Pocas cosas son más molestas que toparnos con la imposibilidad de abrir una puerta por problemas con la cerradura. Por eso es clave respirar hondo y tomarse el tema con calma para no empeorar las cosas rompiendo algo. Te enseñamos cómo abrir una puerta trabada o destrabar una cerradura sin ayuda de un experto y sin generar daños que te terminen costando muy caros.
Si bien los cerrajeros son los expertos en la reparación de cerraduras para casas, negocios y hasta autos, hay muchas cosas que podemos hacer para solucionar este tipo de problemas nosotros mismos. Veamos cómo destrabar una puerta sin romperla ni aumentar los gastos.
También puedes leer: Tipos de puertas: opciones para interior y exterior
El primer punto a tener en cuenta es que cuando una cerradura empieza a fallar es importante repararla lo antes posible, porque en algún momento dejará de funcionar y te creará problemas.
Es bueno conocer qué tipo de problemas son los más habituales en las cerraduras domésticas, cuáles son sus causas y cómo solucionar el tema. Veamos paso a paso cómo destrabar una cerradura.
Veamos cómo destrabar una cerradura con la puerta cerrada y qué trucos puedes usar para resolver rápido el problema.
Hay diferentes métodos que podemos usar cuando tenemos que abrir una puerta trabada. Veamos cuáles son:
Puedes leer: Tipos de cerraduras para proteger lo que más quieres
El método palanca es uno de los métodos más sencillos para destrabar cerraduras en casos de emergencia. En primer lugar, debemos fijarnos en la cerradura y buscar el punto donde se ajusta el pestillo con el marco y hace el cierre.
Una vez encontrado ese punto debemos conseguir el objeto con el que vamos a realizar la palanca: puede ser simplemente una tarjeta o un cuchillo de cocina con punta.
A continuación, lo que debes hacer es ir insertando el objeto en el hueco que queda entre el pestillo y la puerta. Para esto, debes ir pasándolo cuidadosamente, tratando de mover el pestillo que deja la puerta asegurada.
Lo que puedes hacer es usar un cuchillo de los que se usan para untar, que son más duros, y hacer palanca en el pestillo. En estos casos tienes que ser cuidadoso, evitando romper la madera de la puerta o del marco.
También puedes leer: Cómo convertir tu hogar en una casa inteligente
Si la cosa viene complicada, quizá lo mejor sea sacar la cerradura vieja y comprobar si se puede lubricar y recuperar. Para hacerlo tienes que buscar los tornillos que mantienen la cerradura en su posición. Una vez localizados, tienes que retirarlos desde un solo lado del picaporte o del pomo para desmontar la cerradura por partes.
Una vez que saques desde un lado podrás ver el sistema interior. Lo que resta es simplemente retirar desde el otro lado para que logres desmontar la cerradura completamente.
Una vez quitada la antigua cerradura, puedes probar de arreglarla lubricándola para que su mecanismo funcione mejor o directamente colocar una nueva. El procedimiento es realmente muy sencillo.
Basta con colocar la nueva en el espacio donde estaba la anterior y volver a ajustarla con los tornillos adecuados. La única consideración que tienes que tener es la de comprobar que el tamaño sea el que corresponde a la cerradura que retiraste.
Para afinar detalles y dejar todo impecable, fíjate si al retirar la cerradura la puerta tiene la madera gastada o rota en algún sector. De ser así, puedes aplicar masilla, dejarla secar y luego instalar la nueva cerradura.
Puede ocurrir en algunas ocasiones que la puerta se trabe por problemas ajenos a la cerradura. Puede ocurrir por desperfectos de las chapas u hojas de la puerta o por problemas en el marco.
Para saber cómo destrabar una puerta deformada o que tiene algún otro problema que no nos permite abrirla, deberemos conocer un poco más sobre el sistema de bisagras que posee. De esta manera podremos sacar la puerta evitando dañarla.
Para poder hacerlo tenemos que desarmar las bisagras. Aunque suene complicado, es algo bastante sencillo de hacer. Es importante saber que la mayoría de las puertas poseen como bisagras dos hojas metálicas y planas, que se unen gracias a una clavija o perno que se aloja dentro de dos tubos cilíndricos huecos.
Para sacar la puerta solo tenemos que quitar las clavijas que unen las hojas de las bisagras. Para sacarlas, solo hay que colocar un destornillador debajo de la tapa o cabeza que oculta el perno y luego hacer palanca hacia arriba hasta sacarla.
Allí vas a ver el perno y puedes comenzar a retirarlo con las manos o con una pinza. A continuación, debes hacer lo mismo con la bisagra siguiente. Luego de sacar los pernos, ya se puede retirar la puerta. De ser necesario, esto permitirá también acceder fácilmente a la cerradura.
Puedes leer: La heladera no enfría: posibles causas y soluciones
Este es uno de los problemas más frecuentes. Ante esta situación, lo que hay que hacer es tirar con mucho cuidado de la llave sin hacer palanca para no doblarla, de lo contrario se puede llegar a romper adentro y eso agravará el caso.
Agarra lo mejor posible la llave y tira con fuerza hacia tu posición. Moverla de lado a lado, pero con mucha suavidad mientras haces esto, te puede ayudar a extraerla. Si te resulta difícil agarrarla para sacarla, puedes utilizar unas tenazas.
A veces nos ha pasado que la llave no gira en la cerradura para ningún lado. En estos casos, lo primero que debes hacer es quitar todo el sistema de la cerradura vieja, como explicamos anteriormente y, luego, con una lima de metal, “comer” un poco la boca donde se introduce la llave.
Esto ampliará el hueco, lo que te permitirá introducir la llave correspondiente, pero en posición invertida, es decir, boca abajo. Estando en esa posición deberás girarla. Así se corregirá el mecanismo de la cerradura destrabándose.
Puedes ver: Cómo colocar una puerta corrediza paso a paso
Para seguir leyendo:
Utilizamos cookies de terceros para mostrar publicidad relacionada con tus preferencias. Si continúas navegando consideramos que acepta el uso de cookies. Puede obtener más información en:
Politica de Privacidad