El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, comentó hoy su satisfacción por los “alentadores” datos de la evolución de la epidemia en el país y anunció que encaran la fase de reapertura “con ganas de volver a empezar pero con prudencia”. En ese marco, el gobierno anticipó la reapertura de los aeropuertos desde el 3 de junio como parte de sus planes de salida gradual de la cuarentena, aunque también advirtió que fiestas y reuniones sociales podrían provocar una nueva ola de contagios, luego de que imágenes de cientos de personas en las calles pusieran en guardia a las autoridades.
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Desde el 30 de abril, los nuevos contagios diarios no superan las 2.000 personas y, desde el 3 de mayo, no llegan a los 1.500. De hecho, registró 665 nuevos contagios en las últimas 24 horas. Recordemos que Italia acumula más de 227.000 contagios y 32.330 muertos por Covid-19.
Italia entró en cuarentena total el 10 de marzo y tuvo su pico de contagios de coronavirus a fin de ese mes, tras lo cual permitió la vuelta al trabajo de sectores como la construcción o las manufacturas el 4 de mayo.
Italia en Fase 2
Giuseppe Conte anunció que, a partir del 18 de mayo, el país “entrará a pleno régimen en la fase dos”. Esto implicará que no habrá que justificar a la policía los desplazamientos que se realicen dentro de la propia región.
Además, aclaró que, si el 3 de junio los datos “siguen siendo alentadores”, no sólo se podrá viajar a otras zonas del país sino que los italianos podrán moverse dentro de la Unión Europea. Y aclaró que, “quienes lleguen a Italia, no deberán permanecer en cuarentena”.
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Entre otras medidas, el gobierno anunció que, a partir del 25 de mayo, abrirán gimnasios, centros deportivos y piscinas y el 15 de junio se podrá ir al teatro o al cine. Peluquerías, centros de estética y restaurantes solo podrían abrir a partir de junio.
El gobierno también adelantó que pronto se experimentará la app “Immuni”, que avisará a los usuarios si han entrado en contacto con personas positivas con coronavirus
Otro dato importante que, a partir del 18 de mayo, se podrá visitar a amigos siempre y cuando no se creen aglomeraciones. Se podrán celebrar actos religiosos y abrirán museos, pequeños negocios como tiendas de ropa o peluquerías, centros estéticos y restaurantes, siempre y cuando “las regiones verifiquen que la curva epidemiológica está bajo control y se cumplan los protocolos de seguridad”.
En Roma, la alcaldía señaló que los museos abrirán el 19 y que solo se podrá entrar bajo reserva. También apuntó que en las playas cercanas a la capital se podrán hacer deportes individuales pero no tomar el sol o pasar el día en familia, con multas que van desde los US$ 25 a los US$ 500.
Reactivar el turismo
Italia es uno de los países más afectados del mundo por la pandemia del COVID-19 y analiza distintas iniciativas para incentivar a los viajeros a volver a sus fantásticas ciudades y recuperar su histórico liderazgo entre los lugares más visitados del mundo.
El turismo es clave para su economía y ha sufrido mucho el haber tenido que cerrar todas sus fronteras y decretar el confinamiento obligatorio para salvaguardar la vida de sus ciudadanos, igual que el resto de los países del mundo.
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Italia evalúa mini-clases en septiembre
Una de las posibilidades que evalúa el ministerio de Educación de Italia para el inicio de clases en septiembre es que la mitad de los alumnos sigan el curso en el aula, mientras el resto lo hace desde su casa, con una duración de 45 minutos.
Esta opción de “mini-clases” de 45 minutos implicaría una organización distinta del trabajo. “Son sólo hipótesis de trabajo, aunque puedo decir que dar clases de 45 minutos no es un problema, la autonomía escolar lo prevé”, declaró el presidente de la Asociación Nacional de Directores, Antonello Giannelli. En ese sentido, aseveró que “es posible modular de modo distinto el horario si se considera preferible dar clases de 45 en vez de 60 minutos, y eso podría tener un sentido, sobre todo, si se hacen mitad en casa, mitad en el aula”.
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Para Giannelli, “se presume que todos volverán a la escuela en septiembre, aunque no está dicho que se permanezca en las aulas sin interrupciones”, a causa del coronavirus. La hipótesis de la mini-didáctica con clases de 45 minutos permitiría dividir una clase en dos grupos, que se alternarían la presencia. Cada grupo haría una cantidad de horas de clases en aulas y las otras podrían ser hechas de material y trabajos a distancia, o, mientras un grupo toma una clase, el otro lo hace en otros sitios como aulas magnas, laboratorios, gimnasios.
“Podría ser una solución operativa”, consideró Pino Turi, dirigente del sindicato UIL Scuola.
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