A la hora de elegir cómo cuidarte el pelo, es importante saber cuál es tu tipo y qué recomiendan los expertos en cada caso. El tratamiento que uses va a ser más efectivo si usás los productos adecuados para sus características y necesidades. Con esta simple guía, podrás distinguir los diferentes tipos de cabello y entender cómo cuidarlo para mantenerlo suave y brilloso.
Las clasificaciones más técnicas pueden ser complejas, pero se las dejamos a los estilistas. En este caso, como nuestro objetivo es detectar el tipo de cabello para seleccionar el mejor tratamiento, basta con entender que las distinciones tienen que ver con tres factores:
Las glándulas sebáceas son las que generan el sebo, que tiene la función de lubricar, hidratar y proteger la piel. En el cuero cabelludo, las glándulas son más grandes y numerosas que en el resto del cuerpo. Según la cantidad de sebo que produzca la persona, podemos distinguir cuatro tipos de pelo: normal, graso, seco o mixto.
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Cuando hablamos de la forma del cabello, nos estamos refiriendo a la estructura del folículo capilar. Si ese tubo es redondo, la persona tendrá pelo lacio. En cambio, si el folículo tiene forma elíptica, achatada o asimétrica, definirá un pelo ondulado o rizado.
En este punto, la queratina también juega su papel. Esta proteína fibrosa está formada por enlaces de aminoácidos que crean una cadena resistente. Si estos puentes se organizan de manera recta, el pelo será más lizo; si la conexión es en diagonal o sin un patrón definido, se verá un cabello más rizado.
Por último, en función de la resistencia, el pelo puede ser fino o grueso y esto dependerá de la mayor o menor presencia de queratina. El cabello fino tiene aproximadamente un 50% menos de proteínas que el grueso.
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Rulos indomables, puntas resquebrajadas y mechones de pelo graso dejarán de ser un problema si aprendés algunos trucos. Una vez que tengas claro cuál es tu tipo de cabello, vas a poder elegir los procedimientos y productos correctos para mejorar su aspecto, forma y resistencia.
Te mostramos los mejores tratamientos para tu pelo y cómo realizarlos.
Una producción equilibrada de sebo ofrece un pelo brillante, fácil de peinar y sin puntas florecidas. Es un tipo de cabello que puede resultar “ideal” por sus características, ya que no presenta demasiadas exigencias ni dificultades a la hora de arreglarlo.
Sin embargo, para que se mantenga saludable y luminoso, es bueno que le demos un cuidado especial. Las recomendaciones para conservar la belleza de tu pelo normal son:
El motivo que hace que un pelo se vea graso es el trabajo excesivo de las glándulas sebáceas. Como dijimos anteriormente, la producción de sebo lubrica nuestro cuero cabelludo. Si estas glándulas sintetizan más de lo necesario, se genera mucha grasitud y eso hace que el cabello tienda a pegarse y a formar mechones separados unos de otros. Además, hace que se vea mucho más opaco de lo deseado.
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Usar shampoo para cabello graso te ayudará a contrarrestar esa secreción abundante y a lograr un pelo más maleable y brilloso. Además, será importante que te laves la cabeza todos los días si lo ves necesario. Lo ideal es hacerlo por la mañana ya que las glándulas están más activas durante la noche.
Existen muchos productos capilares para mejorar el equilibrio en la secreción de sebo. Por ejemplo, aquellos a base de ortiga, romero o camomila ayudan a regular la producción de grasa capilar. Siempre es mejor evitar productos muy cremosos, aceitosos o las siliconas.
Otro buen remedio es aplicarte una mascarilla de arcilla: con el cabello húmedo, usá un pincel para repartir la arcilla sobre el cuero cabelludo. Dejá actuar entre 15 y 20 minutos y enjuagá con abundante agua a temperatura ambiente. Cuando termines, usá la toalla para eliminar la humedad y secá con secador evitando la planchita en esta ocasión. La máscara se encargará de absorber la grasa sobrante de tu pelo.
En este tipo de cabello, la producción de sebo es mínima. En consecuencia, encontramos un cabello quebradizo, opaco y con puntas abiertas.
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La solución a los problemas que trae el pelo seco viene de la mano de una mejor nutrición para el cabello. Para lograrlo, vas a tener que adoptar una rutina de tratamiento diaria que te ayude a devolverle elasticidad y fortaleza tus folículos capilares.
Hay muchos productos indicados para pelo deshidratado y frágil que se pueden conseguir en distintas presentaciones: ampollas, máscara o sérum para cabello seco.
