Los argentinos somos fanáticos: tomamos nada menos que 100 litros por año por persona. Y a cada uno le gusta tomarlo a su modo. Amargo, con cáscaras de cítricos, con hierbas y un sin fin de variables. Pero lo cierto es que lo más importante es compartirlo o usarlo de compañero del estudio o del trabajo y disfrutarlo como más te guste.
Sin embargo, hay algunas premisas básicas que nos van a ayudar a que nuestro mate pueda convertirse en el mejor posible, para sacarle más provecho a las incontables virtudes de la yerba y del rito de matear.
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Te contamos cuáles son esos “defectos” que pueden tener tu manera de cebar mates, para que puedas ir puliendo tu técnica y te conviertas finalmente en el cebador más codiciado del grupo de amigos.
Dejar hervir el agua
Si el agua se hirvió, hará que la yerba se queme rápidamente y por otro lado, el agua caliente en exceso no nos dejará disfrutar plenamente el sabor del mate. Si se hirvió no debemos agregarle agua fría porque si bien el agua fría restituye la temperatura global de la masa de agua, de ninguna manera restablece las características fisicoquímicas necesarias para que la yerba se exprese correctamente al cebar el mate.
Cebar mate con agua fría
El opuesto del agua hervida también arruina la experiencia del sabor. Una forma de lograr la temperatura exacta es prestar mucha atención y, cuando la pava empiece a silbar, dejarla unos 10, 15 segundos más y ¡listo!
Usar una bombilla desarmable
La bombilla tiene que ser de alpaca y de una sola pieza. Es decir que no se desarme, porque las que traen rosca a la larga se aflojan y se tapan o peor aún, permiten el paso de pequeños trozos de hoja o de palo. Para limpiarla, hervirla en agua y sal una vez al mes.
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Juguetear con la bombilla
Dejá reposar el agua e introducí la bombilla en la parte húmeda tapando el orificio con el dedo para hacer vacío y evitar que la yerba seca entre por los agujeritos. Es la clave para que no se tape. También hay que hacer una pequeña palanca al meter la bombilla para levantar la yerba que quedo abajo. Y después no tocarla más. Si se mueve la bombilla al cebar o al tomar un mate, se tapa y se arruina el mate.
Elegir mal el recipiente
Es muy importante la forma del mate: debe tener boca ancha y base angosta para lograr cebar gradualmente sin invadir toda la yerba del mate, ofreciendo mates parejos, rendidores y que permitan al consumidor apreciar todos los aromas de la yerba mate. En cuanto a los materiales, el ideal es el vidrio y le sigue la calabaza bien curada.
Lavar el mate
Al mate no hay que lavarlo nunca. No enjuagarlo con agua y mucho menos usar detergente. Para limpiarlo se saca toda la yerba (sin usar la bombilla porque se tapa) y se deja así hasta la próxima ronda.
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