Cuando llueve o comienza el frío, nada mejor que preparar algo rico. Y, mejor aún, si esa comida nos regala el aroma de la infancia. Te contamos cómo hacer tortas fritas sin grasa, un plato tan rico como tradicional que levanta el ánimo e invita al mejor de los encuentros en compañía de un mate.
Las tortas fritas son una masa delgada, de forma circular y con un hoyo en el centro, que se hace con harina, aceite y agua. Pueden ser dulces o saladas, con grasa o sin grasa, y se come sola o untada con aderezos, tanto dulces como salados. Es una receta sencilla, perfecta para el desayuno o la tarde.
Si bien la receta original lleva grasa o manteca de cerdo o de vaca, pueden prepararse sin grasa para que resulten más livianas y saludables.
La torta frita es una preparación típica del Río de la Plata que la gauchada preparaba cuando se juntaba el agua de lluvia. La historia de esta comida tiene muchas anécdotas, pero sobre todo tiene muchos fanáticos.
Es una comida ideal para disfrutar con un rico mate o café. Te contamos cómo hacer tortas fritas, cuáles son los ingredientes, cómo se hace la masa y cómo cocinarlas.
Se pueden hacer con o sin grasa, según el paladar o la necesidad de comer un poco más sano. Pero empecemos por las tortas fritas sin grasa.
La mejor manera de sorprender a tus invitados de una manera más liviana pero igual de sabrosa. Vamos a ver cómo se hacen las tortas fritas con harina leudante.
Primer consejo: el secreto para que te salgan geniales está en el amasado. Por eso presta especial atención a este aspecto en esta guía:
No tienen que ser siempre de la misma manera, es decir que no necesariamente tienen que ser redondas. Puedes hacerlas con formas de triángulo y lucirte en la mesa familiar.
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La cocción de las tortas fritas no tiene ningún misterio, sólo hay que tener cuidado con el aceite caliente. Puedes usar aceites más sanos para ahorrar calorías y nunca utilices un aceite que haya sido usado para cocinar otras cosas, ya que impregnará el sabor y arruinará tu receta.
La clave está en freírlas enseguida de prepararlas en abundante aceite o grasa muy caliente. Tienes que ir cocinando una a una, primero de un lado y luego del otro. No te alejes del fuego porque el proceso de cocción es rápido y sacarlas a punto es fundamental para que estén deliciosas.
Luego, retirar con espumadera y colocar sobre papel blanco para que se escurran.
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Si vas a freír con grasa y es nueva, es posible que largue mucho olor. Para evitarlo, puedes ponerle unas cascaritas de limón a la grasa. Recuerda que tiene que estar bien caliente para que la masa no la absorba tanto.
De lo contrario, pueden quedar muy pesadas. La clave de unas ricas tortas fritas argentinas es que sean livianas.
Espolvoréalas con azúcar. Si te gusta mucho lo dulce, puedes agregarles dulce de leche. Mientras tanto, prepara el mate y a comerlas bien calientes y recién hechas.
Esta comida es un emblema nacional, un clásico disputado entre argentinos y uruguayos. Si cruzamos a Chile encontraremos que la llaman sopaipilla y, en Centroamérica, Picarón.
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A continuación, la auténtica receta del clásico argentino. Fáciles, crujientes y perfectas para acompañar una merienda. Bien sequitas, hechas en casa, pueden ser el centro de un encuentro familiar inolvidable.
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No lo vamos a negar. Si te preocupa cuántas calorías tienen, es bueno saber que no es un plato liviano, porque combinan hidratos y grasas. Pero puedes bajar un poco su carga calórica y su volumen de grasas, haciéndolas en casa y con ingredientes más saludables.
Si pruebas la receta casera, seguro te ahorrará algunas calorías, porque puedes optar por ingredientes más saludables, como un buen aceite.
Si la clásica comida argentina te cae pesada, puedes dejar de lado la grasa y cocinarlas con harina integral y margarina light. Quedan muy ricas.
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Una opción que busca cada vez más gente es adaptar la clásica receta a una variante vegana. Es posible y súper fácil. Lleva pocos ingredientes y nada de grasa.
Las tortas fritas no son originarias de Argentina, sino que fueron traídas del continente europeo durante la época de la inmigración.
Este aperitivo salado nace en Alemania, en donde es tradicional preparar tortas fritas, o mejor llamadas Kreppel. En su visita a este país, los viajeros árabes quedaron encantados con esta comida a base de masa. Fue así que le adjudicaron el nombre de “Sopaipilla”, que proviene del germano Suppa y que hace referencia al pan mojado en líquido.
Les gustó tanto la receta que la empezaron a implementar ellos mismo en su tierra. Ahí es donde el concepto de la torta frita fue traducido al español como una masa frita.
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Con la ola inmigratoria hacia América, muchos viajeros europeos llegaron a la Argentina con las tortas fritas en la mano para difundir su sabor. Se cree que fueron los inmigrantes españoles y árabes que llegaron al Río de la Plata los primeros en presentar la receta al “país del fin del mundo”.
Al día de hoy, tanto en Argentina como en Uruguay, es casi mandatorio preparar tortas fritas porque sigue una tradición antigua con el origen de la receta. Por aquel entonces, las mujeres que se quedaban en las casas recogían el agua que caía de la lluvia y la utilizaban para unir la masa. Con eso, podían amasar la preparación de las tortas fritas, freírlas y servirlas para comer.
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