Si estás pensando en armar una terracita en el techo de tu casa para hacer asados y disfrutar de encuentros al aire libre o tienes en tu casa u oficina un techo alto y pensaste en construir un entrepiso liviano para guardar cosas o poner allí un escritorio, tenemos una buena noticia: puedes resolverlo con tus propias manos si te das maña con la carpintería y las manualidades. Te contamos cómo hacer una escalera de madera para acceder a esos espacios en altura que te gustaría tener.
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Puede que te resulte intimidante pensar en fabricar una escalera tú mismo, pero si te organizas para avanzar por cada una de sus partes por separado, verás que la tarea es relativamente sencilla.
Hay distintos materiales y diseños que puedes considerar y resolver cuál es la ideal para el uso que quieres darle y el lugar donde será colocada.
Las opciones son numerosas. Una buena solución si buscas escaleras para espacios reducidos puede ser construir una escalera tipo marinera, que se puede sacar y poner cuando la necesites, pero no son de lo más seguras por su firmeza y, justamente, su movilidad. No se recomiendan para subir con algo en la mano.
Otra solución es la que te mostraremos a continuación. Te enseñamos cómo fabricar una escalera fija de madera que resulte cómoda (en lo que tiene que ver con su pendiente) y que, ocupando el mínimo espacio, nos permita acceder al entrepiso de forma segura. Aquí, el paso a paso y las herramientas de carpintería necesarias.
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En líneas generales, y para hacer una rápida “disección” de una escalera, podemos decir que consta de 3 partes: los largueros, las huellas y las contrahuellas.
Es muy importante saber cuánto va a medir cada una de estas piezas.
En primer lugar, tienes que tener en claro cuál es la altura que hay que salvar. A partir de este dato, podrás definir cuántos escalones llevará la escalera y qué distancia habrá entre uno y otro. Y, también, qué espacio va a ocupar a lo largo.
Ten presente que, si la escalera forma parte de un ambiente, como el living o el comedor, hay que evitar que su presencia dificulte el uso de ese espacio, achicándolo o entorpeciendo la circulación.
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Para evitar que los escalones se hundan o se inclinen cuando los pises, una escalera ancha necesitará varios largueros en la parte inferior para tener un soporte uniforme. Es conveniente, entonces, que cuentes dos largueros para los bordes y, dos más, para adentro.
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Una vez calculado el tamaño, ya puedes poner manos a la obra. Lo primero es saber qué herramientas y materiales vas a necesitar:
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Presenta los largueros en el lugar donde irán y marca y corta la base y la punta para que queden listos. Para completarlos, marca los puntos en los que vas a colocar cada uno de los peldaños. La parte superior horizontal del larguero sirve como referencia para medir.
Dibuja una línea hacia abajo a una distancia igual a la altura de un escalón. Repetí este procedimiento siguiendo hacia abajo hasta que tengas dibujados todos los escalones.
A continuación, toma la sierra circular y corta el larguero siguiendo la línea que dibujaste de todos los peldaños. Haz lo mismo con los 4 largueros.
Llegó el momento de colocar los largueros tanto en la parte superior como inferior. En el sector de llegada atorníllalos a la viga del entrepiso usando los ángulos metálicos.
Para la parte inferior, haz lo mismo ajustando los ángulos metálicos al piso. Lija suavemente por las ranuras y aplica cola para madera en los largueros.
Instala las contrahuellas (tablas verticales) para sujetar y estabilizar los largueros. Corta las tablas de 2,5 x 15 cm, según el ancho de la escalera, y sujétalas a cada larguero con tornillos de 6 cm.
Llegó el momento de poner las huellas. Para eso, realiza unos rebajes con la fresadora del grosor de los peldaños. A continuación, cambia la fresa por otra de media caña, que te permitirá rematar el canto de cada uno.
Para poder unir todas las piezas puedes realizar unos orificios en la cara exterior de los largueros con el taladro y una broca fresa. Luego, apoya los peldaños y fíjalos con tirafondos por los orificios laterales.
Barniza, pinta o sella la escalera. Un buen acabado logrará embellecerla y, también, protegerla contra el desgaste diario.
¡Listo! A disfrutar tu obra. Ya puedes subir y bajar con comodidad y de manera segura.
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