Las iniciativas de conciencia ecológica se comparten cada vez más y surgen constantemente campañas que incentivan formas de reciclar y reutilizar materiales para cuidar el medio ambiente. Por si todavía conocés la campaña “Llenar una botella de amor”, te contamos de qué se trata la iniciativa y qué finalidad tiene el material que allí reciclan.
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La campaña se trata de juntar bolsitas de plástico, envases de nylon, envoltorios de papel metalizado o sachets y ponerlas dentro de botellas plásticas de gaseosas hasta rellenarlas por completo.
Luego, en el centro de reciclado, después de efectuar varios procesos de compactado, se generará un nuevo material similar a la madera que reemplazará a la madera tradicional.
Para participar solo tenés que juntar dentro de una botella todas las bolsas, envoltorios, separadores y sachets que sean de nylon y plástico. Pero para eso, debés tener en cuenta algunas cuestiones:
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El resultado del reciclaje de las botellas es obtener una especie de madera de mejor calidad que la tradicional. El uso que se le dá a esta madera plástica es la construcción de tablas y postes que tienen infinitas ventajas en comparación con la madera que ya conocemos. Algunas de las ventajas son:
Para tomar dimensión de lo fabuloso que es este reciclado, te contamos algunos objetos que se pueden fabricar con la madera plástica:
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Esta iniciativa surge de la unión de 2 asociaciones sin fines de lucro como E-Conciencia y la Fundación Llenar una Botella de Amor para llevar conciencia ecológica de una manera novedosa y accesible.
La iniciativa comenzó en Bogotá, Colombia, y luego fue extendiéndose a varios países de América Latina. Nuestro país hace muy poco que se adhirió al proyecto. Un ejemplo es el centro de reciclado que funciona en la localidad de Bernal, Partido de Quilmes, en la Provincia de Buenos Aires.
La participación puede ser individual, e incluso podés impulsar a amigos y familiares a juntar el plástico y llenar las botellas.
Por otro lado, pueden participar colegios, empresas y hacer masivamente una mayor recolección que, a la vez, permite abordar en esos ámbitos de estudio y trabajo los temas sobre medio ambiente y ecología.
El objetivo de la fundación es “capacitar a la gente para que junte el plástico de un solo uso en una botella y la podamos transformar y reutilizar para que no forme parte de un relleno sanitario o que contamine”, comentan los encargados del centro de reciclado.
Además, señalan que “se propone un cierre de ciclo para no seguir contaminando. Cuando vas a capacitar vemos la impronta ecológica que tienen los chicos. Para los grandes es más difícil, pero se consigue generar igualmente esa conciencia, de guardar los envoltorios, por eso apuntamos mucho a los chicos”.
Actualmente, la fundación ya capacitó a unas 6.500 personas entre niños, docentes y diversas empresas. Asimismo, se han recuperado unos 6.000 kilos de plástico.
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A cambio de la entrega de las botellas, los colegios reciben como forma de agradecimiento juegos para el patio o algún otro objeto reciclado, aunque aclaran que “para los colegios si bien es un incentivo, tratan de colaborar más allá del premio. Hoy la gente se mueve más por otra cosa, hay mucha conciencia ecológica”.
“Con las charlas nos damos cuenta por un lado que los chicos perciben que no es tan complicado hacerlo, pero lo que sí impacta es cuando ellos ven que lo que para ellos es basura, lo pueden ver transformado en una casa. Eso sorprende”, concluyen los encargados del centro de reciclado.
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