con sus hijos como una experiencia divertida y diferente: ubicar el destino en un mapa, ver fotos, comprar un bolso y empacar las primeras cosas. De ese modo, el niño se irá preparando internamente de a poco.
Un punto clave que muchos olvidan es el legal. Los abuelos deben estar informados al detalle de todos los aspectos jurídicos: serán los responsables durante el viaje, por lo que deberán poder tomar decisiones rápido.
Teniendo esto en cuenta y ante la posibilidad de hacer un viaje a un sitio no muy cercano, los padres pueden firmar por ejemplo un poder por si hay un accidente y los abuelos deben autorizar un tratamiento en el hospital.
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