Ser jefe puede tener sin duda muchas satisfacciones y beneficios, pero es un lugar que debe ser ganado día a día y aun así, casi siempre será un lugar cuestionado. De hecho, hay quienes se preguntan no solo si tal o cual persona es bueno como jefe, sino inclusive si el cargo de jefe tiene alguna utilidad.
Atentos a esto, desde el gigante Google se hicieron una pregunta muy válida ¿para qué sirve un jefe? Así nació el Proyecto Oxígeno, que recolectó datos de miles observaciones sobre comportamiento de jefes y utilizó la experiencia que atesora en su memoria para definir qué características son fundamentales para conseguir un liderazgo que resulte efectivo.
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Proyecto Oxigeno no encaja perfectamente en la línea habitual de éxitos (como su motor de búsqueda) y fallas (como la aparición de Buzz, su intento frustrado de crear redes sociales) de Google. Después de todo, la administración es mucho más quisquillosa de analizar y el tema a menudo se parece un poco al golf.
Pueden encontrarse miles de consejos y reglas sobre cómo convertirse en un mejor golfista, y otros tantos sobre cómo convertirse en un mejor administrador. La mayoría de ellos parece tener perfecto sentido y por ello han corrido ríos de tinta sobre las cualidades de los líderes, pero no siempre se han jugado con datos científicos bajo el brazo.
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Para hacerlo de esta forma, Google observó un total de ocho actitudes que resultaban comunes entre sus dirigentes más eficaces y apostó porque todos sus jefes desarrollasen estos comportamientos. El paso de los años ha hecho que Google haya actualizado esta práctica hasta determinar estas ocho características:
Ser un buen coach: ayudar al equipo a triunfar
En este apartado se incluye la capacidad de dar feedback a los empleados y de sentarse uno con uno para atender sus dificultades. Facultar a los colaboradores o empowerment y no hacer micro-administración
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Muchos jefes se adentran en tareas cotidianas, incordiando a sus equipos y olvidan lo más importante: Gestionar la estrategia, darles poder, libertad y seguimiento a su trabajo.
Interés por el éxito del equipo y por su bienestar personal
A veces se cree que la persona puede dividirse dentro o fuera de la organización. Es un error. Un buen jefe se ha de preocupar porque la persona se sienta bien en su conjunto. En este apartado, Google también incluyó la transición de los nuevos empleados.
Ser productivo y orientación a los resultados
En este apartado se incluye la productividad y todos los medios que ha de brindarle el jefe para que el colaborador alcance sus resultados. Un jefe “buena onda” pero que no logra resultados, es un mal jefe. No lo olvidemos.
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Comunicar y escuchar al equipo
Puede que esta sea una de las habilidades más complejas de desarrollar, ya que la comunicación ha de ser bidireccional, tanto del jefe hacia el colaborador como viceversa. Y lo que es más importante: Comunicar no significa solo informar, sino verificar que se ha comprendido.
Apoyar a los colaboradores en el desarrollo de sus carreras
Las personas con talento quieren mejorar y un buen jefe les brinda los medios para que todo ello ocurra.
Visión y estrategia clara para el equipo
Un buen líder es aquel que además sabe contar con todo su equipo para alcanzar la estrategia prevista.
Habilidades técnicas para ayudar al equipo
Y “curiosamente” el último hábito de los mejores líderes de Google era que estos ayudaran técnicamente a sus empleados.
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