Descansar bien tiene efecto inmediato y ayuda a que nos repongamos y recuperamos la vitalidad. Casi un tercio de nuestra vida está dedicada a dormir. Al levantarnos tendríamos que preguntarnos cada día: ¿Me siento vital, descansado, liviano? ¿O me duele el cuerpo, estoy desganado, me cuesta arrancar el día? Veamos algunos consejos del Feng Shui para la habitación de adultos y niños para dormir mejor.
Según el Feng Shui durante las horas de sueño nuestro Qi está más vulnerable. Dormir rodeados de energía armoniosa ayuda enormemente a la función regeneradora del sueño y fortalece nuestro Qi para afrontar los desafíos diarios con éxito.
El Feng Shui presta mucha atención a la calidad energética del dormitorio
El dormitorio es uno de los ambientes más íntimos y vitales de la casa: en él guardamos nuestras fantasías y secretos, armamos un mundo de ilusiones, juegos y sueños.
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En el caso de las parejas adultas compartimos la intimidad y también atesoramos objetos que queremos tener cerca, libros, fotos, etc.
Pensar en el Feng Shui es simplemente observar y detenerse a sentir cómo se siente reposar en una cama prolija y confortable, rodeados de un ambiente ordenado, silencioso, con una atmósfera relajante y acogedora. Y por otro lado cómo es conciliar el sueño en una habitación desordenada, con humedad o una cama incómoda. Evidentemente los resultados serán muy distintos y lo notaremos al día siguiente durante la jornada.
Un dormitorio con energía desfavorable nos quita vitalidad, altera el estado de ánimo, deteriora los vínculos y el rendimiento durante el día. Un dormitorio bien armonizado nos nutre de Sheng Qi, favorece la felicidad, la buena salud, un trabajo próspero y relaciones familiares y sociales positivas.
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Muchas de las recomendaciones del Feng Shui parecerán simplemente cuestión de sentido común, mientras que otras no son tan obvias. Por ejemplo, al realizar el Feng Shui del dormitorio de los chicos se darán cuenta que es uno de los lugares más difíciles para corregir debido a que en general las alternativas de distribución son reducidas porque en general las habitaciones son los espacios más chicos de una casa.
Esto es porque con frecuencia hay una ventana en una pared, un armario en la otra y la puerta en otra. Aunque cueste un poco más armonizar que otros lugares de la casa, el esfuerzo será muy rendidor y los beneficios se disfrutarán de inmediato.
El dormitorio debe ser un lugar más Yin que Yang para favorecer la relajación y el descanso. Aquí te detallamos los 10 consejos a poner práctica según el Feng Shui:
El dormitorio debe ser un lugar más Yin que Yang para favorecer la relajación y el descanso. Cuando existe un exceso Yang es difícil conciliar el sueño y pueden surgir peleas o problemas de comunicación entre personas, por ejemplo los hermanos que comparten el cuarto.
El exceso Yang es provocado por el abuso de colores vibrantes en los dormitorios (rojos, verdes, naranja, intensos), un exceso de iluminación y de ruido. En cambio, si la energía reinante es excesivamente Yin (penumbras, paredes despintadas, acumulación de polvo y objetos, colores fríos como el azul y el negro), el efecto es una sensación de tristeza, incertidumbre u opresión.
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¿Cuáles son los colores ideales para los dormitorios? Para las paredes, opciones seguras son: blanco perla, marfil, beige claro, arena, gris perla, durazno, rosado pastel, verde o azul en sus versiones claras. Los tonos neutros (blanco, marfil, beige) sobre superficies grandes aportan luz y agrandan los espacios. Si se combinan con otros más intensos, uva, rosa, en almohadones, pie de cama y cortinas, se logra un buen equilibrio Ying-Yang.
Si tenés luces incandescentes frías, cambialas por lámparas de techo con luces cálidas. En general, cualquier tipo de artefacto de material liviano, como tela o papel, que proyecte la luz de arriba hacia abajo es adecuado como luz general del ambiente. Evitá sobre la cama cuadros pesados y objetos con formas en punta amenazante que proyectarán su Qi hostil y opresivo sobre tu descanso. La luz de veladores para leer debe dirigirse correctamente hacia el material de lectura, sin encandilar. Una tercera fuente lumínica se puede utilizar para crear un efecto ambiental. Por supuesto la luz natural es siempre bienvenida, las cortinas claras en las ventanas permiten su ingreso regulado y además protegen de Qi exterior.
