Hay quienes cuelgan pinturas o láminas en la pared sin tener demasiada consciencia del mensaje que proyectan con la obra elegida y hay quienes ante la indecisión prefieren dejar las paredes en blanco.
Desde ya que para el Feng Shui y la decodificación ambiental este aspecto expresivo de un hogar es sumamente importante, porque las imágenes que nos rodean en la cotidianidad contienen mucha información, y muchas de ellas incluyen arquetipos, es decir, algún patrón de pensamiento que actúa como guía.
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Cuando equipamos y decoramos la vivienda estamos eligiendo determinados diseños y motivos porque resuenan debido a alguna razón en nuestro mundo interior y la mayoría de las veces no nos detenemos a pensar por qué nos sentimos reflejados en la obra, por qué decidimos exhibir en casa determinada foto y no otra.
Sin embargo, es interesante y conveniente detenerse a reflexionar que las imágenes de los cuadros y fotografías desprenden información que ingresa en nuestro campo de energía. De hecho, vista como energía, una imagen provoca lo mismo que la música.
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Siempre hay que pensar que cuando un pintor realiza una obra está expresando una emoción personal en ella y además aquello que el diseño representa tiene en sí su significado, formas y colores, que le dan una frecuencia vibratoria determinada.
Si el artista en el momento de pintar la obra expresa un dolor o tristeza personal, el resultado será un cuadro que emana esa emoción a través de los colores o la imagen creada. Luego, al elegirlo estoy siendo resonante con ese estado emocional y al colocarlo en algún espacio de la casa reafirmaré esa tristeza día a día.
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¿Qué ocurre si quedo expuesto todos los días a esa frecuencia? Hay un principio en Feng Shui que dice ‘como es adentro es afuera’, pero también viceversa. Las formas y los colores, las estructuras y las figuras potencian en nosotros aquello que expresan y a la vez han sido elegidas por nosotros porque reflejan algo de nuestro ser.
Al afinar la mirada sobre el lenguaje expresivo de nuestro hogar descubriremos aspectos internos positivos y otros que son legados ancestrales que operan desde el inconsciente y que estamos proyectando en el exterior.
Dentro del rico lenguaje espacial que nos ofrece la casa y que es interpretado por el Feng Shui con decodificación ambiental como una prolongación de sus habitantes, en esta nota analizamos las imágenes de cuadros y fotografías.
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Pero, antes de seguir, quiero aclarar que, desde este enfoque la valoración artística o estética de una obra o una lámina no es tema de análisis, ya que la mirada está puesta en qué representa ese cuadro o foto en nuestras vidas y si es o no beneficioso como inspiración cotidiana.
Decir “deseo estar en pareja” y tener un cuadro de una mujer sola de espalda en el área de la pareja es una contradicción bastante frecuente que suelo encontrar en las casas, por solo dar un ejemplo de las desavenencias entre el discurso verbal consciente y el discurso simbólico de la vivienda.
Por un lado, expreso conscientemente el deseo de la pareja y, por otro, el mensaje no verbal inconsciente -que es el de mayor peso- expresa que es mejor quedarse sola. Algo está pasando aquí y la casa lo delata.
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Las personas de espalda miran hacia el pasado, una interpretación es que hay un pacto de fidelidad con alguna mujer antecesora del clan que se quedó sola. Es oportunidad de trabajar este cortocircuito comunicacional, entonces, donde se han instalado en la casa creencias con una carga diferente a lo que se desea concretar en el presente, colocamos intencionalmente símbolos que activen en positivo la aspiración.
En este ejemplo, al quitar el cuadro de la mujer solitaria y colocar en su lugar el cuadro de una pareja felizmente enamorada, la energía simbólica del ambiente comienza a fluir en sinergia con la energía del pensamiento.
Este proceso de sincronización consciente desencadena un enorme potencial creador. Podemos decir que el reemplazo positivo actúa como un impulso diario, una dosis de motivación simbólica sanadora.
En todos estos años en que entro a las casas para hacer Feng Shui he ido sistematizando mi experiencia.
