Para la hora de la merienda se puede optar por muchas recetas para picotear algo dulce y rápido de hacer. Desde galletitas y bizcochitos hasta budines o muffins rellenos de dulce de leche. Hot compartimos una receta muy sencilla de bizcocho con mermelada que te puede salvar en más de una ocasión.
Esta es una receta que te ayuda a reciclar los ingredientes y alimentos que te pueden haber quedado sin usar. Además de lo fácil y rápido que se hacen, estos bizcochos quedan muy bien para merendar o desayunar con cualquier relleno que le quieras poner.
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Es una buena alternativa cuando te sobraron un par de tapas de empanadas y no sabes qué hacer para aprovecharlas, o incluso cuando se te parte la tapa para tartas pero no la querés tirar.
Lo que hay que hacer es, en el caso de las tapas de empanada, es tirarles un poco de harina y en una mesada limpia espolvorearles un poco de harina para que no se peguen. Con un palo de amasar hay que estirarlo bien para aprovechar al máximo la masa, y así con cada una de las tapas que queramos utilizar. Luego viene la parte del armado, en donde hay que cortar en pequeños trozos la masa.
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Esto se puede hacer con los moldes para preparar galletitas o bien hacer a ojo con un cuchillo. En caso de que te hayan quedado partes rotas de una tapa de tarta, hacés el mismo procedimiento y estiras cada una de las partes para poder hacer varios bizcochos.
Después hay que colocarles el relleno y cerrarlo para que, al hornearse, no se salga. Se le puede poner mermelada del sabor que más te guste o bien cualquier otro relleno dulce que se te ocurra. Podés agregarle membrillo, dulce de leche, pequeños pedacitos de chocolate amargo, queso crema, hasta cuadraditos de batata.
Es una receta para ponerse creativos y jugar armando la forma de cada bizcocho. No necesariamente tienen que ser todos iguales. Se pueden hacer algunos cuadrados, circulares, en forma de triángulo y hasta como pequeñas empanaditas dulces.
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Una vez hecho la forma del bizcocho, rellenarlo y cerrarlo como más queramos (haciendo un repulgue o pisando con un tenedor), hay que llevarlo a una bandeja para horno con aceite. Por encima se los puede humedecer con un poco de huevo, o con la misma mermelada, y espolvorearles un poco de azúcar para que queden aún más ricos. También les podés echar chips de chocolate, granas de diferentes colores o azúcar impalpable.
Ahora solo queda llevar la bandeja al horno durante unos 15 minutos hasta ir viendo que los bizcochos comienzan a dorarse. Es importante acordarse de darlos vuelta para que se logren cocinar de ambos lados y queden crujientes.
Pasado ese tiempo, hay que sacarlos del horno, esperar unos minutos a que se enfríen y servirlos para merendar con un café, un mate, un té o con cualquier acompañamiento. ¡A comer!
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