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La energía, aunque no lo veas, circula y transita, y esto se percibe. El Qi está en movimiento constante, a no ser que quede estancado por obstáculos. Cuando el Qi está bloqueado, genera mucho malestar y sus efectos negativos se acumulan en el ambiente. El orden en los dormitorios ayuda a que el Qi se traslade sin impedimentos; la ausencia de polvo evita que la energía se corrompa. La cama debe ser el centro de atención alrededor del cual el Qi debe fluir limpio y sereno. Tenés que mirar desde ella haciendo un paneo de 360° y luego de abajo hacia arriba para detectar objetos nocivos u hostiles que puedas retirar: pilas de ropa, tecnología, objetos a la espera de ser guardados o donados, calzado o medias olvidados.
Como te decía la cama es la gran protagonista de la habitación, pero ella actúa en conjunto con el resto de los aspectos del dormitorio. Al momento de elegirla, optá por una construida con materiales orgánicos no conductores de electricidad, como la madera, también es importante su solidez, y su respaldo. Si utilizás sommier sin respaldo, podés colocar la cabecera contra una pared, pero es conveniente que le coloques un respaldar que suelen conseguirse aparte. En lo posible, hacé una buena inversión en el colchón y las almohadas para que sean de buena calidad. Y en lo posible cambiá el colchón cuando se deteriore para que tu cuerpo descanse bien sobre él.
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Es importante chequear también que mientras dormimos no quedemos expuestos a radiaciones terrestres son invisibles a simple vista. Por ejemplo a veces es suficiente con correr la cama un poco de lugar ya que no es recomendable dormir con tu cabeza apoyada sobre una pared por la que pasan caños de agua o si del otro lado hay un horno. Si no tienes otra opción, alejala de la pared unos 30 cm.
Mientras descansas, lo ideal es que lo hagas a la dirección cardinal favorable a tu número Kua. Para determinar las orientaciones en tu cuarto, parate al pie de la cama, en el centro, con una brújula y un plano en mano de la habitación. Desde allí imagina dos líneas que parten hacia cada extremo lateral de la cabecera y medí el ángulo que abarca, te ayudará dibujarlo en el papel.
Chequea con la brújula a qué orientaciones corresponden cada extremo de la cabecera. Si las mediciones de la cabecera caen en alguna de tus direcciones desfavorables de tu número Kua, estará indicando que para llegar a tus objetivos el esfuerzo será mayor. Se pueden realizar una cura Feng Shui, si no es posible correr la cama.
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Las radiaciones ionizantes son otro factor ambiental que debés reducir al máximo en el dormitorio. La ionización es el proceso químico mediante el cual se producen iones, es decir, moléculas cargadas eléctricamente que interactúan con la materia. En una habitación donde hay un exceso de ionización positiva debido a la presencia de aparatos eléctricos, el campo electromagnético personal se altera.
El resultado de dormir en estas condiciones es la sensación de desgano y cansancio al levantarnos. Los televisores, computadoras, aires acondicionados, celulares, cajas de alarmas y cualquier otro aparato eléctrico crean estos campos poco saludables. Reducí al máximo que puedas la presencia de la tecnología en la habitación y desenchufá todo antes de irte a dormir.
Si tienes un router wifi y no podés ubicarlo en otro ambiente, alejalo de la cama lo más que puedas y desenchufalo por la noche.
Es preferible no colgar objetos sobre la cama. Si esto fuera inevitable, que sean siempre cosas livianas. Evitá estanterías sobre la cabecera. Si tu cabecera tiene detrás una ventana, cubrí la abertura con una cortina tipo Black Out o roller black out, no es bueno dormir con la sensación de tener un hueco o vacío detrás de tu cabeza.
Asegurate de que tus pies no apunten justo a la puerta de entrada, esta es la posición de los muertos para los chinos. Pero sí procurá ver la puerta de entrada al dormitorio desde la cama.
Si usas espejos en el dormitorio, es importante que no reflejen la cama; si este es tu caso y no querés sacarlo podés ponerlo en el lado interior de la puerta de un placar. Los rebotes energéticos que provocan los espejos generan un sueño intranquilo.
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El Sheng Qi es la energía positiva que nos beneficia y nutre de vitalidad. La podés generar ventilando todos los días, al abrir las ventanas y dejar que el sol entre a tu habitación. Colocá cristales facetados en las ventanas: son excelentes armonizadores ambientales cuando reciben los rayos solares. Pero no coloques flores ni plantas en la habitación.
Recuerda que aquello que vemos desde la cama es siempre lo último y lo primero que retenemos en la retina. Cuanto más caótica u hostil sea esa imagen, de menor calidad será el descanso. Cuanta más armónica sea esa percepción, mayor placidez ofrecerá.
¡Que tengas un feliz descanso!
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