Renovar un ambiente o recuperar un viejo mueble puede ser muy refrescante y no requiere un gran talento ni mucha inversión. Más de una vez tenemos en casa un armario, una mesa o algún otro objeto que está deteriorado o no luce como quisiéramos pero no queremos deshacernos de él. Si su estructura está conservada, podés renovarlo en casa y sin gastar un dineral. Aquí, cómo restaurar muebles de madera paso a paso y con pocos materiales.
Cómo restaurar muebles de madera paso a paso
Renovar muebles de madera está lejos de ser una misión imposible. Es más: la restauración de muebles antiguos no sólo es relativamente sencilla sino que puede convertirse en un hobbie que te permita darle un nuevo aire a los espacios de tu casa y descubrir una veta artística y artesanal que desconocías. Animate: el cambio está en tus manos.
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Qué necesitás para restaurar muebles
Los materiales básicos que vas a necesitar para una restauración de muebles son los siguientes:
- Paños de algodón para limpiar.
- Paños de lanilla para encerar.
- Espátulas para rasquetear.
- Solventes.
- Guantes de goma o de jardinería.
- Lijas de varios tamaños y durezas.
- Pinceles, brochas y rodillos de diferentes tamaños.
- Masilla.
- Pinturas.
- Barniz o laca.
- Cera.
Antes de poner manos a la obra, buscá un lugar resguardado del viento y el sol donde puedas trabajar con comodidad: el aire libre reseca la madera y la pintura.
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Restauración de muebles: por dónde empezar
El primer paso es vaciar el mueble y limpiarlo bien con un paño humedecido con agua y jabón neutro, para que no quede nada de polvo. Luego, dejalo secar muy bien. Si ves que tiene manchas, podés rasparlas con un cepillo duro remojado en solvente.
- Remover la pintura o el barniz antiguo: con un pincel ancho, aplicá una capa de disolvente, dejalo actuar por unos minutos y, luego, retirá con una espátula. Verás cómo el disolvente va arrastrando la capa de pintura despegada. Si aún quedan restos, repetí el procedimiento.
- Finalmente, limpiá todo el mueble con un trapo húmedo, dejá secar y, por último, pasale una lija fina.
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Reparar los golpes y rayones
Muchas veces los muebles antiguos tienen marcas, abolladuras y raspones, debido a las mudanzas, los movimientos y los cambios de lugar. Para reparar estos golpes podés utilizar una receta casera muy sencilla:
- Embebé un paño en agua o leche caliente. Colocalo sobre el golpe o rajadura y pegalo con una cinta para dejarlo actuar durante unas horas.
- Cuando retires el parche vas a ver que la marca desapareció.
- Si no te animás, podés recurrir a la masilla o la cera natural. Aplicá la que prefieras sobre las zonas afectadas, rellenando con una espátula.
- Dejá secar unas horas y luego lijá muy bien. Si fuera necesario, repetí el proceso hasta que la superficie quede lisa, sin abolladuras o rajaduras.
Pintura para muebles de madera
Una vez restaurado, llega el momento de aprender a pintar el mueble. Es el momento de elegir colores, combinaciones y todos los recursos que se te ocurran para darle una nueva oportunidad al destinatario de nuestra misión artística.
Si querés devolverle el color original a la madera, sólo pintala con un óleo del mismo tono. Con una o dos capas será suficiente. Si no, hay muchas otras técnicas y posibilidades para elegir.
Cómo pintar un mueble viejo: las opciones
Para comenzar, hay que elegir la pintura que vas a usar. Vas a tener que tener en cuenta dos cuestiones diferentes: el tipo de pintura y el color o los colores que vas a usar, si es que querés hacer alguna combinación.
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Tipos de pinturas
- Pintura acrílica: para los muebles de madera se suelen utilizar pinturas acrílicas que son a base de agua. Son fáciles de limpiar y no resultan tan tóxicas.
- Pintura natural: en el mercado también hay una variedad de pinturas naturales no acrílicas, que no contienen plástico ni otro elemento que dañe el medio ambiente.
- Pintura látex exterior: si el mueble va a estar expuesto al viento o al sol, aunque sea indirectamente, es conveniente elegir pintura látex de exterior. Si bien se trata de una pintura más dura, permite que la madera respire para que no condense humedad.
- Pintura mate: es más opaca y resistente y cubre mejor las imperfecciones que pueda tener la madera.
- Pintura satinada: le aporta un toque de brillo y es ideal para un acabado tenue y delicado.
- Pintura brillante: se usa tanto para maderas como para metal. Generalmente se pasa una sola capa, después de restaurar y pasarle dos capas de pintura base.
- Pintura con base de aceite: es ideal para puertas, ventanas o pisos, porque protege y nutre la madera. Sólo se recomienda para uso interior, ya que el contacto con el sol oxida sus componentes, arruinando la restauración.
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Cómo barnizar y encerar un mueble de madera
El barniz es la mejor opción para muebles de exterior, puertas y ventanas, porque mantiene la apariencia natural de la madera y le da un acabado más resistente a la madera. Hay opciones transparentes y también de diferentes tonos color madera.
¿Cómo se barniza un mueble? Es fácil. Una vez que esté limpio y restaurado, aplicá una capa del barniz que hayas elegido -opaco, en la gama mate o satinado, que aporta más brillo-. Después de pasar la primera capa, dejalo secar durante 24 horas. Cumplido ese tiempo, pasá una lija fina, limpiá el polvillo y aplicá una segunda capa.
Si luego de la segunda mano seguís con ganas de aumentar el brillo, pasale un paño con una capa de cera incolora. El cambio será notable.
Un poco de color: tinturas
Otra opción para cambiar el aspecto de un mueble es teñir la madera. Los pasos también son simples. Lijá y limpiá el mueble. Elegí la tintura que más te guste y pasale la primera capa. Si querés oscurecer un poco el color, pasale varias manos de tintura.
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Muebles de laca: el acabado perfecto
Para darle un toque más parejo y brillante, podés elegir una terminación con laca. La laca es de origen natural, de un color ámbar casi transparente, y no se usa para dar color sino para dar brillo. En ese caso, vas a tener que aplicar muchas capas para lograr un resultado ideal. Usá una brocha, cuidando que el pincel no pierda pelos. El resultado: un brillo especial y los poros de la madera bien sellados.
Algo importante: no se recomienda el uso de laca ni para exterior ni para muebles de cocina. Si querés mantener ese efecto de acabado perfecto, podés encerar tu mueble dos o tres veces por año para que luzca siempre como nuevo.
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Cómo mantener un mueble restaurado
Una vez que terminaste el trabajo de restauración y pintura, podés seguir algunos consejos para que se mantenga en buenas condiciones por mucho tiempo:
- Evitá que el mueble esté cerca de fuentes de calor y humedad.
- Evitá que esté expuesto al sol directo, porque lo puede quemar y hacer que pierda su color.
- Mantené tu mueble siempre limpio y lustrado con un paño de lanilla y algún producto específico para muebles de madera.
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