El sistema que implementó Bélgica de colocar un “Buzón para abandonar bebés”, es una idea bastante controversial. Mientras muchos aseguran que da la oportunidad de ser irresponsable, para el Estado de Bélgica no es así y plantean que su intención es poder garantizar a los pequeños un mejor futuro con una familia adoptiva, y a las madres biológicas les brinda la oportunidad de vivir la vida que desean sin afectar la de un tercero.
Por este motivo en el año 2019 se colocaron estos espacios en este país, donde de forma anónima las madres pueden dejar a sus pequeños a cargo del Estado.
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Por ahora, el alcalde de Amberes, Bart De Wever, hizo un espacio en su casa donde recibió a un pequeño al que llamó “Finn”, al cuál le prometió que nunca le faltará nada. El niño había sido dejado en uno de estos buzones.
De todas formas ocurrió algo curioso desde que se implementó este sistema y es que hasta el momento no se había presentado ningún caso, siendo el primero conocido, el niño que recogió el alcalde de Amberes, Bart De Wever.
“Por ahora, soy el guardián de este pequeño milagro. Mis hijas lo llamaban bebé Finn. Al pequeño Finn no le faltará de nada”, comentó el alcalde.
A través de su cuenta de Facebook, el alcalde compartió una imagen con el pequeño, junto con un mensaje a la madre biológica del bebé, donde le expresa que si ella desea ser parte del proceso de crecimiento, podrá hacerlo. Aunque por ahora está en manos del Estado y ellos se encargarán de encontrarle una familia que lo adopte y le dé todo el amor que necesita, el alcalde se comprometió a protegerlo.
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Este sistema de “abandono” fue creado por la fundación Moeders voor Moeders (De madres para madres), y desde el año 2000 han logrado acoger alrededor de 19 bebés.
La intención de este proceso, es que todo sea de forma anónima, para que no exista ningún tipo de juicio social. La única forma de que ellas sepan de quién es el bebé, es que la madre se coloque en contacto con la fundación.
Les dan la opción a la madre biológica de colocar una pieza de un rompecabezas al lado del bebé, para poder identificarlo en el futuro y tal vez ser partícipe de su vida
Además de este buzón, en varios países de Europa se colocaron este tipo de buzones con grandes resultados positivos para los niños que luego fueron adoptados por familias. En el año 2020 se colocó uno en Bruselas, en el distrito de Evere, también en Suiza y Alemania.
El sistema es polémico, pero comparado con la burocracia que existe en Argentina para lograr la adopción de niños, donde cada vez hay más familias deseosas de tener un hijo y no pueden por otros métodos, hace dudar. A la vez hay tantos niños abandonados y en estados de vulnerabilidad atroz, esperando una familia que les brinde amor y protección.
Queda abierto el debate. Es para pensarlo.
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