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Tradición navideña: regalar una bombacha rosa y estrenarla esa noche

En torno a las fiestas hay muchas costumbres y leyendas. Conocé una linda y divertida tradición navideña.

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Culottes, vedetina o colaless. Lisas o con diseños. Con detalles de encaje o simplemente de algodón. Las variantes no importan, lo que sí importa, casi como un mandato, es que la bombacha rosa esté al pie del arbolito durante la Nochebuena. De dónde surge la tradición navideña de regalar la bombacha rosa y por qué estrenarla esa noche.

Tradición navideña

Y ahí es cuando surgen las dudas, que son muchas. ¿Se regala el 24? ¿Se estrena el 25 o en la noche de Año Nuevo? ¿Nos traerá buena suerte, dinero o un novio? ¿Hay que regalársela sólo a las solteras? ¿O vale, también, para una noche de pasión de a dos? Las respuestas son diferentes y muy variadas; las certezas, pocas. Veamos.

“Bombacha clásica o sofisticada, lisa o estampada; cualquiera sirve… Lo importante es que sea rosada”, dice el dicho

Hay un mandamiento, nunca escrito pero aceptado por todos, que dice: “Regalarás una bombacha rosa a todas las mujeres con las que compartas la Navidad”. Y para explicarlo, hay diversas teorías, por ejemplo para algunos:

  • Se vincula al Cristianismo y a la costumbre de prender una vela rosa el tercer domingo de Adviento, para representar la alegría que representaba el nacimiento de Jesús.
  • Para otros, es un ritual que tiene un origen absolutamente pagano, vinculado a la fertilidad y la procreación.
  • Otros totalmente alejados de toda connotación religiosa, se acercan mucho más en el tiempo y ligan este hábito a la Belle Epoque y sus excéntricas fiestas, en las cuales la consigna era vestirse de rosa, bien al estilo navideño, e incluyendo la ropa interior.

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Ahora es cuando aparece otra pregunta clave: ¿Cuándo se regala? y ¿Cuándo hay que estrenarla? 

Como en muchos aspectos de la vida, acá existen dos posibilidades. Se puede estrenar el 25, dándole un sentido de fertilidad, o durante la noche del 31, para empezar un año pleno de amor y prosperidad.

Sea cual sea la explicación de este mito… ¡Nadie duda que este es un buen regalo!

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