Como los seres humanos, los perros atraviesan distintas etapas a lo largo de su vida. Son cachorritos unos meses, luego son jóvenes y, después siguen varios años de adultos hasta que empiezan a envejecer. Sus patitas se ponen rígidas, su hocico canoso, y se percibe el evidente trabajo para levantarse para dar un paseo. Te contamos cómo es ese proceso y en qué puntos el proceso es similar al de las personas. Sorprendete.
La ciencia está investigando cómo crecen y envejecen los perros, buscando que esto ayude a entender cómo envejecen los humanos. Y están hallando paralelismos entre las dos especies.
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Sus investigaciones muestran que los perros se parecen a los humanos en aspectos importantes, como la forma en la que actúan durante la adolescencia y la vejez, así como lo que le ocurre a su ADN a medida que envejecen.
Pueden ser lo que los científicos llaman un “modelo” de envejecimiento humano, una especie que podemos estudiar para aprender más sobre cómo envejecemos y quizás cómo envejecer mejor.
Hace poco, investigadores en Viena descubrieron que la personalidad de los perros cambia con el tiempo. Al parecer, su temperamento se suaviza de la misma manera que el de la mayoría de los humanos.
La parte más intrigante de este estudio es que, al igual que las personas, algunos perros simplemente nacen viejos, es decir, relativamente estables y maduros.
Pero todos los perros del estudio de Viena eran border collies y sorprende que algunos de ellos fueran maduros. Eso indicaría tener cierta calma, una disposición a inclinar la cabeza y un estado meditativo que no parece coincidir con la raza ni con su deseo de estar persiguiendo a los niños mientras juegan.
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Otro ensayo reciente llegó a la inquietante conclusión de que el cálculo de siete años de perro por cada año humano no es exacto. Para calcular los años de los perros, hay que hacer un cálculo matemático un poco complicado.
Para explicar las comparaciones, los investigadores pusieron lado a lado un labrador de edad avanzada con el actor Tom Hanks. Usaron un labrador porque es el tipo de perro que estudian y usaron a Tom Hanks, porque todo el mundo lo conoce.
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Un border collie participa en un experimento con una pantalla táctil en la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena, que encontró que los perros mayores se benefician de los juegos mentales, al igual que el Sudoku y otros ejercicios cerebrales ayudan a sus dueños a mantenerse ágiles mentalmente.
Los científicos también informaron recientemente que los perros adolescentes comparten algunas de las características de los humanos adolescentes, como, digamos, “menor capacidad de entrenamiento y respuesta a las órdenes”.
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Los perros se consideran cada vez más como buenos modelos del envejecimiento humano porque lo sufren de manera muy similar a nosotros. Como lo explica en su sitio web el Dog Aging Project, que recopila información genética y de otro tipo de un gran número de perros mascota: el objetivo de la investigación es lograr “una vida más larga y saludable para todos los perros… y sus humanos”.
En 2018, Daniel. E. L. Promislow de la Universidad de Washington, campus Seattle, expuso las razones por las que los perros son un animal adecuado para estudiar el envejecimiento y obtener resultados que ayuden a las personas. En esencia, padecen enfermedades similares, como “obesidad, artritis, hipotiroidismo y diabetes”.
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Elinor Karlsson del Instituto Broad describió su investigación en genómica y perros de la siguiente manera: “Una de las cosas que realmente nos interesa es averiguar, en primer lugar, si en el ADN de los perros hay elementos que expliquen realmente por qué algunos de ellos viven un periodo bastante extenso”. Esos hallazgos podrían ser de utilidad para extender el envejecimiento saludable en las personas.
Está comprobando que, frente al fallecimiento de un amigo canino, los perros presentan cambios psicológicos negativos que afectan sus actividades diarias. Estos mascotas pueden llegar a sentir la misma tristeza y el mismo miedo que los humanos sienten ante la muerte de un ser querido.
Como consecuencia, la mascota presenta cambios en su rutina cotidiana, como las horas de sueño, la cantidad de comida que consume, los paseos por el parque, etc. Además, los perros pueden llegar a aumentar su sensación de miedo a la muerte, pasar más tiempo sin energía y llorando, ladrar con mucha más frecuencia y tener más sueño que antes.
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Sin duda son síntomas del duelo que el animal debe atravesar, tal como lo haría un ser humano. Para los perros es la misma sensación, ya que no es fácil despedirse de un fiel compañero de cuatro patas y no saber cuándo volverá.
Los border collies fueron sometidos a muchas pruebas diferentes. En una, un extraño entró en una habitación y acarició al perro. En otra, los dueños vistieron a sus perros con camisetas humanas. Una quinta parte de los dueños de los perros reconoció haber hecho esto antes, por iniciativa propia, sin fines de investigación. En otra prueba, los dueños colgaron una salchicha delante de sus perros fuera de su alcance por un minuto más o menos.
Los investigadores descubrieron que los perros cambian al envejecer, al igual que las personas. Se vuelven menos activos y ansiosos
Por supuesto, el periodo final del envejecimiento es el mismo en el perro y en el humano, solo que los perros llegan más rápido. Esto es algo que convierte al perro en un “buen modelo de envejecimiento y mortalidad humana”.
“Los perros envejecen mucho más rápido que las personas”, explicó Karlsson del Instituto Broad. “Y si querés estudiar el envejecimiento con la idea de ayudar a las personas durante nuestra vida, entonces debes ser capaz de estudiar algo que está envejeciendo mucho más rápido que nosotros. Puedes aprender al respecto con mayor rapidez sin tener que esperar 80 años a que alguien muera”.
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