Envoltorios, bolsas, paquetes, cajas y botellas. La basura que se genera diariamente en nuestras casas es realmente preocupante para un medio ambiente que pide descanso. Se estima que una familia de cuatro miembros genera, a lo largo de un año, aproximadamente dos toneladas de basura y muchos de estos desechos terminan en basurales, en el fondo del mar o en hornos de combustión, provocando aún más daño a nuestro planeta.
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Hoy te damos ideas para hacer manualidades con reciclaje y así reducir la contaminación que generamos colaborando con la ecología de una forma divertida. La idea es poner en marcha nuestra imaginación para darle a estos materiales un segundo uso, una vida nueva, con una función útil y productiva.
La regla de las 3R significa: reciclar, reducir y reutilizar. La mayoría de las veces sólo escuchamos la palabra reciclaje o enfocamos nuestra atención en lo valioso que es reciclar. Sin embargo, también es muy importante tener en cuenta la posibilidad de disminuir la producción de desechos (reducir) y a su vez, buscarles a los generados una nueva vida útil (reutilizar).
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La acción de reciclar, reducir y reutilizar se asemeja un poco al cepillado de los dientes. Desde niño sabés que lavarte los dientes de forma correcta es beneficioso para tu boca, que si no lo hacés las consecuencias pueden llegar a ser muy dolorosas; pero, aun así, hasta que no incorporás la costumbre, es difícil.
Y es que, como todo en la vida, es necesario ser constante con las 3R; para ello, un buen truco es enseñar a hijos, sobrinos, nietos o alumnos a tomar estas acciones desde que son chicos. Una excelente manera de lograrlo es a través de la creatividad y por eso hoy presentamos estas fantásticas ideas de manualidades con reciclaje.
Esta es una de las mejores y más originales formas de acostumbrar a los más chicos a la regla de las 3R. Existen miles de ideas para hacer manualidades así que llegó la hora de poner las manos a la obra.
Con todos los envases que utilizamos a diario, al final de la semana se acumulan decenas de tapas y tapitas. Una opción para poder usarlos y reutilizarlos es creando un gusano para jugar. Lo primero será acumular aproximadamente 25 tapas pero se pueden añadir más o menos dependiendo del tamaño que deseamos que tenga el animal.
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Una vez conseguida la cantidad adecuada, hay que agujerear el centro de la tapa (siempre bajo la supervisión de un adulto porque se necesita un elemento punzante). Una vez agujereados todos los elementos, se ordenan según la combinación deseada: un arcoíris, franjas de colores, tonos iguales, etc. Luego se unen con una tanza transparente que atravesará todos y cada uno de los agujeros. Como extra, la cabeza se puede crear también a partir de tapas o se puede utilizar por ejemplo el plástico de la sorpresa de un huevo de chocolate. Por último llega el momento de personalizar la cara con un marcador indeleble.
Para reciclar las latas de forma divertida, las podemos transformar en un “bowling de latas”. Para ello, es necesario reutilizar más o menos 10 latas. Una vez lavadas y secas, procederemos a pintarlas. En esta parte no hay nada que explicar, simplemente dejar volar la imaginación: de colores fuertes, combinados, con rayas o lunares, cualquier opción es buena. Una vez que la pintura seque, solo falta otorgarles vida a las latas con un marcador. Se pueden poner diferentes caras de enojo, alegría, tristeza, etc. La idea es que se representen todas las emociones. ¿Lo siguiente? Colocarlas en forma de pirámide, conseguir una pequeña piedra o pelota, tomar distancia y a derribar las latas!
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Hacer papel reciclado casero es sencillo, rápido y muy divertido. Al final del proceso resulta un papel con una textura totalmente distinta, mucho más rústica, pero perfecta para libretas o marcos. A diferencia de las manualidades anteriores, ésta necesita alguna herramienta extra: un recipiente grande, batidora y escurridor, una esponja y telas viejas o que ya no uses.
En primer lugar, hay que juntar todo el papel que haya por casa, eso sí, aquel papel que suponga un desecho: revistas, diarios o folletos. Una vez acumulada una buena cantidad de materia prima, la tenemos que cortar en pequeños trozos. Una vez cortado, se deposita en el recipiente y se añade una cantidad de agua caliente que duplique la cantidad de papel, aproximadamente. Es recomendable dejarlo en remojo durante media hora para, después, triturarlo con ayuda de la batidora. Cuando consigamos una pasta homogénea, la extendemos sobre una rejilla o colador con ayuda de una cuchara o rodillo y eliminamos el exceso de agua con ayuda de la esponja.
Por último, solo es necesario esperar a que se seque bien, momento en el cual ya vamos a poder usarlo para crear vistosos marcos de fotos, cubiertas de libretas, cajitas de regalo o cualquier idea que se te pase por la cabeza.
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Como ves, las opciones son muy amplias. El objetivo que se consigue es dar una nueva vida a objetos que, en principio, ya habían cumplido su función. De esta forma, se reducen residuos, se intenta preservar el medio ambiente y se reduce nuestra huella ecológica. Además, llevar a cabo estas manualidades con reciclaje supone una apuesta segura por la diversión, la toma de conciencia y un momento inolvidable en familia.
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