Aire acondicionado y calefacción: claves para decidir

Por su gran versatilidad y su fácil colocación, el split frío calor es una excelente opción a la hora de climatizar tus espacios. Qué factores considerar.

En cada cambio de estación, ante la inminencia del frío o del calor, todo lo que tiene que ver con climatización se roba buena parte de la atención en el rubro electrodomésticos. La oferta se diversifica y amplía y cada vez más aparatos compiten por los clientes. Entre los más elegidos en los meses de invierno, se destacan los split, cuya versatilidad permite resolver con un mismo equipo aire acondicionado y calefacción. Compartirmos algunas claves para definir si es el sistema ideal para tu casa.

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Ventajas del aire acondicionado frío calor

Comprar un aire acondicionado con función de frío y calor siempre es una buena decisión. Gracias a los avances de la tecnología, podemos aunar en un solo equipo la solución para climatizar nuestros espacios todo el año. Veamos las ventajas que pueden brindar los nuevos aparatos:

Calefacción de habitaciones o zonas individuales

Cuando se trata de calentar habitaciones individuales o zonas dentro de una casa, el aire acondicionado split frío calor es altamente efectivo. Esta eficiencia tiene que ver con las unidades individuales de manejo de aire, que se colocan dentro de una habitación o área determinada en el hogar. A diferencia de los métodos de calefacción convencionales, que proporcionan calor de manera uniforme en toda la casa, estas unidades se pueden ajustar para calentar de manera rápida las habitaciones que estén ocupadas en ese momento. Esto puede ayudarte a ahorrar bastante en costos de energía durante todo el año.

Flexibilidad en las opciones de colocación

Mantener el diseño interior existente es mucho más fácil cuando se utilizan splits porque estos equipos pueden ser colocados en casi cualquier lugar de la casa. Pueden ubicarse en una pared, suspendidos del techo e, incluso, montados en algún mueble. También existe la opción de modelos de piso o portátiles, que pueden ser beneficiosos para ciertas circunstancias.

Fácil instalación

Instalar un split es un procedimiento sencillo. El acoplamiento de componentes exteriores e interiores se puede lograr con un orificio de tres pulgadas, algo mucho menos invasivo que otros sistemas. Como los conductos que vinculan la unidad exterior con la interior están disponibles en varias longitudes, las unidades exteriores pueden ubicarse a una distancia de hasta 15 metros del evaporador interior. Esto aumenta las opciones de ocultar convenientemente los componentes exteriores.

Capacidad de personalizar el uso

La mayoría de los sistemas vienen con temporizadores y funciones de suspensión incorporadas, lo que brinda un mayor control sobre cuándo y cómo calentar tu casa. Una de las posibilidades más atractivas es la de aprovechar la función sleep, que permite mantener la temperatura mientras transcurren las horas de sueño y no despertar ahogados por el calor en medio de la noche.

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Cómo poner calefacción en aire acondicionado

Además de ser súper versátiles y eficientes, tienen otra gran ventaja: son muy sencillos de operar. Si estás usando por primera vez un equipo frío/calor y tenés dudas sobre cómo cambiar las funciones y poner el equipo en modo calor, seguí estos breves pasos:

Cambiar el modo (mode): lo primero es tomar el control remoto y revisar en qué estado se encuentra configurado. Si está en modo verano o frío, tenemos que cambiarlo a “aire acondicionado calor“. Por lo general, los controles tienen un botón de “modo” que alterna entre las distintas opciones cada vez que lo apretamos. Puede tener un símbolo de “nieve” para el frío y, de “sol”, para el calor. Presionando ese botón repetidamente, buscá en la pantalla el símbolo de sol, que es el que indica que el aparato está configurado en modo calefacción. Es clave cambiar el modo y no tratar de subir la temperatura de un aparato que sigue en función verano porque podemos romperlo. Algunos dispositivos son más sencillos y tienen dos botones que indican frío, en azul, y calor, en rojo.

Regular la temperatura: los expertos recomiendan usarlo entre 20 y 22°C durante el día y, entre 17 y 19°C, durante la noche, considerando que estamos en la cama tapados y calentitos. Esto es importante para reducir el consumo: pensá que que, por cada grado que suba el termostato, el consumo aumenta en un 8 por ciento promedio. Poner el aire a 25 grados para andar en remera no sólo es costoso sino que no es saludable.

Activar el ventilador: al usar el aire acondicionado en modo calor, es fundamental colocar el deflector hacia abajo, ya que el aire caliente tiende a subir. Si está para arriba, será más difícil climatizar el espacio.

Programar el encendido: algunos equipos permiten activar el equipo aún sin estar en casa. Es ideal si no vamos a estar en casa durante el día y queremos programarlo para que se encienda un rato antes de que lleguemos.

Cómo calefaccionar una casa sin gas

Además del aire acondicionado frío calor, podemos calefaccionar nuestra casa utilizando otro tipo de artefactos. Veamos algunos:

Estufas eléctricas

Existe una amplia variedad de estufas eléctricas, pero entre ellas se destacan las estufas convector. Se trata de un sistema radiador convector que posee una resistencia que se calienta con energía eléctrica y sube la temperatura del aire que entra a la estufa de convección. Los modelos más conocidos son los termoventiladores eléctricos, que permiten una buena distribución del calor. Es importante saber que consumen mucha energía.

Paneles calefactores

Existen formas de calefaccionar de forma ecológica y tener una casa más eficiente y sustentable. Una opción son los nuevos paneles calefactores. Estos aparatos son lacas de material con una resistencia que se atornillan a la pared (aunque también hay modelos de pie) y que consumen hasta un 55 por ciento menos que las estufas eléctricas tradicionales. Además de usar menos energía, son muy buscadas porque son especialmente adecuadas para pacientes con dolencias como el reuma, la artritis o el asma.