Es una tradición que tiene mucho sentido y una larga historia. Cómo curar el mate es la pregunta y significa preparar el recipiente (de calabaza o madera) para que pueda utilizarse. El curado hace que los poros del recipiente se sellen y que el sabor del recipiente no pase a la infusión.
Los mates pueden ser de calabaza, alpaca, madera, plata, hueso, caña, y también los hay de plástico, vidrio, metal, loza, etc. Cuando “curamos un mate”, no solo evitamos las clásicas rajaduras sino que ayudamos a evitar la formación de moho y malos olores.
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La “curación” del mate es importantísima para evitar los sabores amargos originales de la calabacita y dejarla lista para el tipo de mate que queremos. Solo se pueden curar los mates hechos con materiales porosos, como los de calabaza ahuecada, madera o coco, porque sus paredes internas absorben el sabor de la yerba y pueden incorporar de forma permanente un matiz dulzón, ahumado, o lo que más nos guste.
Además, cuando un mate es nuevo, es muy común que el agua caliente produzca rajaduras haciendo que quede inútil. Para evitar este daño, hay que curar el mate.
No es necesario curar los mates de loza o metal porque su composición impide que el agua penetre las paredes interiores y por lo tanto no tienen ningún sabor de base que debamos eliminar.
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El proceso de curado consiste en quitar los restos o las fibras vegetales del interior de la calabaza, que suelen ser muy fuertes y pueden darle al mate una intensidad no muy agradable.
Si bien los mates de madera no suelen necesitar esta curación porque tienen menos sabores amargos que la calabaza, los consejos valen para ellos también:
Es muy simple y te lo explicamos en los próximos 6 pasos. Prestá atención y vas a disfrutar de esta rica bebida:
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Hay otro procedimiento muy sencillo que, se dice, era el preferido por los arrieros de ganado, los gauchos que recorrían incansablemente la llanura pampeana y encontraban en el mate una compañía leal.
Si lo tuyo es la tradición, podés seguir estos pasos:
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Si el azúcar es lo peor que le podés hacer a tu mate, si sos un fan del mate amargo, seguí los siguientes pasos para curarlo y que tenga ese sabor inconfundible:
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Otra opción que es más rápida es con cebadas que incrementen la temperatura del agua. Para ello tenés que seguir los siguientes pasos:
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Algunas personas suelen untar los mates de madera con una capa de aceite o manteca, para sellar sus poros y alargar su vida. Otra técnica para curarlo es lavarlo y llenarlo con yerba húmeda (usada de la última cebada de un mate viejo) e ir mojándolo constantemente con agua tibia, sin permitir que se seque en ningún momento. Este proceso se lleva a cabo durante 24 horas, o incluso se puede cambiar la yerba y repetir la operación durante varios días.
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