Llegar a fin de año sin pilas es lo más normal que nos puede ocurrir luego de atravesar un 2021 que fue especialmente ajetreado y cargado de rutinas totalmente modificadas con motivo de la continuación de la pandemia de coronavirus. Pero si logramos revertir la ecuación y pensar en las fiestas de Navidad y Fin de Año en modo de esperanza y celebrar la vida, es un buen método saber cómo encarar las fiestas con el mejor estado de ánimo, nos ayudará a recargarnos de paz, serenidad y buena vibra.
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Intenso, vertiginoso y agotador, el 2021 fue un año donde cambiamos ritmos, lugares de trabajo y empezamos a volver a una especie de nueva normalidad. De por sí diciembre es un mes lleno de despedidas, fin de cursos, de exámenes, presentaciones laborales, balances personales, aunque este año todo esto fue virtual y quizás lo siga siendo por un tiempito más, tanta pantalla y poco contacto con nuestros seres queridos, nos superó.
Por eso la llegada de las fiestas de fin de año nos puede agarrar con el ánimo por el suelo y pocas ganas de celebrar. Veamos cómo podemos revertir esta situación y pasar las fiestas con la mayor alegría y buena onda posible.
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Todos los años nos pasa lo mismo, los últimos meses, sobre todo en diciembre hacemos un balance general del año donde repasamos todos los logros, fracasos y deseos sin cumplir, eso a veces nos carga un poco de angustia y frustración.
Así, también las fiestas nos enfrentan con las pérdidas; en la mesa se nota quiénes faltan, un ser querido que falleció o una pareja que ya no está. Cuesta aceptar y tolerar la pérdida, nuestra cultura exige “buena onda”, seguir incansablemente y rendir cada vez más.
Es muy común escuchar frases del tipo “me acostaría a dormir el 23 de diciembre y me levantaría el 02 de enero”, esto refleja el estrés que generan las fiestas, calma emocional que se recupera una vez que pasan.
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Lamentablemente es real y tiene que ver con una alteración en el estado de ánimo. Los síntomas más frecuentes que la caracterizan son angustia intensa, ansiedad, pérdida del interés por el exterior, sensación de que la vida no tiene sentido, alteraciones en el sueño, en la comida y en las funciones cognitivas y todo esto puede ocasionar problemas en la salud de nuestro corazón..
Es importante remarcar que la depresión es un trastorno constante, y nada tiene que ver con este sentimiento que invade a algunas personas en esta época de fin de año. En estos casos temporales, hablamos de un estado de ánimo depresivo, triste o nostálgico que, como su nombre lo indica, es un sentimiento pasajero y no se trataría de una patología o enfermedad. Una depresión, en cambio, es un trastorno que cuando llega se queda y cuesta superarla.
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Por eso, desde la Fundación Cardiológica Argentina comparten algunos consejos para disfrutar de estas fiestas con el mejor estado de ánimo:
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Para finalizar, siempre es bueno pensar que para lograr una vida más sana y feliz es necesario tener proyectos en el futuro y construir diariamente los sueños, ya que la vida está adelante y no atrás. Cuidemos nuestras emociones y a nuestro corazón.
¡FELICES FIESTAS!
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