Los padres solemos ser temerosos y muchas veces preferimos quedarnos tranquilos sabiendo a nuestros hijos a resguardo, sentados inactivos a nuestro lado (siempre y cuando estén en silencio, claro) en lugar de permitirles que hagan actividades donde no los vemos y que asuman ciertos riesgos.
Una investigación realizada en el Child & Family Research Institute at BC Children’s Hospital (Canadá) ha revelado que el juego arriesgado al aire libre no sólo es bueno para la salud de los niños, sino que también estimula la creatividad, las habilidades sociales y la resiliencia.
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Los resultados, publicados en la Revista Internacional de Investigación del Medio Ambiente y Salud Pública, encontraron que los niños que participan en actividades físicas como escalada y saltos, juego brusco y la exploración del entorno, muestran una mayor salud física y social.
Debemos saber que una cosa es evitar peligros innecesarios y otras privarlos a los chicos de experiencias que necesitan para reafirman ciertos aspectos claves de la personalidad.
“Encontramos que los entornos de juego en los que los niños podían asumir ciertos riesgos incrementaban el tiempo de juego, la interacción social, la creatividad y la resiliencia“, dijo Mariana Brussoni, principal autora del estudio.
“Estos efectos positivos reflejan la importancia de apoyar el juego arriesgado al aire libre como una forma de promover la salud de los niños y un estilo de vida activo“. agregó.
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“Los parques y entornos de juego que ofrecen elementos naturales como árboles y plantas, cambios de altura y libertad para que los niños se embarquen en actividades elegidas por ellos mismos tienen un impacto positivo sobre la salud, la conducta y el desarrollo social. Estos espacios proporcionan a los niños la oportunidad de aprender sobre el riesgo y sus propios límites“, dijo Brussoni.
La preocupación con la seguridad y el exceso de la supervisión impiden a los niños dedicarse a este tipo de actividades. En este sentido, los investigadores encontraron que las normas de seguridad en los patios y el exceso de supervisión impiden que los chicos realicen actividades de riesgo, las que los ayudarían
La recomendación que hacen los especialistas es la de construir entornos de juego que concilien la necesidad de seguridad con otras necesidades para la salud y desarrollo de los chicos.
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