Detectores de monóxido de carbono: qué son y cómo funcionan

Los detectores de monoxido de carbono son muy sencillos de colocar y pueden ser fundamentales para prevenir accidentes
monóxido de carbono detectores

Como ocurre cada año, cuando llega la temporada de días fríos, en muchos hogares se encienden los calefactores y empezamos a escuchar noticias de intoxicados y fallecidos por escapes de gas. Esto se debe, especialmente, a estufas, calefones y otros aparatos mal conectados o con falta de mantenimiento. Para prevenir problemas y detectar fallas, puedes contar con un recurso económico y sencillo: un detector de monóxido de carbono. Qué son, cómo funcionan y dónde comprarlos.

Detectores de monóxido de carbono: qué son

Los detectores de monóxido de carbono (CO) son dispositivos diseñados para detectar la presencia de este gas inodoro, incoloro y altamente tóxico en el aire. El monóxido de carbono es producido por la combustión incompleta de combustibles fósiles, como gas natural, petróleo, carbón o madera, y puede acumularse en áreas cerradas o mal ventiladas.

Si bien este gas venenoso no puede percibirse, hay claros indicios que señalan la presencia de monóxido de carbono en el ambiente:

  • Coloración amarilla o anaranjada de la llama, en lugar de color azul.
  • Aparición de manchas o tiznado en las paredes; decoloración de los artefactos, de sus conductos de evacuación de gases o alrededor de ellos.

Una de las principales causas de la aparición de monóxido de carbono está en el mal estado de los artefactos de gas o en sus instalaciones, por ejemplo:

  • Insuficiente ventilación del ambiente en donde hay una combustión.
  • Instalación de artefactos en lugares inadecuados.
  • Mal estado de los conductos de evacuación de los gases de la combustión: desacoplados, deteriorados o mal instalados.
  • Quemador de gas con la entrada de aire primario reducida.
  • Acumulación de hollín u otro material en el quemador.

Cómo evitar intoxicación por monóxido de carbono

Para estar atentos a posibles escapes, y considerando que el monóxido no podemos percibirlo y menos si estamos dormidos, existen algunos sistemas que proporcionan más seguridad. Una buena opción, como dijimos, es adquirir un detector de monóxido de carbono, que tiene un sensor ultrasensible que acciona una alarma en caso de presencia de ese gas. La detección temprana de monóxido de carbono es crucial, ya que la exposición a altos niveles de este gas puede ser mortal. Los detectores de monóxido de carbono desempeñan un papel vital en la protección de la seguridad y el bienestar de las personas.

Los detectores de monóxido de carbono pueden adquirirse fácilmente en ferreterías, locales de artículos para la construcción y equipamiento para el hogar y en plataformas de venta por internet. Existen distintas marcas y modelos.

El detector de monóxido de carbono percibirá este gas y, dependiendo del aparato, pondrá en marcha una alarma o una advertencia de voz para prevenir la inhalación. Su funcionamiento es similar al de los detectores de humo.

Cómo instalar un detector de monóxido de carbono

Al momento de instalarlo, es conveniente hacerlo en los ambientes donde haya artefactos de gas o combustibles, y a una distancia prudencial de los equipos. Un buen sitio es en los dormitorios, ya que si se produce un escape durante la noche oiremos mejor la alarma y reaccionaremos antes. No es recomendable instalarlo donde haya zonas con prolongada exposición al vapor y la humedad, como por ejemplo un baño.

Por otro lado, debe estar colocado en una pared libre de obstáculos y en posición vertical, a unos 30 centímetros del techo si hay un aparato de gas natural cercano, ya que pesa menos que el aire. Los expertos también recomiendan que si no hay ningún aparato de combustión de gas en la misma habitación que el detector o se trata de gas propano o butano que pesan más, debe instalarse a unos 2 metros del suelo.

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Qué hacer cada año para evitar escapes

Más allá de estar prevenidos, es importante actuar anticipadamente para evitar llegar a sufrir una peligrosa pérdida y evitar los accidentes por inhalación de monóxido de carbono. Para ello, los expertos recomiendan una serie de medidas para tomar:

  • Haz revisar una vez al año los artefactos de gas por un gasista matriculado, preferentemente cuando bajan las temperaturas.
  • Coloca rejillas de ventilación permanentes. Son obligatorias para todo artefacto de cámara abierta.
  • La llama del gas siempre tiene que ser azul. Si es amarilla, anaranjada o roja tu artefacto de gas está funcionando mal.
  • Chequea siempre que los conductos de evacuación de gases no estén rotos o tengan obstrucciones.
  • Llama siempre a un gasista matriculado para que verifique los artefactos de gas y las ventilaciones de tu hogar.
  • Las hornallas y los hornos no son para calefaccionar. Eso es peligroso.
  • Si tienes un detector de monóxido de carbono, actívalo siempre.
  • Mantén las hornallas de la cocina limpias de líquidos y alimentos porque eso obstruye los quemadores y genera una mala combustión.
  • Aprovecha al máximo la capacidad calórica de los artefactos, no los tapes con cortinas ni muebles.
  • Los artefactos de gas instalados en baños o dormitorios sólo deben ser de tiro balanceado.
  • Deja siempre una rendija abierta; es importante que haya circulación libre de aire desde el exterior.
  • Si vas a habitar una vivienda que ha permanecido cerrada por mucho tiempo, haz revisar las instalaciones internas por un gasista matriculado.

detector monoxido

  • Busca atención médica inmediatamente
  • Traslada a la persona intoxicada a un área libre de gases tóxicos; preferentemente, llévala a un lugar al aire libre.
  • Mantén a la persona abrigada y recostada.
  • Si la persona está inconsciente, tómale el pulso y cerciórate de que respire.
  • En caso de que haya tenido un paro respiratorio, deberás practicarle reanimación cardio-pulmonar.
  • Asegúrate de que la ambulancia esté en camino.

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