El embarazo de Yamile no fue fácil. Sufría preeclampsia severa e hipertensión arterial y el bebé se adelantó doce semanas. El niño llegó al mundo pesando menos de un kilo y con una enorme necesidad de cuidados intensivos por lo que fue retenido en el hospital por más de 140 días.
La madre decidió cuidarlo todo el día, todos los días. La idea era hacerle sentir su cuerpo, su olor y su cariño. Odiaba tener que dejarlo, de separarse de él durante la noche para ir a su casa pero no tenía otra alternativa.
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Cualquier padre que haya pasado por la experiencia de tener un hijo en cuidados neonatales sabe lo difícil que es dejarlo pero cuatro meses, es demasiado tiempo para dormir en una silla en la sala de espera y bañarse en un hospital.
Yamile no quería que su bebé dejara de sentir su apego en ningún momento, no le gustaba la idea de que no estuviera en contacto con su piel porque sabía que el contacto con la madre puede ser un factor trascendental en el desarrollo saludable de los más pequeños.
Cualquier padre que haya pasado por la experiencia de tener un hijo en cuidados neonatales sabe lo difícil que es dejarlo solo en el hospital
Fue entonces cuándo descubrió una manera de acompañar a su hijo en todo momento. Llenó un guante de jardinería grande con semillas y lo abrazó durante el día para impregnarlo de su aroma. Esa misma noche dejó el guante sobre el bebé que al día siguiente ya se encontraba considerablemente mejor.
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El invento no sólo gestionaba la comodidad del bebé e imitaba la sensación de tacto de la madre, sino que además lo ayudaba en la autorregulación de la respiración y a disminuir los episodios de falta de oxígeno.
Una vez que su hijo fue dado de alta continuó fabricando los guantes y donándolos al hospital para todos aquellos padres que estuvieran en la misma situación que ella.
Hoy, Yamile es dueña de la empresa Natured by Design que recibió un considerable subsidio de la conductora norteamericana Oprah Winfrey y sigue pensando en la mejor manera de cuidar a los bebés prematuros.
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