Las recomendaciones son:
El pelo mixto es un caso particular. Las glándulas secretan una cantidad de sebo equilibrada y las raíces se muestran de tipo normal; en cambio, en las puntas el pelo se ve resquebrajado y seco.
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La plancha y el secador son enemigos de este tipo de cabello, ya que incrementan fácilmente el daño y la sequedad en las puntas. Una buena forma de mejorar estos problemas es usar una crema de tratamiento con queratina para el cabello. Esta proteína te ayudará a nutrir y reparar los daños y tu pelo lucirá mucho mejor. Para aplicarla seguí los siguientes pasos:
Te recomendamos usar esta crema de tratamiento con queratina una vez por semana y complementar con shampoo y acondicionador para cabello dañado.
Este tipo de pelo se distingue por ser brilloso, con caída y sin ondulaciones. Lo más importante es que lo cuides de la resequedad y las puntas abiertas, ya que son la principal problemática del cabello lacio.
Para hacerlo, te recomendamos usar mascarillas para el pelo: una solución práctica, fácil y efectiva. Al utilizarlas, vas a lograr hidratar tu cabello, logrando que recobre la humedad, brillo y suavidad.
Para aplicar las máscaras tenés que seguir estas instrucciones:
El pelo ondulado tiene fama de ser complicado y difícil de llevar, pero, si lo cuidás correctamente, las ondas o espirales que lo caracterizan hacen que sea un tipo de un cabello muy cómodo y maleable. Lo primordial para mantenerlo sano es prestar atención a la sequedad y el frizz.
Para cuidar tu pelo ondulado, el sérum es una gran opción. Estos productos son excelentes para nutrir y disciplinar tus ondas, eliminar el frizz y ayudarte a obtener mejores peinados.
La aplicación es simple: se coloca sobre el cabello húmedo o seco. Masajeá en el largo,concentrándote en las partes con más frizz para lograr el efecto deseado.
Hay varios tipos de sérum. Algunos muy usados son el de uva y lavanda y el de aceite de argán.
Usualmente este tipo de pelo es el más voluminoso. Los rulos son difíciles de manejar y propensos a los enredos, pero, si los mantenés bien hidratados, estarán definidos y tu pelo se verá ágil y prolijo.
Un buen tratamiento para tu pelo rizado es la utilización de shampoo y acondicionador con aceite de amla. Este aceite tiene un alto contenido de vitamina C y es muy utilizado en la industria cosmética.
Para el mejor uso de estos productos deberás:
Es un pelo delicado, con tendencia a lucir aplastado y perder volumen. Además, es más propenso a romperse o resquebrajarse ante los cambios de clima o ante exposición al calor o productos químicos fuertes.
Una buena idea para este tipo de pelo es realizar tratamientos bastante naturales. Por ejemplo, una mascarilla de aceite de almendra y huevo. La preparación se hace colocando 1 huevo y 4 cucharadas de aceite de almendras en un bol, mezclando hasta integrarlos bien.
Con el cabello húmedo, tendrás que aplicar el preparado desde la raíz hasta las puntas. Masajeá con suavidad durante 5 minutos y después dejá que actúe por media hora. Por último, retirá todo con agua tibia. El enjuague tiene que ser bueno para que no queden restos de aceite en el cuero cabelludo.
También pueden usarse otros aceites como el de coco, jojoba o ricino. Son opciones que, al aplicarlos una o dos veces por semana y masajeando bien el cuero cabelludo, colaborarán a mejorar el aspecto de tu pelo fino.
Si tenés pelo grueso, el asunto va a ser más fácil que con el fino. Sin embargo, aunque luzca siempre con volumen y fuerte no se trata de un pelo perfecto y también requiere cuidados especiales.
Sea cual fuere tu tipo de pelo, no estará exento de la tan temida caída de cabello. Si se te cae el pelo o no crece con la fuerza que te gustaría, una buena opción es suplementar la nutrición de tu cabello con vitaminas para el pelo.
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Complejos vitamínicos con base de Biotina te van a ayudar a incrementar el crecimiento del cabello, evitar la caída y dar volumen y fuerza al pelo dañado. Se pueden incorporar en forma de shampoo, mascarilla o cápsulas. Muchos de los suplementos combinan la Biotina con vitaminas del complejo B, aminoácidos y aceites esenciales que potencian sus bondades y refuerzan los efectos.
Seco y con rizos, lacio y graso, fino y mixto, grueso y ondulado. Cualquiera sea tu tipo de cabello, todos necesitan atención y cuidado para mantenerse sanos y brillantes. Ya podés poner manos a la obra y elegir el tratamiento ideal para lograr un pelo más luminoso, fuerte y sedoso.
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