Provoleta rellena a la parrilla: una bomba de sabor
Es la gran compañera del buen asado. Te contamos cómo convertirla en un plato inolvidable.
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La provoleta es la compañera ideal para comer después de la picadita y antes del asado. Muchas veces se comparte 1 entre 2 comensales, porque es lo que se considera la “entrada” o el primer plato. Su sabor es intenso y salado, ya que se un tipo de queso de los más fuertes. Aquí, cómo hacer una riquísima provoleta rellena para chuparse los dedos.
Receta de provoleta rellena
Es una receta muy sencilla y rica a la vez. Puedes adaptar el relleno con diferentes verduras para tener una opción vegetariana.
Ingredientes
Provoleta (queso provolone cortado en rodajas de un dedo de ancho).
Para empezar, vamos a cocinar las verduras y asar las salchichas, ya que luego la provoleta se hará demasiado rápido, por lo que debemos tener todo listo previamente.
Colocamos las salchichas en la parrilla, siempre a fuego medio, de quince a veinte minutos por lado.
Una vez listas, las retiramos, y cuando estén tibias las cortamos en finas rodajas y las reservamos para luego rellenar la provoleta.
Salteamos la cebolla de verdeo previamente picada, pero solo la parte blanca, el cebollín; la parte verde la picaremos cruda para utilizarla luego.
Junto con el cebollín saltearemos los tomates cortados en mitades o en tres, con un poco de aceite y poca sal, y cuando estén suaves los retiraremos del fuego y dejaremos enfriar.
Ahora sí, es tiempo de cocinar la provoleta. Pueden utilizar una provoletera o hacerlo directamente en la parrilla, pero esto último no es del todo simple.
Colocaremos un poco de agua en la provoletera y la llevaremos a la parrilla a fuego bien fuerte; una vez que el agua comience a burbujear pondremos la provoleta. Calculen unos cinco minutos antes de darla vuelta y cocinen por otros cinco minutos agregándole un poco de pimentón.
Cuando esté lista, colóquenla en una tabla y comiencen a rellenarla: en una de las mitades van la salchicha cortada, los tomates, la cebolla cocida y llevaremos la parte verde de la cebolla de verdeo. A todo este relleno lo pintaremos con una mezcla de aceite y ajo picado (el famoso aceite de ajo), y luego cerraremos la provoleta y la rociaremos con un poco de orégano para darle el toque final.
Ya está todo listo para que puedan disfrutar con sus amigos y familiares. ¡Una deliciosa entrada a puro sabor!
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