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Es una de las maderas más económicas y accesibles, tiene una excelente duración y es fácil de adaptar a tu gusto y decoración. Podés integrarla a todo tipo de ambientes y adecuarla fácilmente a tus necesidades. Te contamos cómo pintar muebles de pino y convertirlos en piezas de diseño.
Los muebles de pino tienen la particularidad de ser fáciles de pintar o patinar. Por eso, si te aburrís de ver tus muebles iguales desde hace tiempo o querés darles un look más sofisticado, podés darles una mano de pintura, jugar con los colores y dejarlos como nuevos.
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Si nunca pintaste un mueble de madera de pino, no te preocupes porque no requiere grandes habilidades. Es muy sencillo si seguís algunos tips.
Empecemos por los materiales:
Luego de juntar los materiales y herramientas necesarios para trabajar, revisá muy bien el mueble a pintar en busca de astillas, golpes o agujeros. Si encontrás alguna imperfección, lo ideal es corregirla antes de que la pintura lo ponga aún más en evidencia.
Para reperar cualquier problema que detectes en la madera, seguí estos consejos y quedará como nuevo:
Resuelto el problema, hay un paso más que debés dar antes de empezar a pintar, que es preparar la madera para que reciba bien la pintura. Para ello, tenés que aplicar una capa de un producto acondicionador para maderas. Lo podés pasar con brocha a pinceladas grandes y largas, siguiendo las vetas de la madera, y lograrás un efecto muy lindo.
Ahora sí, ya está listo para pintar.
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Un tema clave cuando pintamos madera es elegir bien el tipo de pintura. En el caso de los muebles de pino, las opciones sugeridas son pinturas látex, al agua o al aceite; y, en cuanto a la tonalidad, podrás elegir entre mate o satinado.
Hacemos un análisis más detallado de las posibles variantes:
Las pinturas acrílicas, también conocidas como látex, son una gran opción porque son económicas, fáciles de usar y no son tóxicas. Brindan un acabado muy resistente y, a la vez, dejan respirar a la madera para que no se humedezca.
Otra ventaja que tiene la pintura acrílica para madera es que se puede limpiar muy fácilmente con agua. Además, a diferencia de las pinturas sintéticas que se diluyen con productos al aceite, las acrílicas se diluyen al agua, lo que hace más fácil su aplicación.
Recordá que todo ha evolucionado y que antes se consideraba que las pinturas sintéticas eran más resistentes, pero hoy la calidad de las acrílicas es muy buena y las ha igualado en ese aspecto.
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Los muebles blancos son muy elegantes y los de madera de pino de ese color no quedan afuera de esta distinción. Es más: podés comprar una mesa o biblioteca de esta madera económica y lookearla con lindos colores y terminaciones para que parezca una pieza de mucho más valor.
Además, si querés que tus muebles luzcan armoniosos con tu decoración y puedan combinar bien con cualquier estilo, el color blanco es perfecto. La opción ideal es usar laca blanca, que logra una terminación inigualable.
Es sencillo: con paciencia, pasale la laca despacio, con un pincel, siguiendo las vetas de la madera. Primero pintá una mano y dejá que seque bien. Recién ahí pasale la segunda mano y listo.
Antes de elegir el color de la pintura, definí el tipo de acabado. Podés optar por una terminación brillosa, que es más lisa, o por una mate, que es más porosa.
Si bien los tonos brillosos son más resistentes y se limpian mejor que los mate, a veces, según la ambientación, no quedan muy bien en muebles de pino. En esta madera lucen mejor los colores mate. Pero evaluá vos la opción que más te guste: es muy personal y es tu casa. Si te resulta bien, adelante.
En lo que refiere a colores, recordá que, de acuerdo a la marca y tipo de pintura que elijas, encontrarás una gama más o menos amplia. Las tonos más apropiados para el pino pueden ir desde un wengue hasta un castaño, en la gama de los marrones, y, en tonos pasteles podés probar el azul, el beige, el rosa, el verde, el ocre e, incluso, distintos tonos de blancos.
La idea es que te atrevas a jugar con tu imaginación. Podés animarte a usar colores vibrantes y combinaciones divertidas o elegir el clásico blanco que va con todos los ambientes.
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