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Sin embargo, nunca deja de sorprender la coincidencia entre ciertos patrones ancestrales y su paralelo con los símbolos pictóricos o fotográficos que los habitantes exhiben en sus hogares. A modo de ejemplo, enumero a continuación una lista de imágenes y su interpretación posible:
Algunas obras presentan los rostros con los ojos cerrados o cubiertos(por máscaras, pañuelos, sombreros). Los ojos son los que nos permiten ver… tener un cuadro con esta simbología demuestra que traemos historias (puede ser de muchas generaciones atrás) que no debían ser vistas por vergüenza del clan y que se mantuvieron ocultas o silenciadas en el grupo familiar.
El cuadro resuena inconscientemente en quien lo ha elegido y reafirma la historia legada. Cambiarlo por uno donde todo se ve con claridad marca una diferencia sustancial en el mensaje de vida.
Es como decir ‘ya no me solidarizo con esta negación familiar’. Tal liberación consciente, realizada con amor, repara el pasado y el futuro del clan.
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Otras veces se encuentran rostros con la boca cubierta o con las manos tapando los oídos. En estos casos hay verdades en las familias que no se han querido contar o escuchar, secretos que provocaron vergüenza, traiciones que se prefieren silenciar para no deshonrar al clan.
Todas estas representaciones resultan de perpetuar algún tabú. Nuevamente la fidelidad juega un papel importante y al colocar un cuadro con estas características seguimos reafirmando que lo mejor es que el secreto se perpetúe.
Pero al decidir quitar esa afirmación simbólica esta energía ambiental validadora del legado, liberamos a las generaciones venideras del peso del pacto.
Síntoma similar al anterior son las máscaras decorativas, bastante frecuentes de encontrar en las casas, pueden ser muy bellas en su diseño como las venecianas o las africanas, pero no dejan de ser elementos que cubren el rostro, es decir, ocultan algo que hay detrás.
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El lugar donde tenga exhibidas estas máscaras me estará indicando el aspecto de la vida donde están validándose ocultamientos, puede ser en el área de la pareja, de los hijos, los negocios, etc.
Los cuadros de manos se asocian a la figura paterna y a la capacidad productiva. ¿Cómo lucen esas manos?, ¿por qué las hemos elegido para habitar nuestro hogar?, ¿están cansadas, lastimadas por el trabajo duro?, ¿por qué están solas esas manos, sin el resto del cuerpo?
Los cuadros o adornos con la figura humana o los retratos de rostros o bustos se presentan en múltiples versiones. Por ejemplo, una persona que mira de frente se encuentra de cara al futuro.
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Nosotros caminamos hacia adelante. Entonces, si puse imágenes o fotografías de personas que están en esta posición y con actitud de motivación y de alegría es excelente.
No hay mucho para decir, esa persona está en crecimiento. Pero si elegimos colocar cuadros o fotos de personas que están dando la espalda la imagen revela estar aferrados, apegados a un legado del clan al que sentimos debemos ser fieles.
Es muy frecuente, por ejemplo, ver cuadros de mujeres solas de espalda que están reflejando un transgeneracional de mujeres que se quedaron solas. La referencia dependerá del área en donde se encuentra la obra o fotografía.
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En cada caso, se analizan cuáles son los acuerdos de lealtad al clan que no se pueden soltar, pueden ser en el área del amor, del dinero, el reconocimiento, etc. Una vez que el síntoma se clarifica se siente la necesidad de reemplazar la imagen por una que simbolice la resolución del aprendizaje desde un abordaje positivo.
Siempre aconsejo que las personas retratadas en el hogar irradien plenitud, se encuentren alegres e íntegras de cara al presente, pues su actitud será la que nos impregne como referencia todos los días al pasar por ahí, aunque nos parezca no notarla.
Los cuadros con paisajes acuáticosnos conectan con la naturaleza y la abundancia y aunque pictóricamente sean bien valorados, debemos detenernos a analizar algunos aspectos.
