¡Super Mario! La conmovedora historia de vida del futbolista paraguayo que convirtió un golazo

Cerro Porteño se impuso 3-1 ante Cristóbal Colón, modesto equipo de la tercera categoría del futbol de Paraguay, pero el que se llevó todos los flashes y acaparó la atención de la prensa fue Mario Ricardo, el “10”, capitán del Colón, autor de un gol que recorre el mundo.

La noche del 24 de julio del 2018 será difícil de borrar de la memoria de Mario Enrique Ricardo. Su modesto equipo se enfrentaba al poderoso Cerro Porteño en el Estadio Erico Galeano Segovia, en la ciudad de Capiatá. Pero Mario Enrique Ricardo fue la sensación en el arranque de la competencia al convertir un gol espectacular.

El “Ciclón” paraguayo ganaba 1-0 con un tanto de Nelson Haedo Valdez, un delantero que brilló en grandes clubes de Europa y participó en dos Copas del Mundo. Pero ahí también estaba Mario Ricardo, de trayectoria mucho más modesta, para darse a conocer al mundo.

El número 10 de Cristóbal Colón, club de tercera división, cautivó a todos con su talento y eso dio paso a que los fanáticos conozcan su conmovedora historia de vida

A los 20 minutos de partido, el jugador de Cristóbal Colón burló la marca de Hugo Paniagua con un toque sutil y, sin que el balón toque el suelo, impactó el balón con fuerza para convertir un sublime gol. Fue uno de los mejores goles que se podrá ver este año en el fútbol paraguayo y hasta podría competir por el Premio Puskás de la FIFA (quizás no entre en la próxima gala de The Best pero sí en la siguiente).

Ricardo es ejemplo de vida porque llegó a esta noche soñada con mucho sacrificio y a base de constancia y de no bajar los brazos nunca. El “10” es historia pura en Cristóbal Colón y, pese a la discapacidad que tiene en la vista (perdió un ojo en su infancia al sufrir un accidente), se convirtió en futbolista profesional y hoy su nombre recorre el mundo.

Lógicamente, al jugar en tercera división, tiene otros trabajos. Según el portal Hoy, ayuda a su madre trayendo y llevando verduras desde el Mercado de Asunción para la despensa que tiene en la localidad de Julián Augusto Saldívar, de donde es oriunda su familia.

Su nombre rápidamente se convirtió en tendencia en las redes sociales y varios hinchas pidieron por él para su equipo. Sin dudas, la noche soñada para este goleador de 28 años que ya se ganó sin dudas su propio campeonato en la Copa Paraguay.