La Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense vuelven a las restricciones más estrictas para tratar de aplanar la curva de contagios de coronavirus, cuyo crecimiento se ha acelerado en las últimas semanas. Según los expertos, el virus está circulando fuertemente y cada vez nos contagiamos más. Hay más “transmisión comunitaria”, es decir, más contagios en la calle, en supermercados, en los medios de transporte, entre otros lugares fuera de casa. La pregunta es por qué.
Si estamos más en casa, salimos poco, usamos barbijo, alcohol en gel, y cumplimos las medidas de higiene, por qué suben los casos y por qué el virus se desparrama por la zona del AMBA.
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En primer lugar, cuando se habla de “transmisión comunitaria” se habla de casos en los que no se sabe cuál fue la vía exacta de contagio. Por el contrario, en los contagios por contacto estrecho la fuente está bien definida.
El diario Clarín consultó a varios infectólogos para entender si, a 100 días del inicio de la cuarentena, las rutas de circulación del virus siguen siendo las mismas que en marzo o si algo cambió. La respuesta de los expertos fue clara: “nada cambió salvo nuestra actitud”. Para ellos, nos relajamos y bajamos la guardia. Son muchos los “descuidos”, dicen, y sobre todo en los trabajadores de la salud, que a veces no es que “no quieren” o se relajan sino que no tienen cómo cuidarse como corresponde.
Los expertos sostienen que el tema clave son las manos y tocarse la cara. “Estamos teniendo casos de positivos de coronavirus en el personal del hospital, enfermeros y camilleros que no estuvieron en contacto con enfermos de covid, por lo que es evidente que si bien mantienen firmes los cuidados dentro del hospital, cuando salen relajan las medidas”, comentó a Clarín una fuente del Hospital Alemán.
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También dicen que muchos usan el tapabocas sólo cubriendo la boca y no la nariz, o puesto sobre el mentón. Estas acciones, coinciden influyen en la transmisión comunitaria, igual que la falta de distancia. “Es preocupante el mal uso del barbijo y que no se respete la distancia prudencial de un metro y medio a dos metros”, dicen.
Es fundamental tomar el ascensor con barbijo y lavarse las manos luego de haber tocado los botones y picaportes. Si uno cumple estas medidas, no debería contagiarse
Ricardo Teijeiro, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y médico infectólogo del Hospital Pirovano, fue claro: “El contagio es una cuestión de sentido común. Esta es una enfermedad respiratoria, por lo que se transmite cuando hablamos, estornudamos, tosemos, es decir, por las gotitas que eliminamos y que quedan en el aire o superficies, pero principalmente por lo segundo: tocar superficies sucias con las manos, y luego llevarlas a la boca, nariz u ojos”.
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Lo más común es que los contagios se den por contacto estrecho, es decir, por transmisión entre convivientes o entre amigos que se juntan y se quitan el barbijo o directamente no respetan la distancia prudencial. “Basta con tomar contacto por unos 15 minutos en un lugar reducido, como un comercio, charlando con el vendedor, eventualmente con el barbijo mal colocado. Si uno tose el riesgo de contagio aumenta. Hay que prestar atención a los detalles”, dicen los infectólogos.
Los expertos piden hacer el esfuerzo. Es el momento de poner en primer plano todas las recomendaciones de higiene para cuidar a los que tienen comorbilidades porque, a ellos, el coronavirus puede costarle la vida. Es responsabilidad social y es solidaridad.
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