Buzones por la vida: denunciar narcotráfico sin temor

Avanza la instalación de buzones “antinarco” en la Argentina

Los “Buzones por la Vida” permiten a los vecinos hacer denuncias anónimas sin temor de ir a la policía y exponerse a represalias y se siguen sumando municipios que colocan estos buzones en lugares estratégicos.

En abril Bahía Blanca se sumó a la tendencia de participación ciudadana, mostrando que cada vez son más los municipios y ciudades que deciden avanzar con la instalación de buzones “antinarco”, para ayudar a los vecinos a denunciar sin miedo a los transas que venden estupefacientes en los barrios.

Merlo

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Sasso, que dirige el portal La Brujula 24, afirma que los vecinos no denuncian por desconocimiento o porque no quieren “quedar marcados” cuando asisten a un juzgado para formular una presentación penal. Y agrega que:

La instalación de estos buzones obedece a que muchos vecinos “no quieren denunciar en la policía por miedo porque sospechan que están prendidos con algún narco”

A fin de garantizar un fácil y rápido acceso, las urnas tienden a colocarse en lugares públicos y diferentes sitios como sedes municipales, esquinas céntricas, iglesias, clubes,
centros de jubilados y fundaciones, entre otros espacios de gran afluencia ciudadana.

En tiempos de desconfianza en las instituciones, los aportantes de datos prefieren estos mecanismos para evitar cualquier tipo de exposición y posibles represalias

La normativa de Bahía Blanca dice: “Para realizar las denuncias anónimas los interesados deben escribir en un papel o rellenar un formulario indicando el nombre del denunciado, la dirección exacta donde se comercializaría la droga y una breve descripción del hecho o de la situación que se percibe en el ese lugar”.

Después de un plazo de dos semanas o de un mes, el contenido sellado de los cofres suele ser retirado y abierto por autoridades judiciales o comunales, con la participación de vecinos o instituciones civiles, dependiendo de la localidad que se trate.

Bahía Blanca es uno de los tantos municipios que se sumaron a los “Buzones por la Vida”, como fueron bautizados en un comienzo y que desde hace unos años se extienden por la Argentina.

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Desde 2016, la Mesa Interinstitucional contra el Narcotráfico, que coordina el ministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo, le dio un nuevo impulso a la colocación de estas cajas vecinales como parte de un plan de seguridad que involucra a la sociedad civil y a la Justicia.

En algunos municipios bonaerenses la iniciativa llegó de la mano de Gustavo Vera, titular de la Fundación Alameda. En Esteban Echeverría, que conduce el intendente peronista Fernando Gray, el municipio realizó una fuerte campaña junto a Vera en apoyo a estas urnas.

Las urnas aparecen también en Merlo, Marcos Paz, Cañuelas, Olavarría o en el interior: ya se colocaron cajones en Córdoba, Corrientes, Tucumán o Salta, entre otras partes del país.

En la mayoría de los casos, los buzones no solo se usan para la lucha contra el narcotráfico. También para radicar denuncias de otros delitos como la trata de personas, la venta ilegal de armas, el trabajo esclavo y la explotación infantil.

La experiencia en Santa Fe da cuenta que las urnas, si bien son un instrumento de colaboración con la Justicia, no son suficientes para frenar el narcotráfico. Pero con una ciudadanía comprometida, la pelea será más fácil.

La eficacia de las urnas no solo depende de la actuación judicial y policial -que duran un mínimo de 4 y 5 meses de investigación-, sino también de la promoción que hacen los gobiernos locales, con actividades abiertas, cartelería y otras estrategias de difusión.

“La solución de estos temas como el narcotráfico es muy complicada”, afirma un funcionario santafecino.