Abstinencia de sexo por la cuarentena y el temor al contagio del coronavirus

Los que estudian el tema creen que se está viviendo una situación de angustia y miedo generalizado que hace decaer el apetito sexual.
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En medio de los miedos, incertidumbre y angustia que genera el encierro, surge un tema que los medios todavía no han abordado: qué pasa con las relaciones sexuales en épocas de cuarentena​. ¿Hay riesgos de contagio? ¿Qué pasa con los besos y la respiración agitada? ¿Hay abstinencia de sexo por miedo?

amor en epoca de coronavirus

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Parejas en épocas de coronavirus

Andrés Rascovky, médico psicoanalista ex presidente de APA, plantea que “hoy el sexo es un tema que no está en un primer plano. Qué paradoja, no, estamos aterrados y no se produce un clima que invite al amor. Creo que por la angustia reinante, se está produciendo una abstinencia generalizada”.

Qué paradoja, estamos aterrados y no se produce un clima que invite al amor

Rascovsky agrega que “la cuarentena obligada nos fuerza a estar más con el otro o la otra y esa situación casi que obliga a buscar más tiempo para compartir sexualmente. Pero, si bien es una oportunidad que ofrece esta pandemia, la cabeza juega su partido aparte y a veces el erotismo no se hace presente“.

Mientras tanto, la psicoanalista Gabriela Goldstein plantea que “la situación del temor al contagio lleva a la persona a los sentimientos más primarios, qué tipo de represiones están operando en la mente humana, qué tipo de tabúes se apoderan de nosotros… Evidentemente los pensamientos más primitivos se apoderan de nosotros para pensar en que no podemos entrar en contacto con la otra persona por temor al contagio”.

Se acaba el poliamor

Ambos profesionales concuerdan que “sacando las parejas estables bajo el mismo techo, todo lo demás está clausurado. Nada de poliamor, bigamia, swingers. Serán tiempos de diálogos eróticos, de intercambio de fotos cachondas, de juegos masturbatorios por Internet o por Whatsapp, lo que sería el ideal para las parejas que no conviven o para quienes buscan relaciones ocasionales”.

Goldstein agrega que las parejas estables que conviven, “son las que de alguna manera estarían a salvo para mantener relaciones sexuales, sabiendo que no hubo viajes al exterior recientes y que se mantuvo el protocolo de aislamiento que decretó el gobierno nacional. Y la pareja que convive que tuvo relaciones ya está, porque intercambiaron besos, fluidos, cama”.

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¿Qué sucede con las parejas estables que viven en casas distintas? “En estos momentos es imposible, porque desde el vamos tenemos que aceptar lo que se instituye como una legitimidad para protegernos a todos, que es el aislamiento social, no salir de la casa. En ese sentido prima el principio de realidad”.

Golstein cree que es una oportunidad de entender el eros desde otra perspectiva.

“Freud entendía ‘eros’ más allá de la cuestión meramente sexual, ya que toda la subjetividad está envuelta en dimensiones sexuales. A lo que voy es que la búsqueda del placer tiene hoy una cantidad de maneras de obtener otro tipo de satisfacción, no equivalente a la sexual, pero que también hacen bien: la creatividad, el reconocimiento, la amorosidad producen placer”

“En momentos como los actuales, en la que estamos atravesando una necesidad de autoconservación ante un enemigo difícil de imaginar, es probable que se reduzca la necesidad sexual”.

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La profesional entiende que “es algo natural, necesario y válido poder mantener algún tipo de relación sexual, pero todo es muy prematuro, es difícil sacar conclusiones, estamos agazapados, atravesando una angustia que atenta contra el deseo sexual. Y otras veces podría suceder lo contrario y lo relanza. Depende de cada caso puntual”.

Rascovsky enfatiza que “hay mucha gente que en épocas de temor y zozobra necesita expresarse sexualmente de alguna manera por una necesidad de confirmar, en el caso del hombre, su condición de virilidad, mucho más en situaciones de una amenaza de muerte, como sucede actualmente”.

“En cambio, la mujer está menos expuesta en ese sentido, tiene otro tipos de necesidades, como la confirmación de ser querida, lo que le neutraliza la angustia”.

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