Cómo ahorrar energía eléctrica en casa y cuidar el Planeta

La factura de luz puede bajar si usamos de manera eficiente los electrodomésticos y las luces. Cómo ahorrar energía eléctrica en casa: consejos prácticos y fáciles de aplicar.

No se trata de vivir a oscuras ni de ajustar el consumo a extremos tales que afecten nuestra calidad de vida. Se puede reducir la factura de la electricidad aprendiendo a hacer un uso responsable, que beneficie nuestra economía y, también, el medioambiente. Aquí, una serie de consejos sobre cómo ahorrar energía eléctrica y cuidar mejor nuestros recursos.

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7 consejos para ahorrar energía en el hogar

Siguiendo algunas pautas, podrás bajar sustancialmente el consumo eléctrico:

1. Cambia a bombillas LED.

Si está pensando en cómo bajar el consumo de luz, tienes que considerar seriamente cambiar tus lamparitas comunes por bombillas LED. Este tipo de iluminación tiene mayor eficiencia energética y permite un 80% de ahorro respecto a otras opciones.

Una bombilla LED de unos 14W equivale a una incandescente de unos 100W. Además, duran más y pueden proporcionar una luz más limpia y de aspecto más natural.

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2. Apaga los artefactos que no uses.

Apagarlos directamente o reducir su uso a determinadas franjas horarias pueden ser una buena manera de empezar a reducir el consumo eléctrico de una casa.

Muchas veces, en casa o en el trabajo, computadoras, televisores y otros artefactos permanecen encendidos, aunque nadie los esté usando. Incluso el modo “invernar” genera un gasto innecesario de energía.

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3. Limpia las bobinas y el motor de tu heladera.

Limpiar las bobinas del condensador de la heladera para asegurar que el aire pueda circular libremente es una medida muy eficiente. Si en las bobinas se acumula polvo y suciedad, el motor trabaja con más dificultad y usa más electricidad para realizar la misma tarea.

Lo ideal es intentar darles una limpieza al menos una vez al año. Tu refrigerador durará más y te costará menos dinero que siga funcionando en las mejores condiciones.

4. Bajá el aire acondicionado.

Por cada grado que subimos en verano o bajamos en invierno, se puede ahorrar hasta un 3% en calefacción o refrigeración. La idea es mantener una temperatura agradable y no generar un microclima que, a la larga, puede ser perjudicial inclusive para nuestra salud.

Además, para lograr un buen funcionamiento del aire acondicionado es fundamental mantener el aparato en buenas condiciones. Los filtros deben estar siempre limpios (puedes leer: Cómo limpiar un aire acondicionado y mantener bien el filtro).

5. Lavarropas más eficientes.

Si estás pensando en cambiar el lavarropas, considera un modelo de carga frontal. Estos aparatos, por su mismo diseño, utilizan menos agua y energía y hacen un trabajo superior de limpieza de ropa. Además, requieren menos detergente que las máquinas de carga superior.

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6. Usa barreras naturales.

Si vivís en una casa y tienes un pequeño parque o patio, es útil plantar árboles de hojas verdes caducas en el lado soleado de tu hogar. En los días del verano, proporcionan una cortina fresca, que reduce la incidencia directa del sol. De esta manera, la casa estará menos calurosa y evitarás prender muy seguido el aire acondicionado.

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7. Sube un grado la temperatura de la heladera (y llénala).

Subir la heladera y el congelador solo un grado no supondrá ninguna diferencia para la conservación de los alimentos, pero puede generar un importante ahorro de energía a lo largo del año.

Además, una heladera o un freezer vacío necesita más energía para mantenerse frío, ya que los artículos que se encuentran dentro mantienen la temperatura. Esto no significa que tenemos que gastar más dinero en comprar productos solo para llenar la heladera.

Alcanza con llenar una jarra con agua para el refrigerador. Eso tendrá el mismo efecto. Otra opción es completar los espacios vacíos con papel.

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Tecnología eficiente para reducir el consumo

Además de estar atentos a los hábitos de uso de los artefactos eléctricos de tu casa, otro de los pilares fundamentales para bajar el consumo de energía es empezar a usar equipos de bajo consumo y herramientas tecnológicas pensadas para ayudarte a ahorrar recursos y dinero. Compartimos algunas opciones muy interesantes:

Paneles solares para casa

Cada vez más gente recurre a los paneles solares para reducir el consumo eléctrico y, al mismo tiempo, contribuir con el cuidado del medio ambiente. Básicamente, se trata de un sistema que genera electricidad a partir de la radiación solar, que incide sobre las células fotovoltaicas del panel.

Son de fácil mantenimiento y no ocupan espacio dentro de las viviendas porque se pueden instalar en los techos.

Como contrapartida, debemos decir que los gastos son importantes al momento de sumar este sistema al hogar. Pero, si vivís en un lugar que recibe sol varias horas por días, vale la pena: con el tiempo, se compensa la inversión al achicar la factura eléctrica.

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Iluminación solar

Es uno de los sistemas más sencillos de instalar y, también, una de las formas más prácticas de mejorar la eficiencia en el consumo energético en el hogar. La iluminación solar no requiere ningún tipo de configuración. Las luminarias son inalámbricas y se han vuelto una buena opción para jardines, patios y espacios públicos.

Medidor de consumo eléctrico

Otra buena opción es adquirir un medidor de consumo eléctrico. Este dispositivo calcula en tiempo real todo lo que gasta el circuito de nuestro hogar.

Hay dos tipos de medidores:

Individual: aporta los datos de uno o varios aparatos que estén conectados al mismo enchufe. Permite conocer el consumo exacto de cada equipo o electrodoméstico, pero no provee una perspectiva de todo el hogar.
Global: este dispositivo permite conocer los datos de toda la vivienda en kWh. Analiza cuáles son las áreas de la casa con mayor gasto y procesa los datos para que podamos entenderlos mejor y tomar decisiones al respecto.

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