Tener plantas en casa representa un buen pasatiempo para desconectarse de los problemas cotidianos y vencer la depresión. Y, si hay menores en la casa, es una buena actividad para realizar juntos. Cómo armar un botiquín natural cultivando en casa hierbas medicinales.
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Estas plantas que vamos a mostrar hoy son mundialmente conocidas por sus propiedades curativas, son fáciles de adquirir –en floristerías e incluso en supermercados– y requieren unos cuidados tan básicos que todos podemos cultivarlas sin problemas y aprovechar sus beneficios para nuestra salud.
Cultivar plantas medicinales en casa es una excelente manera de tener acceso a remedios naturales para diversas dolencias. Muchas de estas plantas son fáciles de cuidar y pueden crecer en macetas o en un jardín pequeño. Aquí tienes algunas plantas medicinales populares que puedes cultivar en casa.
El aloe vera es una planta medicinal muy popular que se ha utilizado durante miles de años y es conocida por su uso como tratamiento para heridas de la piel, como quemaduras, llagas y úlceras. Además, también posee otras propiedades terapéuticas.
Sus hojas contienen un gel capaz de regenerar las células de la piel rápidamente, idóneo para tratar quemaduras leves, irritaciones, picaduras, acné, psoriasis, cicatrices, estrías… E ingerida, la pulpa puede ayudar a calmar el dolor y a combatir la diabetes y el estreñimiento.
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Si bien esta hierba está presente en platillos de todas partes del mundo, sobre todo, en España, México, Norte de África, Sudamérica, Oriente Medio y Sur de Asia. Sus hojas se pican y espolvorean en muchas recetas. Además, en Tailandia se consume su raíz.
Pero, más allá de estas propiedades culinarias, puedes utilizarla también como remedio para la tos y la fiebre, así como para combatir trastornos de la vesícula biliar y del aparato digestivo (por ejemplo, los frutos molidos, en infusión, minimizan los efectos de la mala digestión, como los gases, el dolor, los ardores o las náuseas).
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Muy apreciadas también en la gastronomía, las hojas de este arbusto poseen propiedades astringentes, diuréticas y carminativas, de ahí su potencial para aliviar los problemas digestivos, sobre todo si se toman en infusión. Además, si se añaden al agua del baño, ayudan a relajarse y a combatir dolores articulares.
Es recomendable recolectar las hojas en verano, cuando tienen una mayor concentración de aceites esenciales. En casa, aunque lo ideal es colocarlo al sol, este arbusto crece bien también en semisombra o sombra ligera, y aguanta bien el frío. Hay que mantenerle la tierra húmeda, pero sin encharcarla.
La manzanilla también ocupa un puesto muy importante entre las plantas medicinales, dado que puede ayudar a paliar más de cien dolencias comunes como un resfriado, eczemas, problemas digestivos, dolor de muelas y de oídos, como así también, para tratar heridas en la piel.
La aromática manzanilla necesita de pleno sol para crecer, y tiene un porte tapizante de hasta 30 cm. de altura. Le es imprescindible un suelo permeable y bien drenado, no importa que sea pobre, pero sí que drene bien.
Le basta un riego moderado y además soporta la sequía. Florece durante la primavera y sus flores son similares a las margaritas, blancas con sus centros amarillos. Muy aromática tanto en las flores como en el follaje.
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Esta especie típica de las zonas mediterráneas suele emplearse para hacer frente a afecciones articulares y musculares, ya que cuenta con propiedades antiinflamatorias y relajantes. Asimismo, en infusión, está indicada para combatir problemas de digestión y dolores menstruales. De modo externo, se usa para curar heridas, y, en gárgaras, ayuda a aliviar el dolor de garganta, la faringitis y amigdalitis.
Hay que cosechar la salvia antes de que florezca, en verano, y para secar las hojas se puede proceder como con el jazmín. En casa, coloca la planta en un lugar muy soleado y regala cuando la tierra esté seca.
La menta es útil para aliviar problemas digestivos como el malestar estomacal, el síndrome del intestino irritable, y la indigestión. También puede ayudar a aliviar dolores de cabeza.
Crece bien en macetas o en el suelo, en un lugar con sombra parcial a pleno sol. Mantén la tierra húmeda, pero no encharcada.
El tomillo tiene propiedades antibacterianas y antimicrobianas, y es útil para tratar infecciones respiratorias, resfriados, y dolores de garganta. Crece bien en pleno sol y en un suelo bien drenado. Riega cuando el suelo esté seco al tacto.
La lavanda es conocida por sus propiedades relajantes y es excelente para reducir el estrés, mejorar el sueño, y aliviar dolores de cabeza. Necesita un lugar soleado y un suelo arenoso bien drenado. Es resistente a la sequía, por lo que no necesita riegos frecuentes.
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