La llegada de un perro a nuestras vidas es un momento emocionante y feliz para toda la familia. Conlleva muchos cambios tanto para nosotros, como para él. Es importante empezar a entrenarlo desde cachorro para que respete las reglas de tu hogar y llegue a la adultez con un comportamiento adecuado. Por eso, te explicamos cómo educar a un cachorro y qué deberás tener en cuenta a la hora de entrenarlo.
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Los primeros meses de vida son cruciales para nuestros amigos peludos. Una buena educación impedirá que haga destrozos en tu casa o que tire de la correa cuando lo sacas a pasear. Si bien lleva su tiempo, es un aspecto fundamental de tener una mascota. Estos son algunos consejos que debes tener en cuenta:
Antes de la llegada del cachorro, debes asegurarte de que tu casa sea un ambiente seguro para él. Lo más seguro es que quiera explorar su nuevo hogar y meterse por todo rincón que encuentre.
Procura que no haya cosas a la vista que pueda morder, como cables o zapatos, y limita el acceso a lugares como piscinas o balcones. Asimismo, es aconsejable crear un espacio especial para él. Ten su cama, juguetes y plato en un solo lugar.
Un cachorro no puede aprender todas las reglas del hogar en un par de lecciones. Es conveniente establecer etapas en su entrenamiento. Por ejemplo:
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Los premios son un elemento crucial a la hora de educar a un cachorro. Siempre que tu perro tenga un comportamiento deseado, hay que premiarlo con un poco de comida, un elogio o una caricia.
En cambio, si se porta mal, hay que tomar una actitud firme. Es recomendable usar la palabra “no” y llevarlo a su cama de inmediato. No hay que usar su nombre al castigarlo, gritarle y, por supuesto, no hay que pegarle. La agresión física no solo lo lastima, sino que puede resultar en agresión en el futuro.
Si el cachorro va a vivir con muchas personas, es importante que todos sigan las mismas normas de entrenamiento. Todos deben tener en claro qué esperan del perro y deben actuar de la misma manera al darle órdenes.
Por ejemplo, si no quieres que el cachorro se suba al sillón, nadie debe dejarlo. De otra forma, eso será confuso para él y no obedecerá.
No debes subestimar la inteligencia de tu mascota. Si bien hay razas más fáciles de entrenar que otras, todos los cachorros son muy inteligentes. Pero educarlos lleva tiempo. Hay que tener constancia y ser paciente. Puedes obtener buenos resultados si haces sesiones de entrenamiento todos los días.
Un cachorro es como un bebé, todavía está aprendiendo del mundo que lo rodea y su cerebro no está totalmente desarrollado. Por eso, aunque resulte estresante o frustrante, hay que ser empatizar con sus acciones.
Si tu cachorro rompe algo o hace pozos en el jardín, no es porque es malo, sino porque está aburrido y no entiende que hizo algo mal. Lo importante es no castigarlo con violencia física o verbal y seguir educándolo hasta que se comporte como esperas.
Los cachorros se distraen fácilmente. Lo ideal es hacer sesiones de entrenamiento cortas, de otra forma se cansará y dejará de prestarte atención. Tan solo cinco minutos pueden hacer la diferencia. Lo importante, cómo se mencionó previamente, es ser constante.
Tampoco empieces una sesión cuando el cachorro está nervioso. Si necesita gastar energía, juega con él antes de empezar o aléjalo de potenciales estímulos.
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Los cachorros no tienen un control total de su vejiga, por lo que, al principio, es esperable que hagan sus necesidades en cualquier lugar. Para evitar estos accidentes, debes empezar a estudiar el comportamiento de tu cachorro y llevarlo al lugar donde quieres que vaya al baño.
Hay que estar atento a sus tiempos y armar una rutina con él. Cuando haga sus necesidades en ese lugar, debes premiarlo.
Con un pequeño amigo peludo, vienen mordidas y ropa con agujeros. Los cachorros muerden mucho porque todavía tienen dientes de leche que se cambian de los 3 a 5 meses. También es su forma de explorar el mundo.
Si tu cachorro te muerde las manos, habrá que redirigir su comportamiento e indicarle las cosas que sí puede morder, por ejemplo, un juguete. Si continúa haciéndolo, basta con levantarse, decir un “no” firme e ignorarlos por un par de minutos. En cuanto se calme, se le puede dar una recompensa.
Salir a pasear es una de las actividades favoritas de nuestras mascotas y es fundamental para su desarrollo y actividad física. Pero esta actividad se torna frustrante si el perro no está bien entrenado. Para que tu cachorro aprenda a caminar con correa, habrá que acostumbrarlo en casa antes de salir de la casa.
Practica caminando en casa y prémialo con comida cada vez que esté cerca de tu pierna. Una vez que esté vacunado y listo para salir a la calle, seguramente tire de la correa. Querrá explorar y olfatear todo lo que se encuentre. En esta situación, cambia la dirección por donde estás caminando para demostrarle que su dueño es quien manda.
Es importante aclarar que tu cachorro no siempre va a querer caminar a tu lado. Dejarlo olfatear un rato es bueno para su salud.
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Este comando es útil cuando el perro está nervioso e inquieto, y es uno de los más fáciles de realizar.
Repetí este proceso varias veces hasta que lo tenga incorporado.
Este comando es perfecto para atraerlo hacia vos.
Cuando haya dominado el truco, puedes intentarlo sin correa y en espacios más abiertos.
Antes de intentar este comando, tu cachorro debe ser experto en la orden “sentado”. Este será ideal para todo tipo de situaciones en las que quieres que se quede quieto.
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