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Cada cuánto y por qué renovar las ollas en casa

La batería de cocina merece atención porque es lo que usamos cotidianamente para preparar lo que comemos. Por qué cuidar su desgaste y qué cacerolas y sartenes elegir para una alimentación saludable.

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Nada es para siempre y esto también se aplica a la batería de cocina. Las sartenes y ollas pueden durar muchos años si las cuidamos bien, pero llega un momento en que hay que jubilarlas. Y no se trata de una cuestión meramente estética: es sobre todo un tema de salud. Saber cada cuánto y por qué renovar las ollas es clave para cocinar los alimentos de manera saludable.

Las ollas merecen atención porque son el elemento que usamos cotidianamente para preparar lo que comemos. Para cuidarlas, no alcanza con lavarlas bien luego de cocinar: hay que estar atentos a su desgaste y cambiarlas cuando los materiales se deterioren.

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Cada cuánto hay que renovar las ollas

Según los expertos, el tiempo que debe transcurrir entre que adquirimos una olla y la renovamos dependerá del cuidado y el uso que les demos. Pero lo más recomendable es que no sea mayor al año y medio o los dos años, un período relacionado con el desgaste que sufren estos elementos con el proceso de calentamiento constante al que se ven expuestos.

La clave de por qué hay que comprar nuevas ollas y sartenes cada determinado tiempo tiene que ver con la influencia de los utensilios de cocina sobre los alimentos que cocinamos. Cuando sufren desgaste, muchos de ellos desprenden plásticos tóxicos o metales pesados que son dañinos para la salud. Así, sin darnos cuenta, contaminamos nuestros alimentos.

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Cómo cuidar las ollas

Una manera de alargar la vida útil de la batería de cocina es cuidar su higiene. Un error grave que se comete en las casas es el de lavar los recipientes con antiadherente cuando se encuentran calientes, después de su uso, ya que eso acelera el desgaste del producto. Lo aconsejable es lavarlos en frío, con esponja suave y jabón, y nunca en seco.

Otro punto importante que casi nadie hace en los hogares es curar las ollas antes de estrenarlas. ¿Cómo se hace? Primero, hay que lavar las ollas con agua, jabón normal y esponja suave, y luego hay que secarlas y aplicar aceite de cocina en la parte interna. Recién después poner a fuego bajo entre tres y cinco minutos. Cuando se enfría, volver a lavar con agua y jabón para retirar el aceite. Recién ahí está listo para usar.

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Cómo elegir ollas nuevas

En el mercado existe un gran abanico de ollas y sartenes, pero es fundamental elegir bien y entender que lo estético es secundario cuando se trata de preparar lo que comemos. Por eso, al renovar tu set de cocina, evalúa su material y su durabilidad como prioridad.

También es importante pensar para qué las vas a usar y tener en cuenta el tamaño, algo vinculado a la cantidad de integrantes de la familia. Si se cocina para pocas personas, no es necesario gastar dinero en ollas grandes, que ocupan mucho espacio.

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Los materiales de las ollas: cuál es menos tóxico

Debemos prestar mucha atención al material con que están hechos los utensilios de cocina, ya que estos están en contacto directo con los alimentos y generalmente a temperaturas elevadas, por lo que pueden generar sustancias tóxicas que estaríamos ingiriendo diariamente.

  • Aluminio: si bien es un material cuestionado por los ambientalistas, es uno de los que más se usa por su practicidad. Es noble, no se pega y dura más. Además, permite cocinar de todo y no requiere tanto cuidado a la hora del lavado. Pero es importante saber que el aluminio es un metal pesado muy tóxico para nuestro organismo, relacionado con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. Un dato: nunca hay que dejar comida allí de un día para el otro porque puede terminar siendo perjudicial.
  • Acero inoxidable: se cocina de forma mucho más rápida y es muy fácil de limpiar. Hay que tener mucho cuidado porque la comida se pega fácilmente y allí sí puede ser más difícil lavarla. Una gran desventaja es que hay tener mucho cuidado con los golpes porque es un material que se abolla fácilmente.  Pero es un material bastante inocuo y con buena efectividad en la cocina.

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  • Hierro fundido: la principal ventaja es que son utensilios de larga duración, pero no es la única. El hierro fundido es un excelente conductor del calor -lento y parejo-, ya que una vez caliente mantienen el calor durante tiempo. No tiene antiadherente, por lo que hay que cuidar mucho las ollas para que no se pegue la comida. Su principal desventaja es que son objetos muy pesados.
  • Barro: los que saben aseguran que es el material más natural y que tiene menor grado de toxicidad. Son ideales para hacer guisos, cazuelas, etc. Su principal desventaja es su fragilidad y su peso. Además, la cocción es bastante más lenta.
  • Teflón: Este material es famoso y muy efectivo porque tiene la capacidad de cocinar sin que el alimento se pegue al fondo de la sartén. Sin embargo, hay muchos que aconsejan no usarlo tanto porque, dicen, no es bueno para la salud. Numerosos estudios han demostrado que el teflón llega a nuestro riego sanguíneo y puede afectar a nuestro cerebro, hígado, riñones, aumentando el riesgo de padecer enfermedades como esterilidad, problemas de tiroides o cáncer. El punto es que el ácido sintético que contiene se pega a los alimentos al ser cocinado a altas temperaturas.

  • Cerámica: Son las que están de moda en el mundo natural y ecológico, ya que son más inocuas que las ollas de otros materiales. Su inconveniente mayor es que se rayan con facilidad si no se cuidan bien y que se rompen fácilmente con golpes o caídas.
  • Titanio: Muchos expertos aseguran que son las ollas de mayor calidad, más saludables para cocinar y más duraderas. A su vez, como si fuera poco, permiten cocinar sin una gota de aceite. Pero el gran problema es su precio porque es muy elevado.

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  • Aluminio fundido: Las famosas ollas Essen están fabricadas con este material que asegura la durabilidad, conductividad del calor y ahorro de energía.

Cómo limpiar las ollas quemadas

Lo primero que hay que hacer es enjuagar la olla con agua bien caliente y dejarla remojando hasta que se entibie. Luego, se debe con agua caliente, detergente y esponja suave para eliminar los restos de comida que quedan adheridos.

Si la olla está muy quemada, lo que hay que hacer es ponerla a fuego lento con agua caliente y detergente, y dejar hervir por algunos minutos.

Si los restos de comida están demasiado adheridos, poner la olla a hervir con una mezcla de agua y sal. Ojo al raspar porque algunos materiales corren riesgo de rayarse.

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Si su material lo permite, un buen consejo es frotar con una esponja de acero o metálica y jabón limpiador en polvo. Si se trata de una olla de teflón, jamás la raspes porque la arruinamos por completo.

Para limpiar las ollas Essen, lo mejor es rociarlas con el mismo producto que usamos para limpiar el horno. Se deja actuar por aproximadamente media hora y luego lavar como de costumbre.

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