La amplificación de los mensajes en la web es imprevisible. Hoy nadie sabe hasta dónde puede llegar algo cuando se trepa a la red de redes. Y una iniciativa en contra de la obligación de depilarse que presiona a las mujeres desde que asoman sus primeros vellos adolescentes lo confirma: nacido como un hashtag en Twitter, saltó a otras redes y está generando un fuerte debate en distintos rincones del mundo.
No es la primera vez que alguna mujer revoluciona las redes mostrando, sin pudor, su cuerpo sin depilar: ni las axilas, ni las piernas, ni las ingles. Pero esta vez, el “grito” en contra lo que algunas consideran una injusticia se ha convertido en un hashtag con mucha fuerza: #MiVelloMisNormas sacudió Twitter y genera debates en Instagram, Facebook y otros espacios digitales de alto voltaje social.
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La iniciativa fue disparada por el grupo feminista Amatista y busca defender la depilación solo como una opción, soltando de una vez las presiones sociales vinculadas a la estética femenina.
Mujeres de todo el mundo cuestionan el dolor que deben asumir como natural las mujeres; los mandatos que asocian a lindo/feo o cuidado/descuidado una decisión que debería ser personal; y las diferencias de género, entre otras cuestiones.
Muchos tuiteros han manifestado su opinión al respecto quejándose, por ejemplo, de que mientras una mujer sin depilar está mal visto en el caso de un hombre es demostración de virilidad.
Algunas voces también se alzan en contra de los gastos económicos a los que se ven obligadas las mujeres para estar a la altura de los mandatos estéticos. Subrayan que la depilación, ya sea con el método de la cera, la depilación definitiva, etc.
Muchas mujeres se quejan sobre todo del dolor al que se someten las mujeres por estar “bellas”, ya que muchos métodos suponen, dicen, una agresión física.
Hace unos meses, el cuestionamiento que había disparado una foto de la mamá de Leo DiCaprio cuando era hippy y joven también había generado una ola de críticas y debates. Muchas revistas salieron a subrayar el “detalle” de una axila peluda mientras un montón de voces se alzaron para criticar esa mirada sobre la mujer.
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