Estables, duraderos y versátiles, los ladrillos pueden parecer modestos y simples pero son uno de los materiales más nobles e importantes en la construcción de casas y edificios. Encontrar el adecuado para tus necesidades no es nada complicado, pero hay muchos tipos de ladrillos diferentes y eso puede confundir un poco. Consejos para decidir.
Lo primero que debes saber es no son todos iguales: algunos están elaborados para que sean el elemento estructural de la casa y otros están fabricados y diseñados para que cumplan, a su vez, un objetivo estético. Cuando se usan correctamente, combinando lo mejor de sus diferentes características y funciones, pueden dar resultados realmente formidables.
Fabricado fundamentalmente a base de arcillas y tierras cocidas, el ladrillo es un material que se usa en la construcción desde hace más de 10.000 años. Además de su gran resistencia a la compresión (algo que los hace sumamente importantes en la estructura edilicia), se comportan de maravillas como aislantes acústicos y térmicos.
Hagamos un repaso de las diversas opciones que existen de este material:
El ladrillo común es el que se elabora artesanalmente con arcilla y tierra. En primera instancia, se genera un barro denso que luego se coloca en un molde y, finalmente, se cocina alrededor de un fuego, en lo que se conoce como “horneada”.
Su uso está muy diversificado en el ramo de la construcción. Dependiendo de cuán cocidos queden al finalizar el proceso de horneado, estos ladrillos tendrán diferentes características:
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Todo este proceso artesanal da como resultado una pieza rectangular de unos 27 centímetros de largo por 5 de alto y 11 de ancho, proporciones que permiten que sean manejados con una mano.
El ladrillo visto es aquel que se elabora especialmente para que quede sin revoque exterior y, de ese modo, puedan ser parte de la estética de la edificación. Para ello, se debe cuidar el acabado de varias de sus caras, lo que permitirá dejarlos “a la vista” una vez colocados.
Una de sus principales fortalezas es que se trata de un material que no requiere mucho mantenimiento, lo que lo hace una de las opciones favoritas a la hora de construir. De todos modos, la incidencia del clima puede provocar hongos, manchas y pérdida de color. Para que no ocurra, solo es necesario protegerlos con productos hidrófugos o hidrorrepelentes, que ayudan a prolongar su vida útil.
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Se trata de un bloque de arcilla cocida que posee perforaciones horizontales o verticales, por lo que su peso se reduce notablemente. Hay dos tipos generales de ladrillos huecos:
Básicamente, los ladrillos huecos se elaboran en tres medidas de ancho, alto y largo: 8x18x33 (para muros de 10cm de espesor); 12x18x33 (para muros de 15cm de espesor) y de 18x18x33 (para muros de 20cm de espesor). Estos últimos pueden ser portantes o no portantes, es decir, que pueden ser los encargados de sostener la casa, dependiendo de qué tipo de estructura sea la elegida para la obra.
Retak es en realidad la marca de una empresa dedicada a la fabricación de un tipo particular de bloques para la construcción, que utiliza un material específico: el Hormigón Celular Curado en Autoclave (HCCA). Este material está dosificado automáticamente en un proceso industrial, donde está sometido a un curado a alta presión que garantiza que se produzcan las reacciones químicas necesarias para la estabilización dimensional del material, confiriéndole además las propiedades termomecánicas que lo caracterizan.
Estos bloques brindan todas las ventajas del HCCA en piezas de dimensiones estudiadas, que permiten ejecutar muros portantes (exteriores e interiores) y tabiques divisorios de simple cerramiento. Estas características, junto a su exactitud dimensional, permiten colocarlos muy fácilmente utilizando una delgada capa de mortero adhesivo, ahorrando tiempo y dinero.
Es un tipo de ladrillo o tejuela cerámica especial, que posee un acabado de textura relativamente lisa y homogénea. Se utiliza generalmente como revestimiento de lugares que estarán sometidos constantemente a altas temperaturas, como por ejemplo parrillas, hornos, hogares y chimeneas.
Por sus buenas propiedades térmicas y por el proceso de fabricación, este material es considerablemente costoso en relación con otro tipo de ladrillos.
Las medidas habituales de las tejuelas refractarias son de 11 cm de ancho x 22 centímetros de largo. Su espesor varía entre 3, 4 y 5 centímetros, dependiendo del lugar donde se vayan a colocar.
Las que van en las paredes pueden ser más delgadas, mientras que, las de mayor espesor, son las indicadas para el piso del hogar o parrillero, donde estará el fuego.
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Este tipo de ladrillo es, en realidad, una pieza de vidrio moldeado a muy altas temperaturas, lo que genera una doble pared vidriada con una cámara de aire en el medio. Esta cámara de aire le proporciona un gran nivel de aislamiento térmico y acústico.
Son muy utilizados para construir franjas de paredes o pisos translúcidos. Tienen diversos diseños y acabados, entre los que puede haber blancos o de color, lisos o con textura y opacos o con transparencia. Podemos encontrar piezas cuyo uso es exclusivo para interiores, mientras que otras resisten la intemperie y son aptas para colocar en exteriores.
Por lo general, estas piezas son cuadradas y vienen de 19 centímetros por lado, alcanzando los 20 centímetros con el pegamento que los une.
Pero, más allá de estas dimensiones habituales, es posible encontrar ladrillos de vidrio rectangulares de 14 x 19. El espesor de los mismos es de 5 centímetros para los de interior y, de 8 cm, para los de exterior.
Con el avance de nuevas tecnologías, se han desarrollado diversos tipos de ladrillos que se corren del uso de los materiales y técnicas tradicionales para involucrarse en modos de producción más atentos al cuidado del medioambiente.
En el marco de lo que se conoce como construcción sustentable, el concepto de “ladrillo ecológico” agrupa a distintos tipos de materiales, con beneficios muy diferentes en cada caso.
De este modo, es posible que te encuentres con ladrillos fabricados con diversos productos, utilizando materiales sostenibles y/o propiciando formas de uso que ayuden a ahorrar energía. Algunos utilizan cenizas, otros vuelven al adobe y hay opciones elaboradas con botellas PET descartadas.
En cualquier caso, es muy importante estudiar profundamente las técnicas apropiadas de construcción para que su función esté garantizada.
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