Cuando un niño va creciendo, sin duda las figuras adultas más importantes son su padres, y las que, en general, siguen más allá de ellos son todas aquellas personas que contribuyen con su desarrollo emocional y psicológico. Es por eso, que las tías ocupan un rol clave en el crecimiento de los niños.
El poder y la influencia que ejerce una tía en la vida de un niño es única e irremplazable, debido a que combina lo mejor de diversas personalidades y cualidades para darle al niño lo que más necesita.
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Los que crecieron con una tía a su lado saben de lo que hablamos. Si recordás tu niñez seguro vas a encontrar en la memoria muchos momentos agradables que compartiste con ella.
Seguramente, ella trató de consentirte mucho y compartir con vos tus gustos. Si te sentías triste fue ella quien te escuchó y consoló. Si estabas preocupado por algo te dió un consejo y te animó a seguir adelante. Si en algún momento necesitaste un fuerte abrazo seguramente te lo dió, pero sino lo necesitaste también lo hizo.
Tu tía seguramente se convirtió en muchos momentos en tu mejor amiga, en una aliada que te sacó de muchos apuros y te cubrió, sobre todo en esos casos en que tu mamá venía enojada a retarte.
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Tu tía te llenó de mucho amor y cariño, y te permitió confiar en ella hasta el punto de verla en ocasiones como una segunda o tercera madre. En realidad tercera porque las abuelas suelen ganarse el título de segunda mamá. Entonces, ante tantas muestras de amor, comprensión y lealtad no podemos dejar a las tías afuera.
Si los padres vemos ese amor y entendemos esa unión entre tía y sobrinos, seremos capaces de entender por qué es tan necesaria la presencia de una tía en la vida de nuestros hijos. Eso sí, es normal que como madre llegues a sentir muchos celos, sobre todo cuando veas que tus hijos recurren mucho a su tía en lugar de a vos, pero eso no es malo, es normal.
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Sin duda, como mamá debés ser una persona que dé la confianza necesaria a tus hijos para que recurran sin miedo a vos por cualquier duda o problema que tengan. Pero con las tías todo funciona diferente y es algo que no podés evitar aunque lo desees.
Lo que ocurre es que una tía es como una fusión de todos los miembros de la familia, un complemento de todos en uno. Puede ser tan consentidora como la abuela, una confidente como una hermana, una buena amiga como una prima, una consejera como un abuelo o un padre, y puede dar amor como una madre. Además, pueden llevar a sus sobrinos de paseo y proporcionarles horas de mucha alegría.
Dejá que tus hijos tengan presente a su tía muy cerca porque ciertamente vivirán una infancia más plena, serán mucho más felices.
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