En un geriátrico de Tandil volvieron los abrazos: el ingenioso método para combatir la tristeza

Una hogar para adultos mayores ideó un sistema con un panel de nylon y mangas de plástico para que los familiares puedan abrazar a sus seres queridos.

La idea ha circulado en otros lugares del mundo y el Hogar Reminiscencia de Tandil recogió el guante y utilizó un ingenioso método para permitir que los adultos mayores que residen allí puedan volver a abrazarse con sus seres queridos.

A través de un sistema casero, eliminaron el riesgo de contagio por coronavirus, y permitieron que los familiares pudieron visitarlos y abrazarlos durante esta semana.

Abrazar como sea

Quiero estooooo

Posted by Por El Mundo #BuenaVibra on Saturday, May 16, 2020

 

En una de las puertas se colocó un panel de nylon con mangas de plástico para que, a través de ellas, quienes visiten a los adultos mayores puedan estirar sus brazos y juntar los cuerpos.

La iniciativa se viralizó rápidamente por los medios locales y luego a través de las redes sociales. Anahí Soulié, dueña de la residenci, explicó: “Lo saqué de Internet, miré unos geriátricos en España que lo tenían y nos pusimos en campaña. Lo estudiamos bien, estuvimos dos días mirando que no entrara aire. Sabemos que estéticamente no es lindo, pero queríamos que estuviera firme, adaptándolo a la puerta”.

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En diálogo con El Diario de Tandil, agregó: “Acá somos 20 personas trabajando, pasamos a ser sus familias, nos tuvimos que adaptar a ser peluqueras, manicuras y todo para dejarlas conformes. Hicimos juegos, gimnasia, pero ya los últimos días no nos querían ni ver, estaban cansadas de nosotros”.

“Para las abuelas se están haciendo muy difíciles estas últimas semanas, extrañan mucho. Un día de ellos es como si fuese un año. Algunas nos planteaban que les digamos qué pasó con sus familias, porque veían que pasaban autos y gente caminando, mientras ellas no podían ver a sus hijos”, señaló.

“La tecnología para ellos es algo muy lejano. Hay abuelas de 102 años, de 98, de 80, es gente muy grande. No entienden que en un teléfono se pueda ver a la persona, a la edad que tienen van perdiendo la vista y el oído. Entonces no reconocían las voces de sus familiares por teléfono, por ejemplo”, explicó al medio local El Eco la propietaria del lugar.

 

“Fue una manera de devolverles algo de lo mucho que nos dieron. Esto está también para los demás abuelos, me gustaría que en los otros hogares también tengan la posibilidad de compartir esto. Que vengan, que pregunten, que acá vamos a estar para contarles lo que nosotros hicimos”, destacó Soulié.

También relató: “Tengo el primer video, lo miro todos los días y es mucha emoción. Amo este trabajo, vengo contenta a mi casa. Durante estos tres meses he dejado a mi familia de lado por estar acá y no me arrepiento porque esto me da una gran satisfacción. Con mi equipo le metemos muchas ganas, porque los abuelos lo están sufriendo mucho, nosotros tenemos la posibilidad de salir pero ellos están prácticamente presos, más allá del cariño que nosotros les podamos dar”.

 

En cuanto a los controles médicos, la propietaria de la residencia indicó que “el Municipio está muy estricto con eso. Nosotros tenemos controles en la semana. El médico del hogar tiene que evaluar cada paciente y nosotros tenemos que mandar un mail. Todas las semanas se debe hacer eso. Se dispuso una pieza de aislamiento por cualquier cosa, por ejemplo”.

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