No se necesita ningún tipo de magia, cartas del Tarot o hipnosis para poder saber si el matrimonio en el cual uno está tendrá futuro o no a largo plazo. Es importante prestarle atención a las pequeñas señales del día a día, y así por orientar mejor el rumbo de la relación.
Es un hecho que el matrimonio no es para todos, pero, para quienes sí lo es, esto es una lucha constante. Esto no quiere decir que se tenga que estar peleando todo el tiempo y hacer un esfuerzo sobrehumano para mantener algo que no funciona, sino que es un punto en el que hay que esforzarse todos los días, en especial si hay señales de que puede ser algo realmente bueno y duradero.
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Pero, ¿cómo se puede saber si un matrimonio o una relación van a durar y vale la pena invertir todo ese tiempo y esfuerzo? Afortunadamente, muchos psicólogos y expertos han hablado al respecto y han identificado algunos puntos importantes.
No quiere decir que tu pareja tenga que ser tu única prioridad, sino que, ante un mundo lleno de pendientes, planes, responsabilidades y necesidades, las necesidades de los dos son las más importantes y las que se atienden primero.
Esto es esencial, ya que ayuda a que trabajen juntos como pareja y a que sean que, pase lo que pase, nunca se van a quedar en segundo plano, y esto no va a llevar a que existan problemas, conflictos o necesidades sin resolver. Se trata de hacer tiempo para el otro y asegurarse de que la relación no se vaya descuidando.
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Hay muchas cosas en las parejas deben pensar de maneras similares, por ejemplo, deben estar en la misma página en cuanto a los planes a futuro, las cosas importantes, el estilo de vida que quieren tener y lo que consideran esencial dentro de la relación.
Lo que pasa es que, si los planes son muy distintos, todo puede acabar en desastre, como cuando alguien quiere una vida llena de viajes y movimiento, y otro prefiere quedarse en casa y echar raíces en un solo lugar, o cuando alguien quiere muchos hijos, pero el otro no.
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Las relaciones se construyen con muchas cosas, pero la comunicación es un elemento esencial que puede ayudar a fortalecer vínculos, a resolver conflictos y a construir algo más duradero y estable.
La comunicación debe ser clara, honesta, transparente, debe partir de un lugar de respeto, y siempre debe dejar espacio para que todos puedan decir lo que necesitan, sabiendo que van a ser escuchados y que no se les va a juzgar por lo que digan.
Hay que aceptar que las personas tienen pasados, tienen fortalezas, debilidades, cosas que vas a amar y cosas que no te van a gustar tanto. Todo esto es normal y no hay una sola persona que no tenga eso, el problema es cuando no se aceptan las diferencias, el pasado y cada elemento del otro, ya que esto puede ser un motivo de roces y conflictos.
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Las parejas duraderas son las que se conocen bien y se aceptan completamente, con lo bueno y lo malo.
Cosas como celebrar los éxitos del otro, estar ahí cuando no salió tan bien, ser un punto de apoyo en las buenas y en las malas, es otra de las señales de una pareja comprometida y de que un matrimonio tiene lo necesario para durar.
Esto se trata de demostrarle al otro que no se va a quedar abandonado cuando tiene un problema, o que no puede compartir sus éxitos para no despertar celos en el otro, y quiere decir que pueden depender completamente de su pareja, lo que da más seguridad.
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