Si pensamos en los sueños, lo más probable es que se nos venga a la mente un lugar separado de la realidad y un mundo distinto al verdadero. Claramente, no nos imaginamos participando en los dos mundos. Sin embargo, una investigación internacional publicada en la revista especializada Current Biology ha demostrado que la persona que está soñando de forma lúcida puede recibir señales del mundo real e incluso interpretarlas y responder.
Algunos equipos de trabajo emplearon palabras o tonos hablados para comunicarse mientras que otros apostaron por las luces intermitentes o tocar ligeramente a los durmientes. Así, y a lo largo de hasta 57 sesiones de sueño, estas personas fueron capaces de comunicar al exterior que se encontraban experimentando un sueño lúcido a través del movimiento de sus ojos en un 26% de las veces. En otras palabras: en uno de cada cuatro sueños eran capaces de decirle a los investigadores del mundo real que estaban ahí.
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Claro que no siempre era una comunicación nítida. “Algunos informaron haber escuchado esas preguntas que recibieron mientras estaban en el sueño, pero no siempre de la misma manera”, explican en Gizmodo, el medio de comunicación que se hizo eco de la investigación. “Unos lo vivieron de una manera muy clara y eran conscientes de que las preguntas venían del exterior. Otros dijeron que sintieron como si las estuvieran escuchando desde una radio u otra forma de comunicación dentro del sueño”. Hasta hubo personas que no recordaron haber escuchado las preguntas ni haber respondido a ellas. Simplemente lo hicieron y lo olvidaron.
Lo sorprendente es que, en ocasiones, no solo respondieron a preguntas sobre el autoconocimiento de estar en un sueño lúcido, sino incluso a problemas matemáticos simples mediante movimientos faciales y oculares.
A pesar de todo lo experimentado, los propios autores de la investigación, con el neurocientífico cognitivo Ken Paller a la cabeza, son muy cautelosos con los resultados dado que la muestra no era muy amplia. Es real que es posible comunicarse desde los sueños y que puede ocurrir algún tipo de conversación bilateral pero no sería una buena idea ponerse a discutir con la pareja dormida sobre su relación o sus problemas.
Dicho esto, la realidad es que investigaciones como esta son un paso más en el descubrimiento del misterio de los sueños, uno de los aspectos más enigmáticos de nuestro cerebro y uno que podría tener muchos beneficios para la salud. Paller dice: “planteamos la hipótesis de que los eventos de la cognición del sueño pueden ser ventajosos para la función de la memoria“. Y remarca: “descubrimientos como estos podrían usarse para resolver trastornos, practicar algunas habilidades bien perfeccionadas, desarrollarse espiritualmente o efectuar terapias de pesadillas”.
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