Después de más de una década de planificación, el Louvre de Abu Dhabi ha anunciado que finalmente abrirá sus puertas al público el 11 de noviembre de 2017. Diseñado por el arquitecto francés Jean Nouvel, el tan esperado proyecto ha sido concebido como una “ciudad museo” que comprende 55 edificios individuales, incluyendo 23 galerías.
Haciendo referencia a la arquitectura emirati tradicional, el diseño aparece como una serie de estructuras blancas simples que imitan los asentamientos de baja altura comunes en la región.
Coincidiendo con el anuncio, el Louvre Abu Dhabi ha lanzado nuevas imágenes del edificio. La pieza central del ambicioso esquema es una enorme cúpula -de 180 metros de diámetro- que parece flotar sobre todo el museo.
“Es bastante raro encontrar un archipiélago integrado en el mar. Es aún más raro ver que está protegido por una sombrilla creando una lluvia de luz” dice Jean Nouvel, el arquitecto a cargo de este nuevo edificio.
Esta compleja estructura geométrica comprende 7,850 “estrellas”, repetidas en varios tamaños y ángulos en ocho capas diferentes. Cuando el sol pasa sobre la cúpula, los filtros de luz a través de las perforaciones crean un efecto al que los diseñadores llaman la “lluvia de luz”.
“Se quiere crear un mundo acogedor que combine serenamente la luz y la sombra, la reflexión y la calma. Desea pertenecer a un país, a su historia, a su geografía sin convertirse en una traducción plana, el pleonasmo que se traduce en el aburrimiento y la convención. También tiene como objetivo enfatizar la fascinación generada por los encuentros raros” comenta Nouvel.
A todos los climas les gustan las excepciones. Más cálido cuando hace frío. Más fresco en los trópicos. La gente no resiste bien el choque térmico. Tampoco las obras de arte. Tales observaciones elementales han influido en el Louvre Abu Dabi. Al menos eso explican sus autores, los proyectistas del estudio del arquitecto francés.
La cúpula está soportada por cuatro parantes permanentes, aunque invisibles, cada uno a 110 metros de distancia. La elevación interior es de 29 metros desde la planta baja hasta la parte inferior del revestimiento, mientras que el punto más alto de la cúpula es de 40 metros sobre el nivel del mar y 36 metros sobre el nivel del suelo.
En la noche, el pabellón forma miles de estrellas, que son visibles desde dentro y también por fuera. La posibilidad de acceder al museo en barco o la búsqueda de un pontón para llegar a él a pie desde la orilla es extraordinario, mucho más que ser acogido como un visitante muy esperado dispuesto a ver colecciones únicas, persistir en las librerías tentadoras, o degustar tés locales, cafés y manjares.
“El Louvre de Abu Dhabi se convierte en el destino final de un paseo urbano, un jardín en la costa, un refugio fresco, un refugio de la luz durante el día y la noche, su estética consistente con su papel como un santuario para las obras más valiosas de arte” explican los arquitectos.