Un estudio reveló que la violencia en parejas jóvenes supera dos o tres veces la registrada en parejas adultas. Aunque generalmente es de menor gravedad, sigue siendo preocupante. Un grupo de investigadores españoles presentó una herramienta diseñada y validada para detectar la violencia ejercida y padecida en relaciones de pareja jóvenes que tiene en cuenta tanto la violencia física y sexual, sino también las conductas de control y el abuso psicoemocional.
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Para eso, los autores prepararon un cuestionario con 32 ítems que abordan todos los componentes de la violencia. En una escala del 0 (nunca) al 5 (siempre, de forma habitual), los participantes respondieron a cuestiones relacionadas con el control en la pareja (como espiar teléfonos, correos o redes sociales o enojarse porque la otra persona pasa mucho tiempo con amistades o familiares), situaciones de abuso psicoemocional (como insultar o menospreciar delante de los demás, culpar al otro de las cosas que no salen bien o amenazar con arruinar su reputación) y casos de violencia física, como autolesionarse, agredir de forma leve (agarrones, empujones) o de forma fuerte (cachetadas, golpes ) o forzar el contacto sexual.
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Resultados preocupantes
- El estudio registró cifras alrededor del 12 por ciento en agresiones físicas tanto de parte de los hombres como de las mujeres.
- El 10,4 por ciento de las mujeres declaran haber forzado el contacto sexual al menos una vez y el 14,1 por ciento de los chicos también.
Estas estadísticas representan un problema porque son el preámbulo de conductas violentas en la pareja en la edad adulta, apuntan los expertos. Este instrumento podría convertirse en una herramienta útil para utilizar con distintos grupos de jóvenes para permitir la detección y la constatación de actitudes de violencia y malos tratos hacia la pareja.