10 propiedades del aceite de almendras para la piel
Tiene muchos beneficios para el rostro, el cabello y el cuerpo en general. Cuáles son las propiedades del aceite de almendras y cómo aprovecharlas.
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La ciencia lo confirma: cada vez más investigaciones revelan las propiedades del aceite de almendras, tanto para la salud como para la estética. Por su riqueza en ácidos grasos, es un excelente aliado para hidratar la piel y tratar diferentes problemas, desde la sequedad al acné. Conoce sus beneficios y ponlos a favor de tu belleza y tu bienestar.
Qué vas a encontrar en esta nota:
10 propiedades del aceite de almendras
El aceite de almendras se obtiene del fruto seco de un árbol llamado almendro. Al ser prensado en frío, se obtiene un elixir con tantos beneficios que se ha instalado como uno de los más cotizados entre las mujeres. Su color es casi transparente, con toques amarillos o dorados y su aroma es suave y dulce.
Los componentes del aceite de almendras son la clave de sus bondades. Lo mejor del aceite de su aceite es que preserva las propiedades: 119 calorías, 26% de vitamina E, y tiene también 35,9 miligramos de fitoesteroles, que ayudan a reducir el colesterol
Las múltiples propiedades del aceite de almendras están asociadas sobre todo a su composición: es rico en grasas monoinsaturadas, ácido oleico y ácidos linoleicos (como el Omega 3 y 6).
Enumeramos algunas de las propiedades del aceite de almendras:
Es el mejor aliado de tu piel: el aceite de almendras es excelente para tratar diferentes problemas en la piel, sobre todo la sequedad, los eccemas o el acné. Todo ello se debe a los ácidos grasos que contiene, perfectos para hidratar la piel.
Combate el envejecimiento y las arrugas porque permite también aumentar el aporte sanguíneo a los vasos de la dermis (al aplicar con movimientos circulares), lo cual ayuda a mantener tersa y suave tu piel.
El aceite de almendras tiene vitamina E, un magnífico antioxidante que ayuda a mejorar el aspecto de la piel.
Es un hidratante facial por excelencia: se puede utilizar en pieles secas o con imperfecciones, ya que gracias a sus propiedades la dejará nutrida y mucho más suave y lisa.
Mejora la temperatura corporal y se puede emplear para hacer masajes o para uso externo. Las propiedades del aceite de almendras para la piel son innumerables
Aunque no está recomendado para el consumo, algunas personas suelen utilizar el aceite de almendras en casos de estreñimiento. Consúltalo con tu médico.
Relajante y antiestrés: es un aceite ideal para hacer masajes, ya que ayuda a calmar la ansiedad, los nervios y el estrés. Se utiliza por sus cualidades emolientes y sirve en casos de afecciones cutáneas del tipo inflamatorio leve, como piel seca o herpes.
Atenúa estrías: el aceite de almendras ayuda a la circulación, promoviendo la reducción de las estrías. Realizando movimientos circulares en la zona afectada, verás cómo el problema disminuye, sobre todo en las estrías de color rosa. Sus propiedades hacen que se regenere la piel, ya que la deja más humectada y suave. Esto es debido a los ácidos grasos y a la vitamina E.
Es un buen desmaquillante: el aceite de almendras sirve para sacar el maquillaje nutriendo la piel. Sólo hay que poner unas gotas en un poco en algodón y pasarlo por tu cara. En el caso de las pestañas, su valor es doble: saca incluso el maquillaje waterproof.
Reduce las arrugas: debido a sus propiedades y a las vitaminas que tiene, ayuda a prevenir la aparición de las arrugas. Lo ideal es poner unas gotas en tu rostro y en el cuello todas las noches. Al ser natural, puede aplicarse de manera temprana, cuando recién se forman las líneas de expresión.
Lo primero que debes saber es que el aceite de almendras tiene, mayormente, aplicaciones cosméticas, de belleza o estéticas, pero también ayuda en algunos problemas en la piel, como son los eccemas o el acné.
Muchos productos de belleza lo incluyen entre sus componentes, tanto en cremas como en artículos para el cabello. Eso sí: es clave que sea 100% natural que los beneficios lleguen.
