La berenjena es una verdura muy versátil e ideal para incorporarla a diferentes comidas. Hay una gran variedad disponible en el mercado, entre las que se encuentran las moradas, las rayadas y las blancas, entre otras. En general, con todas se pueden hacer las mismas recetas, aunque la mayor diferencia es que las berenjenas largas, chinas y japonesas, son menos amargas.
Recordá que para elegir las mejores berenjenas, tenés que prestarle atención a la piel: lo ideal es que ésta sea bien brillante. Si al tacto está demasiado dura, significa que todavía está verde y va a ser muy amarga. En cambio, si está muy blanda quiere decir que está muy madura y su interior seguro esté lleno de semillas amargas.
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El color de la piel de la berenjena negra y morada se debe a su alto contenido en antocianinas, que son pigmentos que son sensibles al pH del medio de cocción y a la temperatura. Cuanto más ácida sea, más roja es. Si querés conservar el color de las berenjenas de color rosa o morado, dejalas en remojo con agua, sal y un chorrito de vinagre.
En la cocción, especialmente al horno, se produce deshidratación y la piel se puede volver más marrón. Para evitar esto podés cocinarlas a menor temperatura y protegiendo la piel con algún líquido, como por ejemplo con caldo.
Ahora que sabés cómo seleccionar las mejores berenjenas y cómo cocinarlas manteniendo su textura, te acercamos 4 maneras de cocinarlas e implementarlas en recetas riquísimas y súper fáciles.
Berenjenas rellenas
Optá por las que son grandes y ovaladas, para que puedas cortarlas en 2 mitades a lo largo y ponerle una buena cantidad de relleno.
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Lo primero que tenés que hacer es cocinar las berenjenas cortadas al medio, colocarle sal y dejarlas reposar durante media hora. Luego lavalas bien y secalas con un paño, rociale unas gotas de aceite de oliva, sal y pimienta y cocinalas al horno a 200ºC hasta que estén tiernas.
Ahora con una cuchara sacale un poco de pulpa del centro. Esa pulpa podés agregarla a cualquiera de los rellenos que te detallamos debajo.
Opciones de rellenos
- Podés rellenarlas con verduras y hacer con salteado con cebollas, ajíes, tomates, zanahoria rallada, puerros y cualquier otra que sea de tu agrado.
- Distintos cereales pre cocidos como arroz integral, trigo burgol, mijo.
- Legumbres cocidas como lentejas, arvejas, garbanzos, choclo o soja texturizada.
Rellená las mitades de berenjenas con lo que más te guste y agregale tofu por arriba, llevalas nuevamente al horno por unos minutos para gratinar.
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Berenjenas salteadas
Lo mejor es primero hacerlas al vapor, luego cortá las berenjenas en dados y remojalas en un bowl con agua y sal 30 minutos. Lavalas y enjuagalas muy bien. Cocinalas al vapor 6-7 minutos hasta que estén tiernas (pero no deshechas). Después saltealas con aceite de oliva y verduras a tu gusto, como ajo, cebollas ajíes, brotes de soja, repollo y zanahoria cortados en juliana,
Las verduras van a quedar crujientes y las berenjenas previamente cocinadas van a quedar tiernas y jugosas pero sin absorber demasiado aceite.
Berenjenas asadas
Para lograr unas berenjenas súper cremosas, cocinálas enteras al horno, lavalas bien, y secalas. Al asarlas te quedará una pasta blanda por dentro que podés utilizar en diferentes preparaciones:
- Paté vegetal como el babaganoush.
- Puré de papa con berenjenas.
- Salsas para pasta.
- Hamburguesas vegetarianas.
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Berenjenas fritas
Para que las berenjenas no absorban demasiado aceite, la mejor manera es freírlas como milanesas. Cortá las berenjenas en rodajas a lo largo, ponelas en un bowl con agua y sal por media hora. Luego laválas y secálas muy bien, y pasalas por harina, luego por huevo batido y por último por pan rallado.
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Cómo reducir el amargor de las berenjenas
Para reducir su sabor amargo, cortá las berenjenas en dados, en rodajas o por la mitad, colocales con sal y dejalas reposar 30 minutos. Luego de ese tiempo podrás ver como transpiran, eliminando su líquido. Escurrilas, lavalas con agua corriente y secalas con papel de cocina.
Con este método nos quedan unas berenjenas más enteras, que no se deshacen tan fácilmente. Es especialmente recomendable si las querés hacer a la plancha, a la parrilla o en un guiso con más ingredientes.
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