La historia del famoso arbolito de Navidad es larga, y también lo es la de cada uno de sus adornos. Claro que todo fue cambiando con el paso de los años y aquellas manzanas y velas del comienzo, fueron mutando en adornos de plástico, vidrio u otros materiales, que cada año colgamos en el arbolito y luego guardamos para la Navidad siguiente.
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Pero es interesante conocer cuáles son las historias que guardan las tradicionales “bolas” navideñas y las guirnaldas con luces de colores que rodean al pino.
Representan los Dones que Dios les da a los hombres y cada color tiene un significado:
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La típica estrella que se coloca en la punta del pino representa la fe que guía nuestra vida. Así como la estrella de Belén les indicó el camino a los Reyes Magos para llegar al establo a darle a bienvenida al niño Jesús.
Como todo lo que rodea, las cintas que abrazan al arbolito y los moños que las unen, simbolizan la unión familiar y la presencia de nuestras personas queridas alrededor de todos estos dones.
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Es muy común poner en el pino o en el pesebre o en la decoración de la casa figuras de angelitos, ellos son los mensajeros entre nosotros y el Cielo y son los encargados de protegernos. Es fundamental que no falten en tu árbol.
Son muy importantes en la decoración, ya que las luces tienen un sentido, que es iluminar el camino de la Fe. No importa el color o si se prenden y se apagan. El símbolo es la luz.
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