Reciclar es darle una nueva oportunidad a los envases y compuestos orgánicos que desechamos. Es una forma sencilla de contribuir a reducir el consumo de recursos y degradación de nuestro planeta. El problema es que a veces no sabemos cómo reciclar o lo creemos más complejo y lejano de lo que realmente es. Con pequeños cambios de hábitos podemos hacer mucho.
El reciclaje tiene dos momentos fundamentales: la separación de residuos y su reutilización. Si el primer paso no se realiza correctamente, es muy difícil poder reaprovechar los desechos para fabricar nuevos productos o para usarlos como abono en los cultivos. Por eso es importante saber cómo distribuir lo que tiramos en los cestos de basura y sumar nuestro granito de arena al cuidado colectivo de la tierra que habitamos.
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Para cuidar el medioambiente no hace falta hacer algo demasiado complejo ni dedicar mucho tiempo. Bastan pequeños gestos cotidianos para sumarse al cuidado del planeta. Con separar correctamente los residuos que generamos a diario y favorecer que un porcentaje pueda reutilizarse podemos hacer una gran diferencia.
Hay emprendedores que aprovechan los desechos para hacer productos sustentables y el reciclaje es, incluso, una fuente de trabajo para mucha gente. Te contamos paso a paso cuáles son tus posibilidades de contribuir en este proceso.
Lo primero que tenemos que hacer es buscar un espacio cómodo para colocar los distintos tachos de basura. Es fundamental que el espacio no quede lejos de donde se genera la mayor cantidad de residuos del hogar para que se incorpore con naturalidad a los hábitos hogareños.
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Es importante disponer de recipientes para cada tipo de desecho y que estén bien identificados. Se recomienda realizar la separación de residuos por color. Te contamos cómo:
Una buena forma de recordar dónde ubicar cada cosa es imprimir una lista y pegarla en la pared sobre cada uno de los tachos de reciclaje. No es fácil acostumbrarse a separar y cualquier ayuda memoria resulta clave.
Por último, si queremos contribuir al cuidado del medio ambiente, es fundamental reducir los desechos que generamos. Para ello, debemos reaprovechar todo lo que pueda tener un nuevo uso: un buen ejemplo es usar los recipientes de mermelada como vasos. De esta manera, no sólo cuidas el planeta sino que puedes ahorrar un buen dinero.
También podemos consumir en tiendas que fabriquen productos en base a desechos y que reaprovechen los recursos de una forma creativa. Estas empresas contribuyen a un mundo más sustentable y siempre es una buena idea apoyar estas iniciativas.
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Se llama reciclaje orgánico al que proviene de desechos naturales como alimentos y hojas. Estos restos tienen un proceso natural de descomposición, por lo que desaparecen y se reintroducen en el ciclo vital.
Si queremos ir un poco más allá en nuestra contribución con el cuidado del medioambiente, podemos reciclar los residuos orgánicos que generamos en casa para hacer compost o abono orgánico. Es ideal para quienes tienen una huerta en casa, ya que pueden producir su propio fertilizante natural, sin esfuerzo ni gastos extras.
El proceso de descomposición orgánico se puede acelerar para no generar malos olores en la casa. Una opción es enterrar en tierra los restos de frutas y verduras, pero lo mejor es usar contenedores de basura orgánica, también conocidos como composteras.
Una compostera casera es muy fácil de conseguir y permite reciclar la basura orgánica en el hogar. De esa manera, generamos menos residuos y beneficiamos nuestras plantas o huertas con abono orgánico.
Se trata de un fertilizante natural de muy alta calidad que mejora la salud del suelo y de las plantas. El compost no contiene sustancias tóxicas y es muy fácil de usar: se puede mezclar con la tierra de las macetas, distribuir sobre el suelo del jardín o colocar sobre las raíces de las plantas.
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Compartimos algunas claves para hacer abono en el hogar usando una compostera doméstica:
Como explicábamos, cada vez son más las empresas y emprendedores que reutilizan desechos y los convierten en productos y negocios que generan valor al sistema productivo y son una buena fuente de ingresos para muchas familias.
En el país hay empresas, organizaciones civiles y fundaciones que están mirando con sumo interés el reciclaje y todo lo vinculado con la sustentabilidad. Se hacen desde palos de escobas, baldes y palas con tapitas (es muy conocido el caso del Hospital Garrahan) hasta bolsos, carteras, ropa, juguetes y más. Es otra manera de ayudar a que este movimiento en favor del planeta siga creciendo.
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