En el mercado muchas veces vas a escuchar hablar de aceite de almendras dulces, aunque la realidad es que se trata prácticamente del mismo producto. Es uno de los ingredientes esenciales en la cosmética e higiene natural. Es muy utilizado en los remedios caseros naturales por sus propiedades medicinales y estéticas.
Elimina manchas: el aceite de almendra es un gran aliado para quitar las manchas de la piel. Mezclándolo con un poco de miel, vas a encontrar cambios en poco tiempo.
Sirve como exfoliante: mezclando el aceite de almendras con una taza de azúcar, puedes lograr una buena “crema” exfoliante. Hay que aplicarlo en el rostro con movimientos circulares, suaves, evitando el contorno de ojos. Déjalo 15 minutos y luego enjuaga: tu piel estará mucho más suave.
Una mascarilla perfecta para cuidar la piel se puede hacer con dos cucharadas de aceite de almendras, dos de aceite de soja, una cucharada de levadura de cerveza, tres cucharadas de avena y agua caliente. Mezcla bien los tres primeros ingredientes y luego añade de a poco la avena, para formar una pasta homogénea. Añade agua caliente y aplica en el rostro, dejando actuar durante 30 minutos. Enjuaga con agua templada.
Reduce el prurito al proteger y suavizar tanto la piel como las mucosas. Se usa también para tratar la psoriasis y la dermatitis, ya que calma el picor cuando hay erupciones cutáneas. Ablanda las partes inflamadas y alivia la irritación.
Es bueno para combatir el acné: aquellas personas que sufran de acné, puntos negros o piel grasa, pueden tener un gran aliado en el aceite de almendras. Si bien tiene una buena cantidad de ácidos grasos, también cuenta con otros componentes y nutrientes que mejoran la piel del rostro, hombros, espalda y pecho de manera asombrosa.
Es bueno para el cabello: el aceite de almendras es excelente para las personas que sufren sequedad en su cabello, porque otorga brillo y suavidad al instante.
Evita la calvicie debido a su alto contenido en ácidos grasos oleicos. Al contener una buena cantidad de vitamina E, ayuda a mejorar la salud del cuero cabelludo, pudiendo mejorar notablemente los casos de caspa o dermatitis seborreica.
Para disfrutar sus beneficios, podés colocar unas gotas de aceite de almendras en la palma de la mano después de bañarte y pasarlas por la punta del pelo o el cuero cabelludo.
Otra alternativa es usarlo como un sustituto al acondicionador, dejando actuar algunos minutos y luego enjuagando con agua tibia.
Un aceite esencial o aceite etéreo es una mezcla de varias sustancias químicas biosintetizadas por las plantas, que dan el aroma característico de algunas flores, árboles, frutos, hierbas, especias, semillas y a ciertos extractos de origen animal.
Son tantas las propiedades de los compuestos químicos naturales que los alquimistas los llamaban “alma de las plantas”. De hecho, la aromaterapia es una técnica muy antigua que utiliza estas sustancias con fines terapéuticos, tanto a nivel físico como emocional. Son muy conocidas, por ejemplo, las propiedades del aceite de lavanda.
Cómo hacer aceites esenciales caseros
Prepara los recipientes que utilizarás para fabricar el aceite casero: un recipiente hondo con tapa, un colador y un recipiente más pequeño.
Coloca la planta medicinal, semilla, flor o fruto elegida en el recipiente más grande con agua. Coloca por encima el colador y, encima del colador, el recipiente más pequeño.
Coloca la tapa del primer recipiente encima de forma invertida.
Pon el recipiente a fuego lento y espera a que hierva. Al evaporarse el agua, topará con la tapa y caerá al recipiente pequeño. Para evitar que el vapor se escape, puedes poner hielo sobre la tapa.
Una vez terminado, apaga el fuego y retira la tapa. El recipiente pequeño que contendrá el hidrolato que obtuviste. Para separar el hidrolato del aceite esencial, tienes que utilizar un decantador. Ten en cuenta que para obtener un mililitro de aceite esencial, necesitas como mínimo 100 gramos de la planta.
La mejor forma de conservar el hidrolato o el aceite esencial, en caso de que lo hayas decantado, es en recipientes de vidrio de color oscuro. De esta forma se preserva al aceite esencial de la luz, permitiéndole conservar todas sus propiedades.
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