Las pastas son una de las comidas más clásicas y típicas en la cocina. Siempre es un buen momento para prepararnos unos spaghettis, unos ravioles rellenos o incluso cocinar unos ñoquis el 29 del mes. Pero hay un enorme abanico de tipos de pasta que se preparan día a día, no sólo los clásicos que conocemos. Es por eso que te contamos, de forma resumida, algunas de las variedades de pasta que hay.
Tipos de pasta
Existe una gran variedad de tipos de pasta. Sobre todo en Italia, donde la pasta es su elemento gastronómico principal en gran parte de sus platillos. Se conoce que existen pastas de diferentes colores, tamaños, figuras, texturas y sabores, las cuales se combinan con las salsas y acompañamientos que mejor se ajusten a la esencia y sabor de la receta.
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Pero aun teniendo esta enorme variedad de pasta para elegir, se las puede clasificar dependiendo de su nivel de humedad. Es así que nos podemos encontrar con pastas frescas y también con pastas que son un poco más secas.
Pastas secas
Las pastas secas son aquellas a las que se les aplica una técnica de secado, principalmente para hacer que el alimento logre conservarse por mucho más tiempo. Al momento de querer preparar una receta con este tipo de pasta, es necesario cocerla en un líquido caliente y hacer que la pasta logre rehidratarse para manipularla mejor.
Podemos separar las pastas secas en dos tipos, la pasta larga y la pasta corta. Dentro de la primera categoría encontramos la típica receta de los spaghettis, un platillo clásico a nivel mundial al cual se le puede añadir salsa de tomate como acompañamiento.
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También están otros tipos de pasta, como los son el vermicelli, reginette o mafaldine, bucatini, linguine, espaguetis cuadrados, capelli d’angelo, fettuccine y ziti.
Por otro lado están las pastas cortas, las cuales representan aquellas pastas con formas pequeñas. Entre ellas encontramos el tubettini, tempestine, risoni, stelline y quadrucci. Quizás los nombres no nos suenan tan familiar, pero podemos asociar todas estas pastas a los típicos fideos chicos con agujeros. Por ejemplo, los niños en el jardín son de usar mucho este tipo de pastas para armar collares, pintando cada pasta y pasándolas por un hilo.
Las pastas cortas también se pueden clasificar en lisas o rigata (o estriada). Dentro de las pastas cortas lisas podemos encontrar los clásicos penne, fusilli y farfalle (o también conocidos como los moñitos). Además están los sedani, gramigna, conchiglioni, calamarata, paccheri y conchiglie.
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En la categoría de pasta corta rigata o estirada encontramos las pastas que tienen forma cilíndrica y que pueden ser largas o de tamaños más cortos. Entre ellas, están el penne, rigatoni, maccheroni, tortiglioni, sedani y mezze maniche.
Pastas frescas
Este tipo de pastas son aquellas que tienen un poco más de humedad, comparada a las anteriores. Para cocinarlas existen diferentes maneras de preparar la pasta. Por un lado, están las pastas frescas simples y, por el otro, las pastas frescas al huevo.
Las pastas frescas simples son aquellas que se preparan sólo con sémola, es decir harina gruesa, y agua. Dentro de esta categoría podemos encontrar a los típicos raviolis italianos con diferentes rellenos en su interior; o a las gyozas asiáticas, esas conocidas empanadillas japonesas similares a unos dumplings.
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Otros ejemplos de pastas frescas simples que existen son los pizzoccheri, las orecchiette apulianas, las trofie, los strozzapreti, las trenette, los cavatelli o los maltagliati.
Por otro lado, encontramos las pastas frescas al huevo, las cuales incluyen pastas como el tagliatelle, tagliolini, fettuccine, pappardelle, capellini (típicas para las sopas), spaghetti alla chitarra, garganelli, quadrucci, maltagliati, lasagne, cannelloni y todo tipo de ravioli, tortellini y cappelletti.
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