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Si se ha elegido colocar en el área del dinero un cuadro con aguas turbias o un mar revuelto, por ejemplo, la escena está manifestando conflictos en torno al flujo del dinero. Una marina con un cielo gris tormentoso estará mostrando que la ganancia del dinero se realiza con una sensación interna de tener que pasar por una tempestad en todo momento.
En cambio, los cuadros de cascadas con vegetación frondosa y cielos luminosos son excelentes para el noreste del living, por ejemplo, donde se usan para activar en plenitud la energía del dinero.
El caballo representa al poder de accionar que tenemos. Su fuerza yang nos muestra nuestro potencial para activar y concretar proyectos. Pero en los cuadros y estatuillas puede estar representado de diferentes formas: puede estar pastando, echado, empacado, enojado o tirando un carro pesado.
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Así como esté representado en el hogar está hablando sobre lo que sucede con nuestro poder para algo en particular.
Supongamos que en el área del trabajo hay un cuadro con un caballo tirando de un carro y además en una actitud de esfuerzo. No es lo mismo que tener la imagen de una tropilla de caballos vigorosos corriendo en libertad. La interpretación es radicalmente distinta.
Los paisajes campestres que nos llenan de calidez, serenidad y frescura podrían incluir en la escena campesinos realizando un trabajo arduo bajo el sol. Muchas veces se ven mujeres cargando peso en sus cabezas, cestas con flores o cosechas.
Los trazos y los colores suelen encantar a muchos, pero muestran cargas, exigencias en exceso, incluso pueden simbolizar sometimiento, como aquellas en las que el varón o la mujer están agachados, llevando peso en las espaldas.
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Este legado en torno al concepto del trabajo a costa de duros esfuerzos puede reemplazarse por una creencia de abundancia sin padecimientos y con disfrute.
Las figuras de guerreros o de elementos de guerra en la decoración como katanas, sables, escudos o insignias hablan de antepasados que han ido a la guerra, sufrieron para defender su clan. Este tipo de decoración lleva implícita la lucha por la vida.
Es interesante poder tomar conciencia de este mensaje proyectado en el hogar, y que muchas veces está avalado por la frase “la vida es una lucha” o “estoy en la lucha”.
Cuando el cuadro es el retrato de un referente histórico o famoso, seguramente hay una identificación con su biografía o parte de ella.
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Por ejemplo, es común encontrar retratos de Frida Kahlo, una mujer maravillosa, pero con una impronta de sufrimiento y dolor en su vida. Aunque el cuadro tenga colores alegres y trazos armoniosos, emana las connotaciones en torno a esta personalidad y su destino de vida.
En las obras de motivos abstractoshay que prestar atención a las emociones que subyacen, por ejemplo, pararse frente al cuadro y hacerse la pregunta ‘¿qué siento cuando lo observo?’.
Te invito hoy a recorrer la casa y observar detenidamente los cuadros, láminas y fotografías que has colgado. ¿Qué emociones irradian?, ¿quisieras cambiarlas por otras con un mensaje inspirador positivo?
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Hoy día existen infinidad de opciones, desde vinilos y carteles con frases motivacionales, geometrías sagradas y mandalas que irradian una energía en perfecto equilibrio. Si se trata de una representación realista conectá con las emociones que hay en ella y elegí lo mejor para activar tu casa, que es la matriz diaria que moldea tus pensamientos.
El camino de autoconocimiento a través del lenguaje expresivo de la casa busca un habitar consciente porque verse con amor en los códigos de la casa cambia la vida, desde allí surgen nuevas miradas y nuevas realidades.
Cada vez que sacamos de la casa un aspecto que nos detiene en el proceso evolutivo con intención de superarlo, y bendecimos haberlo visto, nos damos la oportunidad de crecer.
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Cuando instalamos un mensaje superador le indicamos al subconsciente que vamos a comenzar a habitar en un sistema sanador, para nosotros y para todo nuestro clan. “Habitar conscientes” implica apropiarnos con responsabilidad del lenguaje espacial de la casa y su contenido, de modo que ella represente y reafirme todo nuestro potencial presente y futuro.
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